LOPETEGUI A JORGE JESÚS: "Si vuelves a cambiar mi nombre te pego un puñetazo, cabrón"
Empujones, cambios socarrones de nombre y el uso del latín. Así es la impetuosa relación entre el español Julen Lopetegui y el portugués Jorge Jesús, entrenadores del Oporto y del Benfica, respectivamente, que casi llegaron a las manos este domingo.
Lo que parecía un reparador abrazo entre dos técnicos que se han echado los trastos durante toda la temporada estuvo cerca de acabar en un conato de pelea por el que ambos tuvieron que ser separados para evitar posibles agresiones.
Al término del partido que acabó 0-0 este domingo (claramente desfavorable para el Oporto), hubo un intercambio de palabras entre los dos entrenadores.
Según muestran las imágenes televisivas, Lopetegui, de 48 años, interpela dos veces a Jesús, de 60, cuyo gesto cambia ostensiblemente cuando, aparentemente, entiende el mensaje del técnico español.
El contenido del mismo se desconoce, pues ninguno de los dos lo explicó públicamente.
Sin embargo, los medios locales han asegurado que Lopetegui interpeló a Jesús de la siguiente manera: "Si vuelves a cambiar mi nombre, te doy un puñetazo".
El mensaje de Lopetegui, sin confirmar por ninguna de las partes, sería una respuesta a las provocaciones veladas de Jesús, según la prensa lusa.
El pasado 10 de abril, Jorge Jesús, en un modo que recordó al José Mourinho del Real Madrid, cambió el nombre de Lopetegui por "Lotopegui".
"Lopetegui o Lotopegui. A veces le cambio el nombre", dijo Jesús en tono socarrón, antes de destacar que, de alguna manera, entendía que el entrenador español criticase el arbitraje, el caballo de batalla entre ambos.
Este curso ha dejado varios episodios de piques verbales, casi siempre con los colegiados de por medio.
El pasado octubre, Jesús, conocido en Portugal porque siempre va de frente y por su carácter volcánico, criticó en una entrevista la "ambigüedad" de Lopetegui sobre la actuación de los árbitros.
"Tiene derecho a opinar, pero decir 'me parece que es, pero no es' o 'el árbitro también se puede equivocar'... ¡Eso no quiere decir nada! Tiene que definirse y después estar sujeto a las críticas como yo lo estoy (...) No me gustan las personas políticamente correctas. Se es o no se es. Esto es tener personalidad y carácter", afirmó Jorge Jesús.
La animadversión entre los dos técnicos, que sí convergen como admiradores del estilo de posesión instaurado por Johan Cruyff en el Barcelona de los 90, tuvo su episodio más extravagante el pasado febrero.
En aquel mes, Jesús, cuyo equipo lidera el campeonato desde la quinta jornada, afirmó que el entrenador del Oporto está "siempre hablando de los arbitrajes".
"Es normal que hable sobre ese tema, pero no quiero entrar en eso. Solo le pregunto a qué se está refiriendo. Si es del Peñafiel-Oporto, ya sé a qué se está refiriendo", respondió Jesús, en alusión a una polémica vitoria de "los dragones" en enero por 1-3.
Lopetegui se revolvió ante las palabras del entrenador portugués del Benfica, que ya cuenta con una larga lista de piques con otros técnicos, y le contraatacó con el latín.
"Excusatio non petita, culpabilita manifesta", que podría traducirse como "quien se disculpa sin haber sido acusado, se declara culpable", soltó Lopetegui.
"No he hablado de los arbitrajes. Se equivocan. Me referí a la mala suerte, nada más. Y no me dirigí a ningún equipo, pero apenas uno respondió", señaló el entrenador español sobre las palabras de Jesús.
Con una plantilla a la que consideran la mejor de los últimos años, Julen Lopetegui, exseleccionador de las categorías inferiores de España, cumple su primera temporada en el Oporto con la presión de lograr al menos un título.
Eliminado en Europa y en las copas, el club blanquiazul es segundo en la Liga con 72 puntos, a tres del líder Benfica, cuando sólo faltan cuatro jornadas por jugarse.
Jesús completa su sexta temporada en el Benfica, club con el que ha ganado dos veces la Liga (2009/2010 y 2013/2014), una Copa de Portugal (2013/2014), una Supercopa (2014) y cuatro Copas de la Liga (2010, 2011, 2012 y 2014).
Además condujo a los encarnados a dos finales consecutivas de la Liga Europa, en las que perdió en el último minuto ante el Chelsea (2013) y en los penaltis frente al Sevilla (2014).
