Octavo 'grande' para Djokovic, maldición para Murray
El serbio logra su quinto Open de Australia al imponerse a Andy Murray por 7-6 (5), 6-7 (4), 6-3 y 6-0. El escocés asciende a la cuarta plaza de la ATP.
Melbourne, As
Novak Djokovic sigue siendo en Australia una maldición para Andy Murray, a quien el serbio, número uno mundial consolidado, impide sistemáticamente alzar la Norman Brookes Cup, el trofeo de campeón del Abierto de Australia. Es el mismo trofeo que Djokovic eleva por quinta vez (récord en Era Open, solo superado por los seis totales de Roy Emerson), para firmar ya un total de ocho conquistas en Grand Slam. La final llegó a ser un pulso agónico donde Murray se rindió tras hacer demasiadas concesiones en momentos vitales. Mentalmente superior, pese a problemas con una ampolla infectada en la mano derecha, Djokovic firmó su quinto Campeonato en Australia con tanteo de 7-6 (5), 6-7 (4), 6-3 y 6-0, en tres horas y 39 minutos. Los dos primeros sets duraron dos horas y 32 minutos, con 80 minutos para el segundo... Roy Emerson entregó a Djokovic la Norman Brookes Cup.
Se trata de la cuarta vez que 'The Djoker' bate a Murray en Melbourne, tercera en una final australiana. Djokovic rebasa la cota de 12.000 puntos al frente de la ATP y Murray abandonará Melbourne como cuarto jugador mundial. De haber ganado , el escocés habría subido a la tercera posición, hoy en poder de Rafa Nadal. Con 17 grados tras la lluvia por la mañana, el árbitro estadounidense Jake Gardner dio la orden de jugar una final que se vio interrumpida con 4-3 para Djokovic en el segundo set, por la irrupción de dos espectadores en la pista del Rod Laver Arena, apoyados por el despliegue de una pancarta donde podía leerse, en juego de palabras: "Australian Open for refugees, no to the Venus": 'Australia Abierta para los refugiados, no a los Centros de Acogida'. La seguridad del Rod Laver Arena blindó a Djokovic y Murray mientras Gardner bajaba a la pista y el partido se interrumpía.
La brutal batalla de desgaste arruinó las reservas de Murray al paso por las tres horas de juego: el sensacional resto de Djokovic redujo al 38% el porcentaje de puntos ganados por Murray con sus segundos saques... que andaban a una media de 134 km/h (Djokovic, 158), cuando en la final femenina, Sharapova había registrado 157 km/h en ese mismo departamento... y Serena Williams, 150. De este modo, Djokovic hizo casi insostenibles los turnos de servicio de Murray, que sufrió nueve roturas de servicio en las 16 oportunidades que gestionó Djokovic. Andy quebró los saques de Djokovic en cinco de 12 oportunidades. Además, Djokovic dominó en golpes ganadores (53-41), lo que anuló las precauciones de Murray: solo 27 errores no forzados por 40 de Novak.
Tras el brutal combate de los dos primeros sets, que agruparon 64 peloteos con nueve o más golpes, Murray fue bajando los brazos, frustrado por su falta de resolución para gobernar momentos tan delicados como el 'tiebreak' del set inicial: 5/5, saque y volea fallada por Murray ante un Djokovic frustrado y dolorido. En el cuarto set, Andy Murray ya solo tenía más horizonte que la derrota. Y 'The Djoker', Djokovic, danzaba entre las gritonas cornejas y los chillones 'sparrows' de la noche de Melbourne, rumbo a su octavo título de Grand Slam.
Melbourne, As
Novak Djokovic sigue siendo en Australia una maldición para Andy Murray, a quien el serbio, número uno mundial consolidado, impide sistemáticamente alzar la Norman Brookes Cup, el trofeo de campeón del Abierto de Australia. Es el mismo trofeo que Djokovic eleva por quinta vez (récord en Era Open, solo superado por los seis totales de Roy Emerson), para firmar ya un total de ocho conquistas en Grand Slam. La final llegó a ser un pulso agónico donde Murray se rindió tras hacer demasiadas concesiones en momentos vitales. Mentalmente superior, pese a problemas con una ampolla infectada en la mano derecha, Djokovic firmó su quinto Campeonato en Australia con tanteo de 7-6 (5), 6-7 (4), 6-3 y 6-0, en tres horas y 39 minutos. Los dos primeros sets duraron dos horas y 32 minutos, con 80 minutos para el segundo... Roy Emerson entregó a Djokovic la Norman Brookes Cup.
Se trata de la cuarta vez que 'The Djoker' bate a Murray en Melbourne, tercera en una final australiana. Djokovic rebasa la cota de 12.000 puntos al frente de la ATP y Murray abandonará Melbourne como cuarto jugador mundial. De haber ganado , el escocés habría subido a la tercera posición, hoy en poder de Rafa Nadal. Con 17 grados tras la lluvia por la mañana, el árbitro estadounidense Jake Gardner dio la orden de jugar una final que se vio interrumpida con 4-3 para Djokovic en el segundo set, por la irrupción de dos espectadores en la pista del Rod Laver Arena, apoyados por el despliegue de una pancarta donde podía leerse, en juego de palabras: "Australian Open for refugees, no to the Venus": 'Australia Abierta para los refugiados, no a los Centros de Acogida'. La seguridad del Rod Laver Arena blindó a Djokovic y Murray mientras Gardner bajaba a la pista y el partido se interrumpía.
La brutal batalla de desgaste arruinó las reservas de Murray al paso por las tres horas de juego: el sensacional resto de Djokovic redujo al 38% el porcentaje de puntos ganados por Murray con sus segundos saques... que andaban a una media de 134 km/h (Djokovic, 158), cuando en la final femenina, Sharapova había registrado 157 km/h en ese mismo departamento... y Serena Williams, 150. De este modo, Djokovic hizo casi insostenibles los turnos de servicio de Murray, que sufrió nueve roturas de servicio en las 16 oportunidades que gestionó Djokovic. Andy quebró los saques de Djokovic en cinco de 12 oportunidades. Además, Djokovic dominó en golpes ganadores (53-41), lo que anuló las precauciones de Murray: solo 27 errores no forzados por 40 de Novak.
Tras el brutal combate de los dos primeros sets, que agruparon 64 peloteos con nueve o más golpes, Murray fue bajando los brazos, frustrado por su falta de resolución para gobernar momentos tan delicados como el 'tiebreak' del set inicial: 5/5, saque y volea fallada por Murray ante un Djokovic frustrado y dolorido. En el cuarto set, Andy Murray ya solo tenía más horizonte que la derrota. Y 'The Djoker', Djokovic, danzaba entre las gritonas cornejas y los chillones 'sparrows' de la noche de Melbourne, rumbo a su octavo título de Grand Slam.