Max Mosley: ''Si todo continúa así, la F-1 se derrumbará''
París, As
En medio de la peor crisis de la Fórmula 1 en mucho tiempo, el ex presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) Max Mosley cree que la categoría reina necesita un cambio urgente.
"Hay que sentar a todos los equipos en una mesa y explicarles que la Fórmula 1 tiene un problema enorme porque algunos tienen suficiente dinero; otros, no. Y si todo continúa así, la Fórmula 1 se derrumbará", señaló Mosley, de 74 años, en una entrevista con la agencia dpa.
El británico, presidente de la FIA entre 1993 y 2009, se mostró partidario de que se establezca un límite de presupuesto y cree que el magnate británico Bernie Ecclestone, dueño de los derechos de comercialización, tiene demasiado poder en sus manos.
"El único camino es que haya unidad entre todas las partes", dijo Mosley, que antes de dirigir la FIA fue piloto y después fundador del equipo de Fórmula 1 March. En 2009, fue sustituido en la presidencia de la FIA por el francés Jean Todt.
-Usted desempeñó un papel importante en la Fórmula 1 durante más de una década: ¿Cómo cambió la categoría en los últimos años?
-Enormemente. En primer lugar, en el aspecto de la seguridad. Mi primera carrera de Fórmula 2 fue en abril de 1968 en Hockenheim, cuando murió Jim Clark. Aquella vez había 21 coches en la salida y tres de los 21 pilotos murieron antes de que terminara julio. Lo segundo que cambió es el dinero y las personas involucradas. En aquellos tiempos un equipo como Tyrell tenía más o menos 20 empleados y ganó el campeonato del mundo. Ahora hablamos de entre 700 y 1000 empleados. En nuestra primera temporada con el equipo March en la Fórmula 1 teníamos un presupuesto de 113.000 libras, lo que sería hoy -ajustado a la inflación- entre uno y dos millones. Pero hoy se necesita cien veces esa cantidad para lograr lo mismo. Eso es algo desproporcionado. Por supuesto que la tecnología es impresionante, pero el público no ve el 90 o el 95 por ciento de esa tecnología porque los equipos lo ocultan. La transformación fue demasiado lejos. En ciertos aspectos debería haber límites de lo que se puede hacer. Yo quise introducir algo así al final de mi mandato en la FIA, pero no tuve éxito.
-¿Deberían haberlo escuchado los responsables aquel entonces?
-Claro que lo pienso, pero seguro que no soy objetivo. Lo que debería pasar es que el dinero que proviene de la comercialización de los derechos, en manos de Bernie Ecclestone, se reparta uniformemente entre los equipos. Y los equipos no deberían gastar mucho más del dinero que ingresan. Un equipo exitoso en el plano deportivo ganaría entonces muchos patrocinadores y alcanzaría una alta rentabilidad, pero una escudería que no gane no puede conseguirlo ahora mismo. La situación de momento es que los equipos ricos reciben más dinero de Bernie y tienen más patrocinadores. Por lo tanto, están en una posición de privilegio y la otra mitad de las escuderías no pueden seguirles el ritmo porque no tienen suficiente dinero. Eso está mal. Si el equipo tiene cinco veces más dinero, el efecto es el mismo que si tuviera un motor mejor. Eso es injusto.
-¿Ve alguna solución rápida?
-El único camino es que haya unidad entre todas las partes. Hay que sentar a todos los equipos en una mesa y explicarles que la Fórmula 1 tiene un problema enorme porque algunos tienen suficiente dinero; otros, no. Y si todo continúa así, la Fórmula 1 se derrumbará. Todos deberían trabajar juntos para forzar un cambio. Los contratos sólo se pueden cambiar si todos están de acuerdo. Es posible, pero hay que dejar las cosas muy claras a la gente. En 2008 reuní a todos los equipos y les expliqué que una gran crisis era inminente y que algunos equipos tendrían que renunciar a correr. Mi propuesta fue un límite de presupuesto y todos menos Ferrari estaban de acuerdo. Creo que podríamos haber convencido a Ferrari, pero todo se mezcló con otros asuntos.
-Usted trabajó muchos años junto a Ecclestone. ¿Es bueno para la Fórmula 1 que un hombre de 84 años tenga un papel tan determinante?
-Se necesita un cierto equilibrio entre deporte y dinero. Cuando yo era presidente de la FIA, lo logramos. Cuando había un problema, yo podía tomar una posición contraria a Bernie y actuar de manera diferente. Cuando no existe ese balance y todo está en su mano, entonces hay un problema.
-¿La situación actual es así?
-Sí, creo que es así. No conozco los contratos, pero tal y como lo veo, Bernie puede anular a la FIA junto con los equipos. La FIA ya no está en una posición tan poderosa como estuvo en su momento.
-¿Está usted contento con lo que consiguió?
-En general estoy muy contento. Lo que más lamento es no haber logrado allanar el camino para los jóvenes pilotos, desde el kart hasta la Fórmula 1. Que no tengan la necesidad de tener mucho dinero. Debería ser posible que un talento se desarrollara y alcanzara al final la Fórmula 1 sin que nadie lo financie o sin que sus padres se pluriempleen. Debería ser más fácil. Lo debería haber hecho.
