Grecia: Controladores aéreos piden actualizar sistemas
Atenas, AP
El sindicato de controladores aéreos de Grecia reclamó una actualización urgente del sistema de radar para el tráfico aéreo y más personal a fin de atender el número creciente de llegadas de turistas.
El sistema de control del tráfico aéreo opera con menos personal y un sistema central de radar de 1999 que solo ha sido actualizado una vez, en 2008, precisó el presidente del sindicato Spyros Rolakis el miércoles.
Rolakis aseguró que la seguridad de los vuelos no estaba comprometida, pero afirmó que si menos personal debe atender más vuelos con una tecnología no actualizada, probablemente habrá demoras en los mismos.
"Imagine si ustedes tuvieran el mismo teléfono celular y computadora que compraron hace 16 años", dijo Rolakis durante una conferencia de prensa en el sindicato. "¿Cómo operarían? Con muchas restricciones, y no podrían hacer el trabajo exactamente como quisieran".
Afirmó que la compra de un nuevo sistema de radar y la contratación de más personal no recargarían el presupuesto nacional porque el país utilizaría los fondos derivados de las cuotas que pagan a los países cuando sobrevuelan su espacio aéreo, aun los aviones que no aterrizan en Grecia. Según las regulaciones europeas, dijo Rolakis, estas cuotas se destinan a inversiones relacionadas con el tráfico aéreo: equipos, planificación, entrenamiento y salario del personal.
"Esto significa que la compra, instalación de nuevo equipo y contratación de nuevos controladores aéreos no implica ningún costo fiscal", dijo. "El contribuyente griego no paga". Y agregó que el Estado no ha aprovechado este recurso en años.
Grecia está inmersa en una profunda crisis financiera y ha dependido de fondos de un rescate internacional desde mayo del 2010, pero ha disfrutado de un auge del turismo en 2014 con unos 21 millones de visitantes, y espera todavía más este año.
El turismo es una de las principales fuentes de ingresos de Grecia, con un 15% del producto bruto interno en 2011. La economía nacional se ha reducido en una cuarta parte desde 2008 y ha depositado sus esperanzas de recuperación en parte en un aumento del turismo.
Pero Rolakis advirtió que dichas esperanzas podrían verse obstaculizadas si los controladores aéreos, que además de encargarse de los vuelos que parten o llegan al país también manejan los que sobrevuelan Grecia, no pueden aumentar su capacidad.
El año pasado, 550 controladores aéreos griegos se encargaron de 678.000 vuelos, dijo Rotakis, en comparación con los 707 que manejaron 411.000 en 2002.
"Estamos manejando 65% más de vuelos con 22% menos de personal", precisó, indicando que significaba un aumento del 112% en la carga de trabajo.
El dirigente sindical afirmó que el aumento de productividad se ha logrado con la cancelación casi total de las vacaciones veraniegas del personal y días libres, muchas horas extra "y una gran cantidad de presiones y estrés".
La contratación de personal lleva tiempo, ya que los candidatos necesitan un entrenamiento de tres años y otros dos en la práctica antes de ser autorizados a encargarse de vuelos por su cuenta, de modo que los contratados ahora mismo solo podrían operar plenamente en 2020.
Las consecuencias de la combinación de la tecnología obsoleta y la escasez de personal son evidentes, dijo Rotakis: "obstáculos en el desarrollo del turismo y una pérdida de ingresos para el país".
El sindicato de controladores aéreos de Grecia reclamó una actualización urgente del sistema de radar para el tráfico aéreo y más personal a fin de atender el número creciente de llegadas de turistas.
El sistema de control del tráfico aéreo opera con menos personal y un sistema central de radar de 1999 que solo ha sido actualizado una vez, en 2008, precisó el presidente del sindicato Spyros Rolakis el miércoles.
Rolakis aseguró que la seguridad de los vuelos no estaba comprometida, pero afirmó que si menos personal debe atender más vuelos con una tecnología no actualizada, probablemente habrá demoras en los mismos.
"Imagine si ustedes tuvieran el mismo teléfono celular y computadora que compraron hace 16 años", dijo Rolakis durante una conferencia de prensa en el sindicato. "¿Cómo operarían? Con muchas restricciones, y no podrían hacer el trabajo exactamente como quisieran".
Afirmó que la compra de un nuevo sistema de radar y la contratación de más personal no recargarían el presupuesto nacional porque el país utilizaría los fondos derivados de las cuotas que pagan a los países cuando sobrevuelan su espacio aéreo, aun los aviones que no aterrizan en Grecia. Según las regulaciones europeas, dijo Rolakis, estas cuotas se destinan a inversiones relacionadas con el tráfico aéreo: equipos, planificación, entrenamiento y salario del personal.
"Esto significa que la compra, instalación de nuevo equipo y contratación de nuevos controladores aéreos no implica ningún costo fiscal", dijo. "El contribuyente griego no paga". Y agregó que el Estado no ha aprovechado este recurso en años.
Grecia está inmersa en una profunda crisis financiera y ha dependido de fondos de un rescate internacional desde mayo del 2010, pero ha disfrutado de un auge del turismo en 2014 con unos 21 millones de visitantes, y espera todavía más este año.
El turismo es una de las principales fuentes de ingresos de Grecia, con un 15% del producto bruto interno en 2011. La economía nacional se ha reducido en una cuarta parte desde 2008 y ha depositado sus esperanzas de recuperación en parte en un aumento del turismo.
Pero Rolakis advirtió que dichas esperanzas podrían verse obstaculizadas si los controladores aéreos, que además de encargarse de los vuelos que parten o llegan al país también manejan los que sobrevuelan Grecia, no pueden aumentar su capacidad.
El año pasado, 550 controladores aéreos griegos se encargaron de 678.000 vuelos, dijo Rotakis, en comparación con los 707 que manejaron 411.000 en 2002.
"Estamos manejando 65% más de vuelos con 22% menos de personal", precisó, indicando que significaba un aumento del 112% en la carga de trabajo.
El dirigente sindical afirmó que el aumento de productividad se ha logrado con la cancelación casi total de las vacaciones veraniegas del personal y días libres, muchas horas extra "y una gran cantidad de presiones y estrés".
La contratación de personal lleva tiempo, ya que los candidatos necesitan un entrenamiento de tres años y otros dos en la práctica antes de ser autorizados a encargarse de vuelos por su cuenta, de modo que los contratados ahora mismo solo podrían operar plenamente en 2020.
Las consecuencias de la combinación de la tecnología obsoleta y la escasez de personal son evidentes, dijo Rotakis: "obstáculos en el desarrollo del turismo y una pérdida de ingresos para el país".