Señalan que Jhonny Gil ya no es militar, pero sigue detenido
La Paz, Erbol
El líder de las movilizaciones de suboficiales y sargentos, Johnny Félix Gil, ya fue sancionado con la baja de la entidad castrense, dejó de percibir sueldo y ahora es un civil, sin embargo sigue detenido en un calabozo del Estado Mayor en La Paz, informó Roberto de la Cruz.
“Nos enteramos que el suboficial Félix Gil ya había sido dado de baja de la institución militar en enero, eso significa que ya se le ha juzgado y fue sancionado, pese a esta sanción, lo siguen teniendo como prisionero”, dijo.
Explicó que la resolución de baja se ratificó en enero y se notificó hace pocos días atrás.
De la Cruz recalcó que Gil ya no percibe salario desde enero, ya no es militar, pero sigue “encerrado en el cuartel militar”.
Aseveró que la esposa del exsuboficial Gil no tiene una fuente laboral y debe cuidar de tres hijos y sus padres ancianos.
Indicó que el hijo de 16 años de la pareja tuvo que dedicarse al comercio informal para sustentar a sus seres queridos.
“Lo único que está haciendo su familia, su esposa, es llorar, llorar y llorar, sin saber qué hacer”, agregó.
El líder de las movilizaciones de suboficiales y sargentos, Johnny Félix Gil, ya fue sancionado con la baja de la entidad castrense, dejó de percibir sueldo y ahora es un civil, sin embargo sigue detenido en un calabozo del Estado Mayor en La Paz, informó Roberto de la Cruz.
“Nos enteramos que el suboficial Félix Gil ya había sido dado de baja de la institución militar en enero, eso significa que ya se le ha juzgado y fue sancionado, pese a esta sanción, lo siguen teniendo como prisionero”, dijo.
Explicó que la resolución de baja se ratificó en enero y se notificó hace pocos días atrás.
De la Cruz recalcó que Gil ya no percibe salario desde enero, ya no es militar, pero sigue “encerrado en el cuartel militar”.
Aseveró que la esposa del exsuboficial Gil no tiene una fuente laboral y debe cuidar de tres hijos y sus padres ancianos.
Indicó que el hijo de 16 años de la pareja tuvo que dedicarse al comercio informal para sustentar a sus seres queridos.
“Lo único que está haciendo su familia, su esposa, es llorar, llorar y llorar, sin saber qué hacer”, agregó.
