Ministro de Finanzas asegura que “hará todo lo posible para evitar un default” en Grecia
Berlín, AFP
Los ministros griego y alemán de Finanzas, Yanis Varoufakis y Wolfgang Schäuble, constataron el jueves en una conferencia de prensa su desacuerdo sobre muchos puntos e indicaron que no habían encontrado soluciones al problema de la deuda.
“Todavía no estamos realmente de acuerdo en lo que tenemos que hacer ahora”, reconoció Schäuble al término de una reunión con su homólogo griego, pero “estamos de acuerdo en que no estamos de acuerdo“, dijo en inglés.
Varoufakis, que concluye en la capital alemana su gira por varios países europeos, no llegó a tanto. “En mi opinión, ni siquiera nos pusimos de acuerdo sobre el hecho de no estar de acuerdo”.
“Estamos de acuerdo en iniciar las deliberaciones, en tanto que socios, con una orientación común hacia una solución común para los problemas europeos”, indicó.
En el encuentro del jueves, el primero entre las autoridades de ambos países tras la histórica victoria de la izquierda radical en Atenas, no estaba previsto que hubiera soluciones, precisaron los dos ministros. Una quita parcial de la deuda helena “no está en discusión” ni estaba sobre la mesa, sostuvieron los ministros.
Varoufakis aseguró que Grecia hace “todo para evitar” un default, en pleno intento de renegociar las condiciones de su enorme deuda, en un contexto particularmente difícil tras la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de retirar el trato de favor que otorgaba a los bancos griegos y que complica la financiación de estos y del Estado.
No obstante, el BCE está dispuesto, según una fuente, a conceder hasta 60.000 millones de euros en préstamos de emergencia a los bancos griegos.
Según Schäuble, las discusiones sobre la deuda griega “deben realizarse” con la troika que reúne a los acreedores públicos, es decir, la Comisión Europea, el BCE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), descartando la idea de un cambio de interlocutor como ha anunciado Atenas.
Inflexible defensor del rigor presupuestario en Europa, el ministro alemán no ocultó que “no pudo esconder su escepticismo” a su homólogo sobre algunas medidas anunciadas por el nuevo gobierno griego, que no “van necesariamente en la buena dirección”.
Los ministros griego y alemán de Finanzas, Yanis Varoufakis y Wolfgang Schäuble, constataron el jueves en una conferencia de prensa su desacuerdo sobre muchos puntos e indicaron que no habían encontrado soluciones al problema de la deuda.
“Todavía no estamos realmente de acuerdo en lo que tenemos que hacer ahora”, reconoció Schäuble al término de una reunión con su homólogo griego, pero “estamos de acuerdo en que no estamos de acuerdo“, dijo en inglés.
Varoufakis, que concluye en la capital alemana su gira por varios países europeos, no llegó a tanto. “En mi opinión, ni siquiera nos pusimos de acuerdo sobre el hecho de no estar de acuerdo”.
“Estamos de acuerdo en iniciar las deliberaciones, en tanto que socios, con una orientación común hacia una solución común para los problemas europeos”, indicó.
En el encuentro del jueves, el primero entre las autoridades de ambos países tras la histórica victoria de la izquierda radical en Atenas, no estaba previsto que hubiera soluciones, precisaron los dos ministros. Una quita parcial de la deuda helena “no está en discusión” ni estaba sobre la mesa, sostuvieron los ministros.
Varoufakis aseguró que Grecia hace “todo para evitar” un default, en pleno intento de renegociar las condiciones de su enorme deuda, en un contexto particularmente difícil tras la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de retirar el trato de favor que otorgaba a los bancos griegos y que complica la financiación de estos y del Estado.
No obstante, el BCE está dispuesto, según una fuente, a conceder hasta 60.000 millones de euros en préstamos de emergencia a los bancos griegos.
Según Schäuble, las discusiones sobre la deuda griega “deben realizarse” con la troika que reúne a los acreedores públicos, es decir, la Comisión Europea, el BCE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), descartando la idea de un cambio de interlocutor como ha anunciado Atenas.
Inflexible defensor del rigor presupuestario en Europa, el ministro alemán no ocultó que “no pudo esconder su escepticismo” a su homólogo sobre algunas medidas anunciadas por el nuevo gobierno griego, que no “van necesariamente en la buena dirección”.