Tsipras juramenta como primer ministro de Grecia
Atenas, AP
El líder radical de izquierda Alexis Tsipras juramentó el lunes como nuevo primer ministro de Grecia, tras formar una inesperada alianza con el pequeño partido de derecha Griegos Independientes, anticipando un posible enfrentamiento en torno al plan de rescate.
El político de 40 años rompió con la tradición y pronunció un juramento laico en lugar de la ceremonia religiosa griega ortodoxa con la que habitualmente asumen los primeros ministros.
Su partido Syriza obtuvo el lunes el apoyo que necesitaba para formar un gobierno, al lograr el respaldo de Griegos Independientes, que obtuvo el 4,7% de los votos en las elecciones del domingo.
La alianza entre los dos partidos ideológicamente opuestos, cuyo único punto en común es la oposición al rescate, causó sorpresa pero hizo subir las bolsas europeas, temerosas de un resultado incierto y una nueva elección.
Syriza ganó el 36,3% de los votos en las elecciones generales del domingo, pero obtuvo dos bancas menos de la mayoría necesaria en el Parlamento de 300 bancas para formar gobierno propio.
Se esperaba para las próximas horas los anuncios de quiénes serán los ministros y si habrá una coalición o bien un gobierno minoritario de Syriza apoyado por Griegos Independientes.
Tsipras ha prometido renegociar los acuerdos de rescate a Grecia, pero sin tomar medidas unilaterales contra los prestamistas de otros países de la eurozona.
La decisión de Tsipras de negociar con los nacionalistas de Griegos Independientes —un grupo alineado en Europa con el Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP)— en lugar del centrista griego Potami generó temores de una posición intransigente en las negociaciones con los prestamistas.
El dirigente de Potami, Stavros Theodorakis, dijo que Griegos Independientes es un partido "de extrema derecha y antieuropeo".
El funcionario de planificación financiera de Syriza, Giorgos Stathakis, confirmó el lunes que el nuevo gobierno no prevería reunirse con la "troika", el grupo conformado por el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional, que ayudaron a Grecia en el rescate financiero, sino que buscaría conversaciones directas con los gobiernos.
El electorado se volcó hacia el partido de izquierda, antes marginal, después de cinco años de duras medidas de austeridad exigidas por el plan de rescate de 240.000 millones de euros (268.000 millones de dólares) que dejó a cientos de miles sin trabajo y casi un tercio del país sin seguro de salud estatal.
Miles de partidarios salieron a escuchar a Tsipras en el centro de Atenas después que sus adversarios reconocieron el triunfo.
"El pueblo griego ha escrito su historia", dijo entre aplausos. "Grecia deja atrás la catastrófica austeridad, el miedo y el gobierno autócrata".
El nuevo gobierno enfrenta problemas de iliquidez, un superávit primario decreciente, pagos inminentes de deuda y límites a los fondos que puede recaudar mediante subastas de bonos del tesoro.
Megan Greene, economista jefe de Manulife Asset Management, dijo que el gobierno no podrá manejar sus operaciones diarias y pagar los vencimientos de deuda de marzo sin fondos adicionales de los acreedores internacionales.
"Syriza y sus acreedores están atrapados en un nudo gordiano, las dos partes tendrán que ceder en algo. Ni Grecia ni sus acreedores quieren que Grecia caiga en default o abandone la eurozona, así que habrá un acuerdo", dijo Greene a la AP.
El líder radical de izquierda Alexis Tsipras juramentó el lunes como nuevo primer ministro de Grecia, tras formar una inesperada alianza con el pequeño partido de derecha Griegos Independientes, anticipando un posible enfrentamiento en torno al plan de rescate.
El político de 40 años rompió con la tradición y pronunció un juramento laico en lugar de la ceremonia religiosa griega ortodoxa con la que habitualmente asumen los primeros ministros.
Su partido Syriza obtuvo el lunes el apoyo que necesitaba para formar un gobierno, al lograr el respaldo de Griegos Independientes, que obtuvo el 4,7% de los votos en las elecciones del domingo.
La alianza entre los dos partidos ideológicamente opuestos, cuyo único punto en común es la oposición al rescate, causó sorpresa pero hizo subir las bolsas europeas, temerosas de un resultado incierto y una nueva elección.
Syriza ganó el 36,3% de los votos en las elecciones generales del domingo, pero obtuvo dos bancas menos de la mayoría necesaria en el Parlamento de 300 bancas para formar gobierno propio.
Se esperaba para las próximas horas los anuncios de quiénes serán los ministros y si habrá una coalición o bien un gobierno minoritario de Syriza apoyado por Griegos Independientes.
Tsipras ha prometido renegociar los acuerdos de rescate a Grecia, pero sin tomar medidas unilaterales contra los prestamistas de otros países de la eurozona.
La decisión de Tsipras de negociar con los nacionalistas de Griegos Independientes —un grupo alineado en Europa con el Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP)— en lugar del centrista griego Potami generó temores de una posición intransigente en las negociaciones con los prestamistas.
El dirigente de Potami, Stavros Theodorakis, dijo que Griegos Independientes es un partido "de extrema derecha y antieuropeo".
El funcionario de planificación financiera de Syriza, Giorgos Stathakis, confirmó el lunes que el nuevo gobierno no prevería reunirse con la "troika", el grupo conformado por el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional, que ayudaron a Grecia en el rescate financiero, sino que buscaría conversaciones directas con los gobiernos.
El electorado se volcó hacia el partido de izquierda, antes marginal, después de cinco años de duras medidas de austeridad exigidas por el plan de rescate de 240.000 millones de euros (268.000 millones de dólares) que dejó a cientos de miles sin trabajo y casi un tercio del país sin seguro de salud estatal.
Miles de partidarios salieron a escuchar a Tsipras en el centro de Atenas después que sus adversarios reconocieron el triunfo.
"El pueblo griego ha escrito su historia", dijo entre aplausos. "Grecia deja atrás la catastrófica austeridad, el miedo y el gobierno autócrata".
El nuevo gobierno enfrenta problemas de iliquidez, un superávit primario decreciente, pagos inminentes de deuda y límites a los fondos que puede recaudar mediante subastas de bonos del tesoro.
Megan Greene, economista jefe de Manulife Asset Management, dijo que el gobierno no podrá manejar sus operaciones diarias y pagar los vencimientos de deuda de marzo sin fondos adicionales de los acreedores internacionales.
"Syriza y sus acreedores están atrapados en un nudo gordiano, las dos partes tendrán que ceder en algo. Ni Grecia ni sus acreedores quieren que Grecia caiga en default o abandone la eurozona, así que habrá un acuerdo", dijo Greene a la AP.