La estrategia de seguridad de EE UU promete “impedir la agresión rusa”
El nuevo documento reafirma el compromiso de Obama con el multilateralismo
Joan Faus
Washington, El País
El informe de la estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos es un ritual que permite desde hace tres décadas medir la evolución de las prioridades y amenazas en política exterior de la primera potencia mundial. La Administración Obama difundió su primera estrategia en mayo de 2010. Y este viernes ha presentado la segunda y última de su presidencia, que finaliza en enero de 2017. En estos casi cinco años, se han cumplido algunos objetivos y previsiones, pero otros han fracasado.
La relación con Rusia es uno de los mejores termómetros. En 2010, mejorar los lazos con Moscú era una prioridad. Era la época del llamado reset. Pero ahora, los fantasmas de la Guerra Fría han reaparecido y el objetivo es frenar la injerencia rusa desde hace casi un año en Ucrania. "Vamos a impedir la agresión rusa, permaneceremos atentos a sus capacidades estratégicas, y, si es necesario, ayudaremos a nuestros aliados y socios a resistir la coacción rusa a largo plazo", señala el informe de 29 páginas.
La asesora de seguridad nacional, Susan Rice, ha admitido este viraje. "Gran parte de nuestra atención y recursos serán para Rusia. En 2010, teníamos otra perspectiva y orientación", ha señalado en un coloquio en el centro de estudios Brookings sobre la nueva estrategia. Rice insistió en el mensaje oficial de que, si Rusia no da marcha atrás en su injerencia en Ucrania, EE UU, junto a sus socios europeos, ampliarán los "costes" para Moscú.
La asesora de Obama explicó que Washington sigue sopesando si entrega armas al Ejército ucraniano en su lucha contra los rebeldes prorrusos.
"Estamos analizando los siguientes pasos con nuestros socios europeos", dijo. Pero, en un matiz significativo, dijo que le gustaría tomar la decisión de armar a Kiev en "coordinación" con sus socios. Es un detalle relevante porque algunos países europeos, como Francia y Alemania, se oponen a entregar ayuda militar letal, mientras Polonia y algunas naciones bálticas optan por lo contrario. Hasta ahora, EE UU ha coordinado con la Unión Europea todas las sanciones económicas contra Rusia.
La estrategia de seguridad también incide en el compromiso estadounidense de garantizar la defensa de los países del centro y el norte de Europa, miembros de la Alianza, ante cualquier amenaza rusa. Pero, a su vez, Rice destacó que EE UU desea seguir colaborando con Rusia en otros asuntos globales, como la guerra siria o las negociaciones nucleares con Irán.
El documento presentado coincide en grandes líneas con la doctrina en política exterior anunciada por Obama en un discurso en mayo en la academia militar de West Point. La filosofía es que EE UU sigue siendo la nación indispensable que debe liderar las grandes crisis y que estas no se pueden solucionar únicamente con acciones militares. Pero debe ser un liderazgo realista, y con un enfoque multilateralista.
Joan Faus
Washington, El País
El informe de la estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos es un ritual que permite desde hace tres décadas medir la evolución de las prioridades y amenazas en política exterior de la primera potencia mundial. La Administración Obama difundió su primera estrategia en mayo de 2010. Y este viernes ha presentado la segunda y última de su presidencia, que finaliza en enero de 2017. En estos casi cinco años, se han cumplido algunos objetivos y previsiones, pero otros han fracasado.
La relación con Rusia es uno de los mejores termómetros. En 2010, mejorar los lazos con Moscú era una prioridad. Era la época del llamado reset. Pero ahora, los fantasmas de la Guerra Fría han reaparecido y el objetivo es frenar la injerencia rusa desde hace casi un año en Ucrania. "Vamos a impedir la agresión rusa, permaneceremos atentos a sus capacidades estratégicas, y, si es necesario, ayudaremos a nuestros aliados y socios a resistir la coacción rusa a largo plazo", señala el informe de 29 páginas.
La asesora de seguridad nacional, Susan Rice, ha admitido este viraje. "Gran parte de nuestra atención y recursos serán para Rusia. En 2010, teníamos otra perspectiva y orientación", ha señalado en un coloquio en el centro de estudios Brookings sobre la nueva estrategia. Rice insistió en el mensaje oficial de que, si Rusia no da marcha atrás en su injerencia en Ucrania, EE UU, junto a sus socios europeos, ampliarán los "costes" para Moscú.
La asesora de Obama explicó que Washington sigue sopesando si entrega armas al Ejército ucraniano en su lucha contra los rebeldes prorrusos.
"Estamos analizando los siguientes pasos con nuestros socios europeos", dijo. Pero, en un matiz significativo, dijo que le gustaría tomar la decisión de armar a Kiev en "coordinación" con sus socios. Es un detalle relevante porque algunos países europeos, como Francia y Alemania, se oponen a entregar ayuda militar letal, mientras Polonia y algunas naciones bálticas optan por lo contrario. Hasta ahora, EE UU ha coordinado con la Unión Europea todas las sanciones económicas contra Rusia.
La estrategia de seguridad también incide en el compromiso estadounidense de garantizar la defensa de los países del centro y el norte de Europa, miembros de la Alianza, ante cualquier amenaza rusa. Pero, a su vez, Rice destacó que EE UU desea seguir colaborando con Rusia en otros asuntos globales, como la guerra siria o las negociaciones nucleares con Irán.
El documento presentado coincide en grandes líneas con la doctrina en política exterior anunciada por Obama en un discurso en mayo en la academia militar de West Point. La filosofía es que EE UU sigue siendo la nación indispensable que debe liderar las grandes crisis y que estas no se pueden solucionar únicamente con acciones militares. Pero debe ser un liderazgo realista, y con un enfoque multilateralista.