Aduriz castiga con su fe a un Rayo ultradefensivo
El Athletic escapa del peligro gracias al oportunismo de su gran ariete. El noveno tanto de Aduriz castigó a un Rayo ultradefensivo, una versión conocida, la antítesis del espíritu de Paco Jémez, cada vez que visita Bilbao. No derribó el muro vallecano hasta el minuto 86, por pura cuestión de fe, de Balenziaga y Aduriz. Borbalán, que puso de los nervios al público por su descarado arbitraje en contra de los leones, fue su otro enemigo.
El partido comenzó con una clarísima ocasión de Unai López. Mandó fuera un balón en bandeja de Aduriz, soberbio en el recorte. Era la sorpresa de Valverde, quien debió tener cargo de conciencia por su titularidad y a la media hora le sentó. El Rayo trataba de asociarse sin desdoblamientos. Sólo cruzaba la parcela central cuando Kakuta cogía la moto.
Volvió a tener otra opción el Athletic en una falta de Susaeta, cabeceada por Laporte. Toño voló antes de lesionarse. Los leones maldecían al juez de línea de su ataque. No señaló una clara mano de Nacho que era la segunda amarilla (hasta Paco la vio y le quitó) y levantó mal el banderín por fuera de juego de Rico, que marcó de vaselina.
La entrada de Williams fue decisiva, rozó el gol y dio energía. El Rayo seguía agarrando en los córners y pidiendo la hora. Cayó fulminado.
