Gobierno yemení en el exilio declara tres zonas de desastre
Saná, AP
El gobierno yemení en el exilio declaró el lunes como "zonas de desastre" tres áreas del país que están afectadas completamente por combates entre rebeldes chiitas, sus aliados y fuerzas gubernamentales, incluido el puerto de Aden, en el sur del país, y señaló que el último mes de violencia ha costado la vida de 1.000 civiles.
La crisis en Yemen, la nación más pobre del mundo árabe, se ha profundizado desde el 26 de marzo, cuando una coalición encabezada por Arabia Saudí lanzó ataques aéreos con el objetivo de recuperar territorio en poder de rebeldes chiitas, conocidos como hutíes, y sus aliados, leales al depuesto presidente Alí Abdula Salé.
El presidente Abed Rabbo Mansur, quien cuenta con el reconocimiento internacional, huyó el mes pasado a Riad, y su gobierno opera ahora desde la capital saudí.
El lunes, el gobierno emitió la alarma por Adén, así como por las ciudades de Taiz y Dhale, diciendo que ahí no hay servicio de agua y electricidad, y que en esas ciudades se agotó el combustible, suministros médicos y alimentos.
"Estas ciudades están al borde del colapso", señaló la ministra de Comunicaciones Nadia Saqqaf.
Las tres ciudades han sido además el objetivo de una dura ofensiva por parte de los hutíes y las fuerzas de Salé. Aunque han resistido el asalto de los rebeldes, fuerzas pro gubernamentales, que consisten mayormente de milicias mal apertrechadas, no han podido proteger a los civiles que han quedado atrapados en el fuego cruzado.
Saqqaf dijo que casi un cuarto de millón de yemeníes, de una población de 25 millones, ha sido desplazado. En promedio, 15 personas mueren diariamente en Adén por fuego de francotiradores o bombardeos aleatorios, señaló la ministra. Hacia el final del día, funcionarios de seguridad en Adén dijeron que los hutíes invadieron el Hospital Republicano en la ciudad, realizando disparos y obligando a huir al personal médico, incluidos doctores de la Cruz Roja. Directivos del hospital dijeron que los hutíes retuvieron a algunas de las personas heridas que estaban siendo tratadas ahí.
El gobierno en el exilio agregó que la cifra de víctimas fatales entre los civiles fue también de 1.000 el mes pasado, casi el doble del número anunciado hace días por agencias de la Organización de las Naciones Unidas.
La semana pasada, Rupert Colville, un vocero de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dijo que murieron 551 civiles y 1.185 resultaron heridos en la violencia registrada entre el 26 de marzo y el 22 de abril. La cifra total de muertes, incluidos civiles y combatientes, es de 1,080, indicó la ONU.
El gobierno yemení en el exilio declaró el lunes como "zonas de desastre" tres áreas del país que están afectadas completamente por combates entre rebeldes chiitas, sus aliados y fuerzas gubernamentales, incluido el puerto de Aden, en el sur del país, y señaló que el último mes de violencia ha costado la vida de 1.000 civiles.
La crisis en Yemen, la nación más pobre del mundo árabe, se ha profundizado desde el 26 de marzo, cuando una coalición encabezada por Arabia Saudí lanzó ataques aéreos con el objetivo de recuperar territorio en poder de rebeldes chiitas, conocidos como hutíes, y sus aliados, leales al depuesto presidente Alí Abdula Salé.
El presidente Abed Rabbo Mansur, quien cuenta con el reconocimiento internacional, huyó el mes pasado a Riad, y su gobierno opera ahora desde la capital saudí.
El lunes, el gobierno emitió la alarma por Adén, así como por las ciudades de Taiz y Dhale, diciendo que ahí no hay servicio de agua y electricidad, y que en esas ciudades se agotó el combustible, suministros médicos y alimentos.
"Estas ciudades están al borde del colapso", señaló la ministra de Comunicaciones Nadia Saqqaf.
Las tres ciudades han sido además el objetivo de una dura ofensiva por parte de los hutíes y las fuerzas de Salé. Aunque han resistido el asalto de los rebeldes, fuerzas pro gubernamentales, que consisten mayormente de milicias mal apertrechadas, no han podido proteger a los civiles que han quedado atrapados en el fuego cruzado.
Saqqaf dijo que casi un cuarto de millón de yemeníes, de una población de 25 millones, ha sido desplazado. En promedio, 15 personas mueren diariamente en Adén por fuego de francotiradores o bombardeos aleatorios, señaló la ministra. Hacia el final del día, funcionarios de seguridad en Adén dijeron que los hutíes invadieron el Hospital Republicano en la ciudad, realizando disparos y obligando a huir al personal médico, incluidos doctores de la Cruz Roja. Directivos del hospital dijeron que los hutíes retuvieron a algunas de las personas heridas que estaban siendo tratadas ahí.
El gobierno en el exilio agregó que la cifra de víctimas fatales entre los civiles fue también de 1.000 el mes pasado, casi el doble del número anunciado hace días por agencias de la Organización de las Naciones Unidas.
La semana pasada, Rupert Colville, un vocero de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dijo que murieron 551 civiles y 1.185 resultaron heridos en la violencia registrada entre el 26 de marzo y el 22 de abril. La cifra total de muertes, incluidos civiles y combatientes, es de 1,080, indicó la ONU.