Presidente nigeriano insta a elecciones pacíficas
Abuja, AP
El presidente nigeriano Goodluck Jonathan exhortó a la nación a votar pacíficamente y aceptar los resultados de las elecciones presidenciales del sábado, que los analistas anticipan como las más disputadas en la historia de la nación más rica del continente africano.
"Ninguna ambición política puede justificar la violencia o el derramamiento de sangre de nuestro pueblo", afirmó Jonathan, que se presenta a la reelección, en una transmisión televisada el viernes.
En un país signado por antecedentes de golpes, sangre derramada por causas políticas, diferencias étnicas y disputas de tierra, y últimamente por el levantamiento del grupo Boko Haram, la elección es importante para que la nación más populosa del Africa consolide su democracia.
"Es saludable que lo enfoquen como un ejercicio de los derechos de los nigerianos a elegir su gobierno y no como una guerra", dijo a la AP en una entrevista el enviado especial del secretario general de la ONU al África Occidental, Mohammed Ibn Chambas.
El panorama político de Nigeria fue transformado cuando los principales partidos de oposición formaron una coalición hace dos años y por primera vez se unieron en apoyo de un candidato, el ex dictador militar Muhammadu Buhari, que es el principal adversario de Jonathan.
La elección es apenas la octava desde que Nigeria se independizó de Gran Bretaña en 1960 y la primera que plantea la posibilidad de una transferencia de poder democrática por medio del voto, en esta nación donde el amiguismo y la corrupción son habituales. Ningún presidente en ejercicio ha perdido una reelección.
Debería ser "causa de celebración", opinó Chidi Odinkalu, director de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Pero notó que ha suscitado "la forma más extraordinaria de discursos intolerantes, insultos incendiarios, desaires étnicos; todo lo que se supone no se debe hacer".
Su organización patrocinada por el Estado pero independiente reportó por lo menos 58 muertes hasta el 13 de febrero y puede haber habido muchas más desde entonces, dijo Odinkalu a la AP. También se quejó de que los políticos han hecho poco para aliviar las tensiones.
El presidente nigeriano Goodluck Jonathan exhortó a la nación a votar pacíficamente y aceptar los resultados de las elecciones presidenciales del sábado, que los analistas anticipan como las más disputadas en la historia de la nación más rica del continente africano.
"Ninguna ambición política puede justificar la violencia o el derramamiento de sangre de nuestro pueblo", afirmó Jonathan, que se presenta a la reelección, en una transmisión televisada el viernes.
En un país signado por antecedentes de golpes, sangre derramada por causas políticas, diferencias étnicas y disputas de tierra, y últimamente por el levantamiento del grupo Boko Haram, la elección es importante para que la nación más populosa del Africa consolide su democracia.
"Es saludable que lo enfoquen como un ejercicio de los derechos de los nigerianos a elegir su gobierno y no como una guerra", dijo a la AP en una entrevista el enviado especial del secretario general de la ONU al África Occidental, Mohammed Ibn Chambas.
El panorama político de Nigeria fue transformado cuando los principales partidos de oposición formaron una coalición hace dos años y por primera vez se unieron en apoyo de un candidato, el ex dictador militar Muhammadu Buhari, que es el principal adversario de Jonathan.
La elección es apenas la octava desde que Nigeria se independizó de Gran Bretaña en 1960 y la primera que plantea la posibilidad de una transferencia de poder democrática por medio del voto, en esta nación donde el amiguismo y la corrupción son habituales. Ningún presidente en ejercicio ha perdido una reelección.
Debería ser "causa de celebración", opinó Chidi Odinkalu, director de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Pero notó que ha suscitado "la forma más extraordinaria de discursos intolerantes, insultos incendiarios, desaires étnicos; todo lo que se supone no se debe hacer".
Su organización patrocinada por el Estado pero independiente reportó por lo menos 58 muertes hasta el 13 de febrero y puede haber habido muchas más desde entonces, dijo Odinkalu a la AP. También se quejó de que los políticos han hecho poco para aliviar las tensiones.