Cameron abre la batalla por su relevo al descartar un tercer mandato
El primer ministro británico anuncia que estas serán sus últimas elecciones y señala a Theresa May, George Osborne y Boris Johnson como posibles sucesores
Pablo Guimón
Londres, El País
David Cameron descarta presentarse a un tercer mandato como primer ministro. Las del próximo 7 de mayo serán, por tanto, las últimas elecciones a las que concurra el actual primer ministro. Con este inesperado anuncio, realizado en una entrevista informal ayer lunes en la BBC, Cameron abre oficialmente la carrera sucesoria dentro del Partido Conservador, para la que señaló los tres candidatos que aportarán, llegado el momento, “un par de ojos frescos” al partido: la ministra de Interior, Theresa May; el canciller del Exchequer, George Osborne, o el alcalde de Londres, Boris Johnson.
“Definitivamente llega un momento en que un par de ojos y un liderazgo frescos pueden ser buenos”, dijo el primer ministro. “El Partido Conservador tiene mucho talento. Estoy rodeado de gente muy buena”. May, Osborne y Johnson eran los tres nombres se venían manejando ya como los candidatos oficiosos para suceder a Cameron en el caso de que una derrota en las elecciones generales abriera la batalla sucesoria en el partido tory. Pero al nombrarlos, en un gesto sin precedentes en la política británica, Cameron convierte en públicas las ambiciones de los tres políticos. Y, en el caso de que continúe siendo primer ministro después del 7 de mayo, abre las puertas a un segundo mandato a la manera estadounidense, con una batalla por la sucesión celebrándose mientras el primer ministro permanece en Downing Street.
Cameron aprovechó para desmentir los rumores de que, si gana las elecciones, podría marcharse a mitad de legislatura. Después, por ejemplo, del referéndum de permanencia en la Unión Europea previsto para 2017. “Ya he dicho que me presento para un segundo mandato completo”, aclaró. “Pero creo que después de eso será la hora de un nuevo liderazgo”.
El líder de la bancada tory en el Parlamento, Michael Gove, compareció inesperadamente en la televisión por la noche, para acallar los temores en sus propias filas de que, al hablar de su retirada en una fecha tan próxima a las elecciones, el primer ministro estuviera debilitando su posición de candidato. “No me sorprendieron las declaraciones del primer ministro”, aseguró Gove. “David Cameron no está interesado en el puesto por lo que este pueda darle. Cree que después de dos mandatos habrá concluido su trabajo”.
La oposición laborista coincidió con los socios de los tories en el Gobierno de coalición, los liberal demócratas, en criticar la “arrogancia” que encierran las palabras del primer ministro. “Es típico de la arrogancia de David Cameron presuponer un tercer mandato tory en 2020 antes de que el pueblo británico haya tenido oportunidad de pronunciarse en estas elecciones”, dijo el jefe de estrategia electoral laborista, Douglas Alexander. “Es increíblemente insolente por su parte preocuparse por un tercer mandato semanas antes de las elecciones”, dijo un portavoz del Partido Liberal Demócrata.
Pronunciarse sobre el momento en que planean abandonar no siempre ha resultado conveniente para los primeros ministros británicos. El anuncio de Tony Blair de que renunciaría a presentarse a unas cuartas elecciones le trajo problemas en la recta final de su mandato, acosado por preguntas de cuándo exactamente iba a abandonar. En el otro extremo, a Margaret Thatcher se la tachó de arrogante tras anunciar en 1987 que “seguiría y seguiría” como primera ministra. Ambos dimitieron en mitad de sus terceros mandatos (entonces fueron de cuatro años, y no de cinco), con diez y once años en el poder, respectivamente.
Pablo Guimón
Londres, El País
David Cameron descarta presentarse a un tercer mandato como primer ministro. Las del próximo 7 de mayo serán, por tanto, las últimas elecciones a las que concurra el actual primer ministro. Con este inesperado anuncio, realizado en una entrevista informal ayer lunes en la BBC, Cameron abre oficialmente la carrera sucesoria dentro del Partido Conservador, para la que señaló los tres candidatos que aportarán, llegado el momento, “un par de ojos frescos” al partido: la ministra de Interior, Theresa May; el canciller del Exchequer, George Osborne, o el alcalde de Londres, Boris Johnson.
“Definitivamente llega un momento en que un par de ojos y un liderazgo frescos pueden ser buenos”, dijo el primer ministro. “El Partido Conservador tiene mucho talento. Estoy rodeado de gente muy buena”. May, Osborne y Johnson eran los tres nombres se venían manejando ya como los candidatos oficiosos para suceder a Cameron en el caso de que una derrota en las elecciones generales abriera la batalla sucesoria en el partido tory. Pero al nombrarlos, en un gesto sin precedentes en la política británica, Cameron convierte en públicas las ambiciones de los tres políticos. Y, en el caso de que continúe siendo primer ministro después del 7 de mayo, abre las puertas a un segundo mandato a la manera estadounidense, con una batalla por la sucesión celebrándose mientras el primer ministro permanece en Downing Street.
Cameron aprovechó para desmentir los rumores de que, si gana las elecciones, podría marcharse a mitad de legislatura. Después, por ejemplo, del referéndum de permanencia en la Unión Europea previsto para 2017. “Ya he dicho que me presento para un segundo mandato completo”, aclaró. “Pero creo que después de eso será la hora de un nuevo liderazgo”.
El líder de la bancada tory en el Parlamento, Michael Gove, compareció inesperadamente en la televisión por la noche, para acallar los temores en sus propias filas de que, al hablar de su retirada en una fecha tan próxima a las elecciones, el primer ministro estuviera debilitando su posición de candidato. “No me sorprendieron las declaraciones del primer ministro”, aseguró Gove. “David Cameron no está interesado en el puesto por lo que este pueda darle. Cree que después de dos mandatos habrá concluido su trabajo”.
La oposición laborista coincidió con los socios de los tories en el Gobierno de coalición, los liberal demócratas, en criticar la “arrogancia” que encierran las palabras del primer ministro. “Es típico de la arrogancia de David Cameron presuponer un tercer mandato tory en 2020 antes de que el pueblo británico haya tenido oportunidad de pronunciarse en estas elecciones”, dijo el jefe de estrategia electoral laborista, Douglas Alexander. “Es increíblemente insolente por su parte preocuparse por un tercer mandato semanas antes de las elecciones”, dijo un portavoz del Partido Liberal Demócrata.
Pronunciarse sobre el momento en que planean abandonar no siempre ha resultado conveniente para los primeros ministros británicos. El anuncio de Tony Blair de que renunciaría a presentarse a unas cuartas elecciones le trajo problemas en la recta final de su mandato, acosado por preguntas de cuándo exactamente iba a abandonar. En el otro extremo, a Margaret Thatcher se la tachó de arrogante tras anunciar en 1987 que “seguiría y seguiría” como primera ministra. Ambos dimitieron en mitad de sus terceros mandatos (entonces fueron de cuatro años, y no de cinco), con diez y once años en el poder, respectivamente.