Miles de personas despiden al baleado opositor ruso Nemtsov
Moscú, AP
Uno a uno, miles de simpatizantes y dignatarios pasaron el martes ante el ataúd forrado de blanco del opositor Kremlin Boris Nemtsov. Muchos de ellos llevaron flores para presentar sus respetos a una de las figuras más destacadas de la asediada oposición rusa.
Nemtsov fue asesinado el viernes por la noche cuando caminaba con otra persona por un puente cerca del Kremlin. No se ha detenido a ningún sospechoso.
El crimen ha conmocionado a la pequeña y marginalizada oposición rusa. Muchos partidarios de la oposición que el asesinato fue ordenado por el Kremlin en represalia por la férrea oposición de Nemtsov al presidente, Vladimir Putin, mientras que las autoridades han sugerido varios posibles motivos, incluyendo una provocación dirigida a manchar la imagen de Putin.
Cuando quedaba una hora para cerrar las visitas del público, la fila de dolientes de todas las edades se extendía cientos de metros (yardas).
"Él era nuestro rayo de luz. Con su ayuda, creo que Rusia se habría alzado y se habría convertido en un país fuerte. Es el sueño de todos los progresistas en Rusia", dijo Valentina Gorbatova, de 80 años.
Nemtsov, de 55 años, fue vice primer ministro durante el gobierno de Boris Yeltsin y estaba ampliamente considerado como un joven reformista en auge. Sin embargo, el partido de Nemtsov perdió sus escaños en el parlamento al llegar la era Putin.
Aunque su influencia en la cámara se desvaneció, se le seguía considerando como uno de los críticos más visibles y vehementes del presidente. Apenas unas horas antes de su muerte, ofreció una entrevista en una cadena de radio en la que criticó las "locas, agresivas" políticas de Putin en la crisis de Ucrania.
Su cuerpo yacía el martes en un ataúd en el Centro Sajarov del centro de Moscú. El lugar lleva el nombre del disidente de finales de la era soviética Andrei Sajarov, ganador de un Nobel de la Paz.
Al lugar acudieron el embajador estadounidense, John Tefft, y el ex primer ministro Mijail Kasyanov, que ahora está en la oposición. Los vice primeros ministros rusos Sergei Prijodko y Arkady Dvorkovich también asistieron, al igual que la viuda de Yeltsin Naina, según medios rusos.
"Probablemente saben que si no vienen, en algún momento la gente irá a por ellos", dijo sobre los funcionarios del gobierno Irina Jakamada, que era colíder de un partido liberal en el Parlamento con Nemtsov.
El veterano activista de derechos humanos Lev Ponomarev se hizo eco de la opinión de muchas figuras de oposición sobre que el auge de un intenso nacionalismo y de la intolerancia ante la disidencia bajo el mando de Putin, patentes en la televisión controlada por el estado, ha vulgarizado a la sociedad rusa y fomentado la violencia.
"En esta atmósfera de violencia y odio, estos asesinatos sólo continuarán", dijo.
Muchos señalaron que como otros miembros clave de la oposición, Nemtsov estaba siempre seguido por la policía, por lo que resulta difícil imaginar que el asesinato hubiera pasado desapercibido para los agentes.
Algunos indicaron que Nemtsov murió en el recién introducido día feriado en honor de las Fuerzas Especiales, que homenajea a las unidades que tomaron la península ucraniana de Crimea, estableciendo las bases para su anexión por parte de Rusia hace un año.
La muerte de Nemtsov es el asesinato político de mayor nivel que se produce en Rusia desde que otra enemiga del Kremlin, la periodista Anna Politkovskaya, fue baleada en el ascensor de su edificio de apartamentos el día del cumpleaños de Putin en 2006. Cinco chechenos fueron condenados en el caso el año pasado, pero no quedó claro quién ordenó el asesinato.
Algunos expertos especularon con que algunos miembros de la aislacionista rama más dura del gobierno podrían haber influido en la muerte de Nemtsov, quizá contando con que provocara indignación en el exterior y tensaría aún más las relaciones de Moscú con Occidente. Esas relaciones ya estaban en su peor momento desde la Guerra Fría debido a la crisis en Ucrania.