En medio de la peor crisis de la Fórmula 1 en mucho tiempo, el ex presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) Max Mosley cree que la categoría reina necesita un cambio urgente.
"Hay que sentar a todos los equipos en una mesa y explicarles que la Fórmula 1 tiene un problema enorme porque algunos tienen suficiente dinero; otros, no. Y si todo continúa así, la Fórmula 1 se derrumbará", señaló Mosley, de 74 años, en una entrevista con la agencia dpa.
El británico, presidente de la FIA entre 1993 y 2009, se mostró partidario de que se establezca un límite de presupuesto y cree que el magnate británico Bernie Ecclestone, dueño de los derechos de comercialización, tiene demasiado poder en sus manos.
"El único camino es que haya unidad entre todas las partes", dijo Mosley, que antes de dirigir la FIA fue piloto y después fundador del equipo de Fórmula 1 March. En 2009, fue sustituido en la presidencia de la FIA por el francés Jean Todt.
-Usted desempeñó un papel importante en la Fórmula 1 durante más de una década: ¿Cómo cambió la categoría en los últimos años?
-Enormemente. En primer lugar, en el aspecto de la seguridad. Mi primera carrera de Fórmula 2 fue en abril de 1968 en Hockenheim, cuando murió Jim Clark. Aquella vez había 21 coches en la salida y tres de los 21 pilotos murieron antes de que terminara julio. Lo segundo que cambió es el dinero y las personas involucradas. En aquellos tiempos un equipo como Tyrell tenía más o menos 20 empleados y ganó el campeonato del mundo. Ahora hablamos de entre 700 y 1000 empleados. En nuestra primera temporada con el equipo March en la Fórmula 1 teníamos un presupuesto de 113.000 libras, lo que sería hoy -ajustado a la inflación- entre uno y dos millones. Pero hoy se necesita cien veces esa cantidad para lograr lo mismo. Eso es algo desproporcionado. Por supuesto que la tecnología es impresionante, pero el público no ve el 90 o el 95 por ciento de esa tecnología porque los equipos lo ocultan. La transformación fue demasiado lejos. En ciertos aspectos debería haber límites de lo que se puede hacer. Yo quise introducir algo así al final de mi mandato en la FIA, pero no tuve éxito.
-¿Deberían haberlo escuchado los responsables aquel entonces?
-Claro que lo pienso, pero seguro que no soy objetivo. Lo que debería pasar es que el dinero que proviene de la comercialización de los derechos, en manos de Bernie Ecclestone, se reparta uniformemente entre los equipos. Y los equipos no deberían gastar mucho más del dinero que ingresan. Un equipo exitoso en el plano deportivo ganaría entonces muchos patrocinadores y alcanzaría una alta rentabilidad, pero una escudería que no gane no puede conseguirlo ahora mismo. La situación de momento es que los equipos ricos reciben más dinero de Bernie y tienen más patrocinadores. Por lo tanto, están en una posición de privilegio y la otra mitad de las escuderías no pueden seguirles el ritmo porque no tienen suficiente dinero. Eso está mal. Si el equipo tiene cinco veces más dinero, el efecto es el mismo que si tuviera un motor mejor. Eso es injusto.
-¿Ve alguna solución rápida?
-El único camino es que haya unidad entre todas las partes. Hay que sentar a todos los equipos en una mesa y explicarles que la Fórmula 1 tiene un problema enorme porque algunos tienen suficiente dinero; otros, no. Y si todo continúa así, la Fórmula 1 se derrumbará. Todos deberían trabajar juntos para forzar un cambio. Los contratos sólo se pueden cambiar si todos están de acuerdo. Es posible, pero hay que dejar las cosas muy claras a la gente. En 2008 reuní a todos los equipos y les expliqué que una gran crisis era inminente y que algunos equipos tendrían que renunciar a correr. Mi propuesta fue un límite de presupuesto y todos menos Ferrari estaban de acuerdo. Creo que podríamos haber convencido a Ferrari, pero todo se mezcló con otros asuntos.
-Usted trabajó muchos años junto a Ecclestone. ¿Es bueno para la Fórmula 1 que un hombre de 84 años tenga un papel tan determinante?
-Se necesita un cierto equilibrio entre deporte y dinero. Cuando yo era presidente de la FIA, lo logramos. Cuando había un problema, yo podía tomar una posición contraria a Bernie y actuar de manera diferente. Cuando no existe ese balance y todo está en su mano, entonces hay un problema.
-¿La situación actual es así?
-Sí, creo que es así. No conozco los contratos, pero tal y como lo veo, Bernie puede anular a la FIA junto con los equipos. La FIA ya no está en una posición tan poderosa como estuvo en su momento.
-¿Está usted contento con lo que consiguió?
-En general estoy muy contento. Lo que más lamento es no haber logrado allanar el camino para los jóvenes pilotos, desde el kart hasta la Fórmula 1. Que no tengan la necesidad de tener mucho dinero. Debería ser posible que un talento se desarrollara y alcanzara al final la Fórmula 1 sin que nadie lo financie o sin que sus padres se pluriempleen. Debería ser más fácil. Lo debería haber hecho.