El Supremo de Canadá permite el suicidio médicamente asistido

El "derecho a vivir" no debe convertirse en una "obligación de vivir", dice en una sentencia

Emilio de Benito
Madrid, El País
El Tribunal Supremo de Canadá ha revocado este viernes por unanimidad la prohibición del suicidio médicamente asistido. El fallo da 12 meses a los Estados y al Gobierno del país para elaborar la ley correspondiente. Si no lo hacen, el tribunal no procesará a los facultativos que ayuden a alguien a morir.


La decisión tiene un marco muy claro: los médicos podrán ayudar a quitarse la vida, facilitando los fármacos correspondientes, a personas adultas en plenas facultades que padezcan un sufrimiento —físico o psicológico— intolerable y permanente y que hayan manifestado claramente su voluntad de acabar con su vida, según han informado los medios locales. La sentencia afirma que el “derecho a vivir” no debe transformarse en una “obligación de vivir”. El fallo no obliga a los médicos a colaborar con quien les pida ayuda para quitarse la vida. Estos podrán objetar si así lo consideran.

Esta forma de acabar con el sufrimiento consiste en que un médico aconseja y receta la combinación de fármacos que deben tomarse para morir, pero es el interesado quien debe ingerirlos por sus medios.

La sentencia pone fin a las demandas de dos personas: Lee Carter —cuya madre, Kay, padecía una enfermedad degenerativa— y Gloria Taylor. Kay Carter murió en Suiza, donde esta práctica se permite, en 2010. Gloria Taylor falleció por la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que padecía en Canadá en 2012.

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