Intensos combates cerca de Alepo mientras ONU impulsa tregua
Beirut, AP
Rebeldes sirios se enfrentaron el miércoles en batallas mortíferas con tropas gubernamentales en el norte de la dividida ciudad de Alepo, mientras ambas partes buscaban ampliar el territorio que controlan mientras el enviado de la ONU trata de lograr un acuerdo de cese al fuego en esa ciudad devastada por la guerra.
Los enfrentamientos comenzaron con una ofensiva del gobierno lanzada pocas horas antes de que el enviado, Staffan de Mistura, dijera que el presidente sirio Bashar Assad había expresado voluntad de suspender los bombardeos sobre Alepo durante seis semanas.
La pausa prepararía el terreno para un plan propuesto por la ONU de "congelar" las hostilidades en la ciudad más grande de Siria. Sin embargo, rebeldes y activistas de oposición dijeron que desconfían profundamente —con base en pasadas experiencias y esfuerzos de paz similares que se han desmoronado— de que el gobierno acate cualquier tregua.
"El régimen dice que quiere dialogar, luego ataca posiciones rebeldes", dijo Bahaa Halaby, un activista en Alepo. Señaló que se estaban registrando intensos combates en el norte de la ciudad el miércoles.
Fuerzas del gobierno sirio respaldadas por combatientes chiíes, incluido el grupo libanés Jezbolá, lanzaron el martes un ataque sorpresivo, capturando varias villas que los acercaron más a su objetivo de cortar la principal ruta de abastecimiento para los rebeldes en Alepo y asediando áreas de la ciudad controladas por la oposición.
Más de un ciento de personas murieron en los combates del miércoles con bajas en ambas partes, en una contraofensiva en la cual los rebeldes recuperaron gran parte del territorio perdido un día antes, dijeron activistas.
Un video aficionado publicado por rebeldes mostraba los cadáveres de al menos 25 soldados sirios y hombres armados pro gubernamentales en el suburbio de Mallah, dispersos en un lodoso campo abierto. El video parecía auténtico y concordaba con otros reportes de The Associated Press sobre enfrentamientos violentos que estaban ocurriendo.
Por su parte, canales de televisión pro gubernamentales transmitieron imágenes mostrando soldados corriendo atrás de tanques en parajes cubiertos de humo, y combatientes manejando vehículos con metralletas pesadas, teniendo como telón de fondo disparos ininterrumpidos y explosiones.
Pocas horas después de que inició el martes la ofensiva del gobierno, De Mistura ofreció un rayo de esperanza sobre sus esfuerzos para encontrar una solución a la guerra civil de Siria, diciendo en una sesión informativa al Consejo de Seguridad de la ONU que Assad había acordado detener los ataques aéreos y disparos de artillería en Alepo durante un período de seis semanas.
"Seamos francos, no me ilusiono porque con base en experiencias pasadas este será un asunto difícil de conseguir", dijo De Mistura. Agregó, sin embargo, que regresaría a Damasco "tan pronto como sea posible" para anunciar una fecha de inicio.
Rebeldes dijeron que la ofensiva del gobierno demostró que Damasco no era formal, y señalaron que tienen serias dudas respecto a cómo podría ocurrir un congelamiento de las hostilidades en una ciudad que fue alguna vez la capital comercial de Siria y ahora es un sitio desolado y mosaico de varios grupos rebeldes.
Además, el grupo extremista Estado Islámico se encuentra aproximadamente a 30 kilómetros (18 millas) al noreste de la ciudad.
Rebeldes sirios se enfrentaron el miércoles en batallas mortíferas con tropas gubernamentales en el norte de la dividida ciudad de Alepo, mientras ambas partes buscaban ampliar el territorio que controlan mientras el enviado de la ONU trata de lograr un acuerdo de cese al fuego en esa ciudad devastada por la guerra.
Los enfrentamientos comenzaron con una ofensiva del gobierno lanzada pocas horas antes de que el enviado, Staffan de Mistura, dijera que el presidente sirio Bashar Assad había expresado voluntad de suspender los bombardeos sobre Alepo durante seis semanas.
La pausa prepararía el terreno para un plan propuesto por la ONU de "congelar" las hostilidades en la ciudad más grande de Siria. Sin embargo, rebeldes y activistas de oposición dijeron que desconfían profundamente —con base en pasadas experiencias y esfuerzos de paz similares que se han desmoronado— de que el gobierno acate cualquier tregua.
"El régimen dice que quiere dialogar, luego ataca posiciones rebeldes", dijo Bahaa Halaby, un activista en Alepo. Señaló que se estaban registrando intensos combates en el norte de la ciudad el miércoles.
Fuerzas del gobierno sirio respaldadas por combatientes chiíes, incluido el grupo libanés Jezbolá, lanzaron el martes un ataque sorpresivo, capturando varias villas que los acercaron más a su objetivo de cortar la principal ruta de abastecimiento para los rebeldes en Alepo y asediando áreas de la ciudad controladas por la oposición.
Más de un ciento de personas murieron en los combates del miércoles con bajas en ambas partes, en una contraofensiva en la cual los rebeldes recuperaron gran parte del territorio perdido un día antes, dijeron activistas.
Un video aficionado publicado por rebeldes mostraba los cadáveres de al menos 25 soldados sirios y hombres armados pro gubernamentales en el suburbio de Mallah, dispersos en un lodoso campo abierto. El video parecía auténtico y concordaba con otros reportes de The Associated Press sobre enfrentamientos violentos que estaban ocurriendo.
Por su parte, canales de televisión pro gubernamentales transmitieron imágenes mostrando soldados corriendo atrás de tanques en parajes cubiertos de humo, y combatientes manejando vehículos con metralletas pesadas, teniendo como telón de fondo disparos ininterrumpidos y explosiones.
Pocas horas después de que inició el martes la ofensiva del gobierno, De Mistura ofreció un rayo de esperanza sobre sus esfuerzos para encontrar una solución a la guerra civil de Siria, diciendo en una sesión informativa al Consejo de Seguridad de la ONU que Assad había acordado detener los ataques aéreos y disparos de artillería en Alepo durante un período de seis semanas.
"Seamos francos, no me ilusiono porque con base en experiencias pasadas este será un asunto difícil de conseguir", dijo De Mistura. Agregó, sin embargo, que regresaría a Damasco "tan pronto como sea posible" para anunciar una fecha de inicio.
Rebeldes dijeron que la ofensiva del gobierno demostró que Damasco no era formal, y señalaron que tienen serias dudas respecto a cómo podría ocurrir un congelamiento de las hostilidades en una ciudad que fue alguna vez la capital comercial de Siria y ahora es un sitio desolado y mosaico de varios grupos rebeldes.
Además, el grupo extremista Estado Islámico se encuentra aproximadamente a 30 kilómetros (18 millas) al noreste de la ciudad.