La FIFA restaura la tumba de McCrum, inventor del penalti
Zurich, As
La FIFA restaurará la tumba de William McCrum, el inventor del penalti. Hace 125 años, McCrum, portero del Milford Everton, propuso a la Federación Irlandesa un castigo “para disuadir a los jugadores de las patadas salvajes cerca de las porterías, de los golpes violentos para evitar el gol”, según consta en los archivos de la International Board (IFAB).
McCrum está enterrado en el cementerio de su pueblo, Armagh, en Irlanda del Norte, donde falleció en la Navidad de 1932. Murió en un lupanar, enganchado a la bebida y al juego. Repudiado por su familia, su tumba se ha ido deteriorando con el paso de los años y la FIFA ha decidido pagar su reparación. “La International Board celebra la aportación de William McCrum al fútbol. La FIFA ha aceptado financiar la restauración de su tumba, que está en ruinas”, señaló el órgano garante de las reglas del fútbol en un comunicado con motivo de su asamblea general, el pasado sábado en Belfast (Reino Unido). Blatter añadió que McCrum “fue el padre de uno de los inventos que más pasión y emoción le han dado al fútbol en su historia”.
El presidente de la FIFA, quizás, se refirió más que al penalti en si mismo, a las tandas de penaltis. Pero estas no fueron inventadas por el irlandés McCrum, sino por el español Rafael Ballester. Este exdirectivo del Cádiz ideó las tandas en 1962. Fue en la final del Trofeo Carranza de ese año. El Barcelona y el Zaragoza acabaron empatados y Ballester propuso que el ganador se decidiera con el lanzamiento de cinco penaltis por parte de cada equipo. Ganó el Barça, en la segunda ronda. La solución tuvo tal éxito que la UEFA la implantó en 1971 y la FIFA siguió su ejemplo años después, en 1982.
El homenaje póstumo a William McCrum fue idea de un grupo de aficionados irlandeses que recuperaron su historia y le pidieron a la IFAB que tuviera un recuerdo con el irlandés.
La FIFA restaurará la tumba de William McCrum, el inventor del penalti. Hace 125 años, McCrum, portero del Milford Everton, propuso a la Federación Irlandesa un castigo “para disuadir a los jugadores de las patadas salvajes cerca de las porterías, de los golpes violentos para evitar el gol”, según consta en los archivos de la International Board (IFAB).
McCrum está enterrado en el cementerio de su pueblo, Armagh, en Irlanda del Norte, donde falleció en la Navidad de 1932. Murió en un lupanar, enganchado a la bebida y al juego. Repudiado por su familia, su tumba se ha ido deteriorando con el paso de los años y la FIFA ha decidido pagar su reparación. “La International Board celebra la aportación de William McCrum al fútbol. La FIFA ha aceptado financiar la restauración de su tumba, que está en ruinas”, señaló el órgano garante de las reglas del fútbol en un comunicado con motivo de su asamblea general, el pasado sábado en Belfast (Reino Unido). Blatter añadió que McCrum “fue el padre de uno de los inventos que más pasión y emoción le han dado al fútbol en su historia”.
El presidente de la FIFA, quizás, se refirió más que al penalti en si mismo, a las tandas de penaltis. Pero estas no fueron inventadas por el irlandés McCrum, sino por el español Rafael Ballester. Este exdirectivo del Cádiz ideó las tandas en 1962. Fue en la final del Trofeo Carranza de ese año. El Barcelona y el Zaragoza acabaron empatados y Ballester propuso que el ganador se decidiera con el lanzamiento de cinco penaltis por parte de cada equipo. Ganó el Barça, en la segunda ronda. La solución tuvo tal éxito que la UEFA la implantó en 1971 y la FIFA siguió su ejemplo años después, en 1982.
El homenaje póstumo a William McCrum fue idea de un grupo de aficionados irlandeses que recuperaron su historia y le pidieron a la IFAB que tuviera un recuerdo con el irlandés.