Tribunal egipcio revoca condena a Mubarak por malversación
El Cairo, Reuters
Un tribunal egipcio anuló el martes la única condena pendiente contra el ex presidente Hosni Mubarak, allanando el camino para una posible liberación cuatro años después de la revolución que lo derrocó.
Mubarak, de 86 años, fue sentenciado a tres años de cárcel en mayo por desviar fondos públicos destinados a renovar palacios presidenciales y usar el dinero para mejorar propiedades de su familia. Sus dos hijos recibieron sentencias de cuatro años de cárcel por el mismo caso.
El hombre que gobernó Egipto por 30 años ha estado sirviendo su sentencia en un hospital militar de El Cairo.
Mubarak permanece detenido por ahora, pero fuentes judiciales aseguran que podría quedar libre pronto al no haber ninguna condena pendiente sobre él, después de que un tribunal ordenase la repetición del juicio por malversación en que fue sentenciado.
Su liberación, mientras miles de sus antiguos opositores políticos permanecen aún en prisión, supondría un duro golpe para los activistas que esperaban que su caída en la Primavera Árabe de 2011 diera paso a una nueva era de libertad política en Egipto.
El veredicto del martes llega tras conocerse en noviembre la decisión de los tribunales de levantar los cargos que le acusaban de conspirar en la muerte de manifestantes durante las protestas de 2011 que lo derrocaron.
Ese fallo de noviembre llevó a la convocatoria de nuevas manifestaciones que terminaron con al menos dos muertos.
"Después de la liberación de agentes de policía acusados de matar activistas y de los asesores de Mubarak, y de su exoneración respecto al asesinato de manifestantes, esto no son noticias muy impactantes", dijo Khaled Dawoud, portavoz del partido opositor Dostour (Partido de la Constitución), 10 de cuyos miembros permanecen entre rejas por participar en protestas pacíficas.
"Pero no creo que Mubarak sea ya el problema. El pueblo egipcio dio su veredicto hace cuatro años", agregó.
Muchos egipcios que vivieron durante el Gobierno de Mubarak lo consideran un período de autocracia y de capitalismo castizo.
Su derrocamiento dio paso a las primeras elecciones libres en Egipto. Pero el ganador islamista en esos comicios, Mohamed Mursi, fue derrocado en 2013 por el entonces jefe del Ejército, Abdel Fattah al-Sisi, tras protestas contra su Gobierno.
Sisi, que ganó las elecciones presidenciales celebradas en mayo de 2014, lanzó una feroz represión de Mursi y de su facción política, los Hermanos Musulmanes.
Las autoridades han encarcelado a miles de simpatizantes de los Hermanos Musulmanes y sentenciado a muerte a cientos de personas en juicios en masa que provocaron críticas internacionales.
En contraste, funcionarios de la era Mubarak están siendo exonerados de cargos y una serie de leyes que coartan las libertades políticas han provocado temores entre activistas de que el viejo liderazgo esté recuperando influencia.
El Tribunal de Casación, que ordenó la repetición del juicio, no aclaró si Mubarak debía ser liberado mientras tanto.
El ex presidente también se enfrenta a su tercer y último juicio en torno a las muertes de manifestantes en 2011.
La agencia oficial MENA citó a una fuente del Ministerio del Interior diciendo que Mubarak y sus hijos serán liberados sólo bajo órdenes de la fiscalía o la corte que los vuelva a enjuiciar.
El abogado de Mubarak, Fareed el-Deeb, dijo a los reporteros después de la audiencia del martes que el ex presidente había cumplido ya el tiempo máximo de prisión preventiva que permite la ley egipcia.
Un tribunal egipcio anuló el martes la única condena pendiente contra el ex presidente Hosni Mubarak, allanando el camino para una posible liberación cuatro años después de la revolución que lo derrocó.
Mubarak, de 86 años, fue sentenciado a tres años de cárcel en mayo por desviar fondos públicos destinados a renovar palacios presidenciales y usar el dinero para mejorar propiedades de su familia. Sus dos hijos recibieron sentencias de cuatro años de cárcel por el mismo caso.
El hombre que gobernó Egipto por 30 años ha estado sirviendo su sentencia en un hospital militar de El Cairo.
Mubarak permanece detenido por ahora, pero fuentes judiciales aseguran que podría quedar libre pronto al no haber ninguna condena pendiente sobre él, después de que un tribunal ordenase la repetición del juicio por malversación en que fue sentenciado.
Su liberación, mientras miles de sus antiguos opositores políticos permanecen aún en prisión, supondría un duro golpe para los activistas que esperaban que su caída en la Primavera Árabe de 2011 diera paso a una nueva era de libertad política en Egipto.
El veredicto del martes llega tras conocerse en noviembre la decisión de los tribunales de levantar los cargos que le acusaban de conspirar en la muerte de manifestantes durante las protestas de 2011 que lo derrocaron.
Ese fallo de noviembre llevó a la convocatoria de nuevas manifestaciones que terminaron con al menos dos muertos.
"Después de la liberación de agentes de policía acusados de matar activistas y de los asesores de Mubarak, y de su exoneración respecto al asesinato de manifestantes, esto no son noticias muy impactantes", dijo Khaled Dawoud, portavoz del partido opositor Dostour (Partido de la Constitución), 10 de cuyos miembros permanecen entre rejas por participar en protestas pacíficas.
"Pero no creo que Mubarak sea ya el problema. El pueblo egipcio dio su veredicto hace cuatro años", agregó.
Muchos egipcios que vivieron durante el Gobierno de Mubarak lo consideran un período de autocracia y de capitalismo castizo.
Su derrocamiento dio paso a las primeras elecciones libres en Egipto. Pero el ganador islamista en esos comicios, Mohamed Mursi, fue derrocado en 2013 por el entonces jefe del Ejército, Abdel Fattah al-Sisi, tras protestas contra su Gobierno.
Sisi, que ganó las elecciones presidenciales celebradas en mayo de 2014, lanzó una feroz represión de Mursi y de su facción política, los Hermanos Musulmanes.
Las autoridades han encarcelado a miles de simpatizantes de los Hermanos Musulmanes y sentenciado a muerte a cientos de personas en juicios en masa que provocaron críticas internacionales.
En contraste, funcionarios de la era Mubarak están siendo exonerados de cargos y una serie de leyes que coartan las libertades políticas han provocado temores entre activistas de que el viejo liderazgo esté recuperando influencia.
El Tribunal de Casación, que ordenó la repetición del juicio, no aclaró si Mubarak debía ser liberado mientras tanto.
El ex presidente también se enfrenta a su tercer y último juicio en torno a las muertes de manifestantes en 2011.
La agencia oficial MENA citó a una fuente del Ministerio del Interior diciendo que Mubarak y sus hijos serán liberados sólo bajo órdenes de la fiscalía o la corte que los vuelva a enjuiciar.
El abogado de Mubarak, Fareed el-Deeb, dijo a los reporteros después de la audiencia del martes que el ex presidente había cumplido ya el tiempo máximo de prisión preventiva que permite la ley egipcia.