La estrategia de Kenia para luchar contra el terrorismo: arriesgar la vida de más de 350.000 personas

Javier Taeño | Gaceta trotamundos
En 3 meses el campamento de refugiados de Dadaab, el más grande del mundo, ya que acoge a más de 350.000 personas, puede convertirse en historia. Lo hará si la amenaza del gobierno de Kenia sigue adelante y deciden cerrarlo tal y como han asegurado en los últimos días. Con la amenaza yihadista como telón de fondo y principal argumento justificador del cierre, miles y miles de personas no saben qué va a pasar con ellas y las organizaciones humanitarias ya hablan de una catástrofe humanitaria. Empieza la cuenta atrás.


No es sencillo entender la importancia que tiene Dadaab. Creado en 1991 para acoger a los somalíes que huían de la guerra civil en su país –un conflicto particularmente sangriento y largo en el tiempo, ya que se mantiene aún hoy en día-, ha ido creciendo con el paso de los años. De un conjunto de tiendas blancas, se ha terminado convirtiendo en una ciudad dentro de un campamento de refugiados que tiene 52 escuelas, 11 comisarías de policía e incluso algunos comercios, tal y como cuenta el Washington Post.

Hay cientos de personas que han hecho su vida entera allí, somalíes que nunca han llegado a pisar Somalia y que no conocen vida más allá de Dadaab. Desmantelarlo les pondría en la tesitura de no saber dónde ir porque nada tienen ni nada les queda. El conflicto somalí se ha prolongado durante tanto tiempo que muchos han perdido completamente sus raíces.

¿Por qué entonces ahora Kenia quiere acabar con él? Ha habido un suceso que ha ocurrido en los últimos meses que ha sido determinante. El ataque yihadista a la universidad de Garissa del 2 de abril de 2015, en el que murieron 148 personas ha hecho que las autoridades den la voz de alarma y estén decididas a luchar contra el terrorismo. No hay que olvidar que hace algo más de año y medio hubo otro ataque similar en un centro comercial de Nairobi y fueron asesinadas 67 personas.
Varias personas que viven en Dadaab (AP)Varias personas que viven en Dadaab (AP)

Pero entonces, ¿qué tiene que ver Dadaab con el terrorismo? Pues simplemente que el Gobierno keniano piensa que es una amenaza para su seguridad interna porque es en el campamento donde el grupo terrorista Al Shabbaab planea los ataques. Según las autoridades, el grupo ha sido capaz de infiltrarse allí, escondiendo las armas y reclutando a nuevos soldados que combatan en su causa.

“La manera en la que EE.UU. cambió tras el 11-S es la manera en la que cambiará Kenia tras Garissa”, manifestó el vicepresidente, William Ruto en una declaración ante los medios.

Las organizaciones internacionales ya han clamado contra esta decisión y aseguran que sería una pesadilla logística, así como un desastre humanitario de amplias proporciones, pero de momento las autoridades se muestran inflexibles y siguen adelante con su idea.

Por un lado, está comprobado que Al Shabbaab se está aprovechando de las condiciones del campamento para operar con impunidad, pero por el otro, se pondría en graves problemas a miles y miles de personas inocentes que viven en Dadaab. El debate está servido.

Entradas populares