Astronautas se acoplan a la Estación Espacial

Baikonur, AP
La cápsula que transportaba a un ruso y un estadounidense que estarán un año fuera de la Tierra se acopló el sábado con la Estación Espacial Internacional.


Mijaíl Kornienko y Scott Kelly están programados para pasar 342 días a bordo del laboratorio orbital, cerca del doble de una misión usual en la estación. La cápsula Soyuz, que también llevaba al ruso Gennady Padalka para una estancia de seis meses, se acopló unas seis horas después del lanzamiento desde la instalación espacial de Rusia en Kazajistán.

Una vez que las compuertas se abran tras un largo procedimiento, los tres entrarán a la estación para unirse al estadounidense Terry Virts, el ruso Anton Shkaplerov y la italiana Samantha Cristoforetti, que han estado ahí desde noviembre pasado.

La misión es el primer intento de la NASA por mantener astronautas en el espacio durante un año. Cuatro rusos han pasado al menos un año en órbita, todos ellos en la estación espacial Mir, construida por la Unión Soviética.

La estancia tiene el objetivo de medir los efectos prolongados de la falta de gravedad en el cuerpo humano, un paso hacia una posible misión a Marte y otros lugares.

El gemelo idéntico de Kelly, Mark, un astronauta retirado, acordó participar en muchos de esos mismos experimentos médicos que su hermano en órbita para ayudar a los científicos a observar cómo se comporta un cuerpo en el espacio con su doble genético en tierra. Los hermanos tienen 51 años de edad.

Kelly y Kornienko, de 54 años, permanecerán a bordo hasta marzo entrante. En ese periodo se someterán a extensos experimentos médicos, y prepararán la estación para la ansiada llegada en 2017 de cápsulas comerciales estadounidenses. Eso significa una serie de caminatas espaciales para Kelly, las primeras en las que participa.

Ambos también supervisarán la llegada y partida de varias naves de carga, así como de otras tripulaciones lanzadas desde Rusia, y la visita en septiembre de la cantante Sarah Brightman en un viaje de "turismo espacial".

Los doctores están ansiosos por ver qué sucede con Kelly y Kornienko una vez que rebasen la estancia promedio de seis meses en la estación espacial.

Los huesos y músculos se debilitan ante la falta de gravedad, al igual que el sistema inmunológico. Los fluidos corporales se dirigen a la cabeza, lo que pone presión sobre el cerebro y los ojos y perjudica la visión de algunos astronautas en el espacio.

La estadía de un año les permitirá a los doctores evaluar si esas condiciones se agravan por un largo periodo en órbita o si llegan a un punto de estasis o incluso si disminuyen.

La NASA nunca ha mandado al espacio a alguien por más de siete meses consecutivos. Los rusos tienen el récord mundial de 14 meses en el espacio, impuesto por Valery Polyakov a bordo de la ex estación Mir entre 1994 y 1995. Varios rusos pasaron entre 8 y 12 meses a bordo de la Mir. Todos, con excepción de uno, siguen vivos.

Un año en el espacio no sólo presenta desafíos físicos sino también emocionales.

Un día antes del despegue, Kornienko dijo que extrañaría los paisajes naturales. Incluso durante su misión de 2010, que fue de la mitad del tiempo, dijo haber solicitado que le enviaran un calendario con fotos de ríos y bosques.

Kelly comentó que uno de sus más grandes retos sería mantener cierto ritmo mental para tener energía durante todo el año en el laboratorio.

Pero bromeó que no extrañaría a su hermano.

"He pasado más tiempo sin verlo, y fue grandioso", señaló.

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