Uno a uno, miles de simpatizantes y dignatarios pasaron el martes ante el ataúd forrado de blanco del opositor Kremlin Boris Nemtsov. Muchos de ellos llevaron flores para presentar sus respetos a una de las figuras más destacadas de la asediada oposición rusa.
Nemtsov fue asesinado el viernes por la noche cuando caminaba con otra persona por un puente cerca del Kremlin. No se ha detenido a ningún sospechoso.
El crimen ha conmocionado a la pequeña y marginalizada oposición rusa. Muchos partidarios de la oposición que el asesinato fue ordenado por el Kremlin en represalia por la férrea oposición de Nemtsov al presidente, Vladimir Putin, mientras que las autoridades han sugerido varios posibles motivos, incluyendo una provocación dirigida a manchar la imagen de Putin.
Cuando quedaba una hora para cerrar las visitas del público, la fila de dolientes de todas las edades se extendía cientos de metros (yardas).
"Él era nuestro rayo de luz. Con su ayuda, creo que Rusia se habría alzado y se habría convertido en un país fuerte. Es el sueño de todos los progresistas en Rusia", dijo Valentina Gorbatova, de 80 años.
Nemtsov, de 55 años, fue vice primer ministro durante el gobierno de Boris Yeltsin y estaba ampliamente considerado como un joven reformista en auge. Sin embargo, el partido de Nemtsov perdió sus escaños en el parlamento al llegar la era Putin.
Aunque su influencia en la cámara se desvaneció, se le seguía considerando como uno de los críticos más visibles y vehementes del presidente. Apenas unas horas antes de su muerte, ofreció una entrevista en una cadena de radio en la que criticó las "locas, agresivas" políticas de Putin en la crisis de Ucrania.
Su cuerpo yacía el martes en un ataúd en el Centro Sajarov del centro de Moscú. El lugar lleva el nombre del disidente de finales de la era soviética Andrei Sajarov, ganador de un Nobel de la Paz.
Al lugar acudieron el embajador estadounidense, John Tefft, y el ex primer ministro Mijail Kasyanov, que ahora está en la oposición. Los vice primeros ministros rusos Sergei Prijodko y Arkady Dvorkovich también asistieron, al igual que la viuda de Yeltsin Naina, según medios rusos.
"Probablemente saben que si no vienen, en algún momento la gente irá a por ellos", dijo sobre los funcionarios del gobierno Irina Jakamada, que era colíder de un partido liberal en el Parlamento con Nemtsov.
El veterano activista de derechos humanos Lev Ponomarev se hizo eco de la opinión de muchas figuras de oposición sobre que el auge de un intenso nacionalismo y de la intolerancia ante la disidencia bajo el mando de Putin, patentes en la televisión controlada por el estado, ha vulgarizado a la sociedad rusa y fomentado la violencia.
"En esta atmósfera de violencia y odio, estos asesinatos sólo continuarán", dijo.
Muchos señalaron que como otros miembros clave de la oposición, Nemtsov estaba siempre seguido por la policía, por lo que resulta difícil imaginar que el asesinato hubiera pasado desapercibido para los agentes.
Algunos indicaron que Nemtsov murió en el recién introducido día feriado en honor de las Fuerzas Especiales, que homenajea a las unidades que tomaron la península ucraniana de Crimea, estableciendo las bases para su anexión por parte de Rusia hace un año.
La muerte de Nemtsov es el asesinato político de mayor nivel que se produce en Rusia desde que otra enemiga del Kremlin, la periodista Anna Politkovskaya, fue baleada en el ascensor de su edificio de apartamentos el día del cumpleaños de Putin en 2006. Cinco chechenos fueron condenados en el caso el año pasado, pero no quedó claro quién ordenó el asesinato.
Algunos expertos especularon con que algunos miembros de la aislacionista rama más dura del gobierno podrían haber influido en la muerte de Nemtsov, quizá contando con que provocara indignación en el exterior y tensaría aún más las relaciones de Moscú con Occidente. Esas relaciones ya estaban en su peor momento desde la Guerra Fría debido a la crisis en Ucrania.