Tormenta de nieve golpea noreste de EEUU, Nueva York evita lo peor
Boston, Reuters
Una tormenta de nieve barrió el martes el noreste de Estados Unidos, obligando a cerrar escuelas, cancelando miles de vuelos y dejando a los residentes en las zonas más afectadas de Massachusetts y Connecticut con más de 60 centímetros de nieve, aunque Nueva York se libró de la peor parte del temporal.
Los gobernadores de Nueva York y Nueva Jersey levantaron las prohibiciones de viaje impuestas el día anterior, y el sistema de Metro neoyorquino volvió a funcionar tras estar cerrado durante 10 horas, aunque los funcionarios instaron a la gente a mantenerse alejados de las calles cubiertas de nieve.
La nevada estaba previsto que continúe hasta la mañana del miércoles en el este de Nueva Inglaterra, que podría establecer un nuevo récord en Boston, donde ya había 53 centímetros de nieve al mediodía, a veces apilada en montones más altos por el fuerte viento.
Las red de Metro de la zona de Boston seguiría cerrada al menos por el resto del día, informó el gobernador de Massachusetts, Charlie Baker.
El fuerte oleaje destruyó un malecón en Marshfield, unos 50 kilómetros al sur de Boston, dañando 11 casas. La policía instó a los residentes a evacuar la zona antes de la próxima marea alta, prevista para las 17.00 hora local (2200 GMT).
Las autoridades intentaban devolver la electricidad a la isla de Nantucket, frente a la costa de Massachusetts, donde la mayoría de hogares y empresas estaba sin luz desde primera hora, dijo Baker.
Unos 45.900 clientes estaban sin energía en la región, según los servicios locales, con la peor parte en Cape Cod y en las islas exteriores.
"SIEMPRE SE EQUIVOCAN"
Los neoyorquinos se dividieron sobre si las autoridades sobrerreaccionaron ante la tormenta.
"El alcalde decidió basado en los meteorólogos, que siempre se equivocan, porque no es una ciencia exacta", dijo Vincent Pierce, de 34 años, mientras paseaba a su bulldog por una calle libre de nieve de Manhattan.
Otros estaban frustrados por el cierre preventivo del Metro -el primero en la historia por nieve- y la orden que recibieron los taxis de abandonar las calles.
"Se me hizo difícil llegar a mi trabajo. Normalmente tomo un taxi, pero hoy no había", dijo Greg Noble, de 29 años, que caminaba hacia su lugar de labores, situado a unas 30 cuadras de su casa en Manhattan.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, defendió las decisiones: "Si hay que elegir de una u otra forma, siempre me inclinaré por la seguridad, porque he visto las consecuencias de lo contrario y se pone todo muy mal rápidamente (...) hay gente que muere en las tormentas".
El Servicio Nacional del Clima levantó su advertencia de nevazones en la zona de la ciudad de Nueva York, pero a lo largo de la región había oficinas y colegios cerrados, carreteras intransitables y miles de vuelos fueron suspendidos o atrasados.
La alerta seguía vigente en Massachusetts y Rhode Island, donde se esperaban precipitaciones de entre 5 y 8 centímetros de nieve por hora.
Boston podría recibir hasta 64 centímetros de nieve, cerca del récord de 69,85 centímetros de febrero de 2003.
Encerrados en sus casas, los habitantes del noreste pasaron el rato en los medios sociales, llenando Twitter y Facebook con fotografías de montones de nieve cubriendo las puertas de sus casas y lo que parecía ser una persona en Boston vestida como el yeti, el mítico abominable hombre de las nieves, con hashtags como #snowmaggeddon2015 y #blizzardof2015.
Más de 4.700 vuelos fueron cancelados el martes en Estados Unidos, según FlightAware.com, resultando afectados más del 80 por ciento de los viajes previstos en los aeropuertos de Nueva York, Filadelfia y Boston.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, ordenó la reapertura de las escuelas el miércoles y los teatros de Broadway planeaban volver a abrir sus puertas en la noche del martes mientras la ciudad comenzaba a volver a la normalidad.
La Bolsa neoyorquina funcionó con normalidad.
Una tormenta de nieve barrió el martes el noreste de Estados Unidos, obligando a cerrar escuelas, cancelando miles de vuelos y dejando a los residentes en las zonas más afectadas de Massachusetts y Connecticut con más de 60 centímetros de nieve, aunque Nueva York se libró de la peor parte del temporal.
Los gobernadores de Nueva York y Nueva Jersey levantaron las prohibiciones de viaje impuestas el día anterior, y el sistema de Metro neoyorquino volvió a funcionar tras estar cerrado durante 10 horas, aunque los funcionarios instaron a la gente a mantenerse alejados de las calles cubiertas de nieve.
La nevada estaba previsto que continúe hasta la mañana del miércoles en el este de Nueva Inglaterra, que podría establecer un nuevo récord en Boston, donde ya había 53 centímetros de nieve al mediodía, a veces apilada en montones más altos por el fuerte viento.
Las red de Metro de la zona de Boston seguiría cerrada al menos por el resto del día, informó el gobernador de Massachusetts, Charlie Baker.
El fuerte oleaje destruyó un malecón en Marshfield, unos 50 kilómetros al sur de Boston, dañando 11 casas. La policía instó a los residentes a evacuar la zona antes de la próxima marea alta, prevista para las 17.00 hora local (2200 GMT).
Las autoridades intentaban devolver la electricidad a la isla de Nantucket, frente a la costa de Massachusetts, donde la mayoría de hogares y empresas estaba sin luz desde primera hora, dijo Baker.
Unos 45.900 clientes estaban sin energía en la región, según los servicios locales, con la peor parte en Cape Cod y en las islas exteriores.
"SIEMPRE SE EQUIVOCAN"
Los neoyorquinos se dividieron sobre si las autoridades sobrerreaccionaron ante la tormenta.
"El alcalde decidió basado en los meteorólogos, que siempre se equivocan, porque no es una ciencia exacta", dijo Vincent Pierce, de 34 años, mientras paseaba a su bulldog por una calle libre de nieve de Manhattan.
Otros estaban frustrados por el cierre preventivo del Metro -el primero en la historia por nieve- y la orden que recibieron los taxis de abandonar las calles.
"Se me hizo difícil llegar a mi trabajo. Normalmente tomo un taxi, pero hoy no había", dijo Greg Noble, de 29 años, que caminaba hacia su lugar de labores, situado a unas 30 cuadras de su casa en Manhattan.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, defendió las decisiones: "Si hay que elegir de una u otra forma, siempre me inclinaré por la seguridad, porque he visto las consecuencias de lo contrario y se pone todo muy mal rápidamente (...) hay gente que muere en las tormentas".
El Servicio Nacional del Clima levantó su advertencia de nevazones en la zona de la ciudad de Nueva York, pero a lo largo de la región había oficinas y colegios cerrados, carreteras intransitables y miles de vuelos fueron suspendidos o atrasados.
La alerta seguía vigente en Massachusetts y Rhode Island, donde se esperaban precipitaciones de entre 5 y 8 centímetros de nieve por hora.
Boston podría recibir hasta 64 centímetros de nieve, cerca del récord de 69,85 centímetros de febrero de 2003.
Encerrados en sus casas, los habitantes del noreste pasaron el rato en los medios sociales, llenando Twitter y Facebook con fotografías de montones de nieve cubriendo las puertas de sus casas y lo que parecía ser una persona en Boston vestida como el yeti, el mítico abominable hombre de las nieves, con hashtags como #snowmaggeddon2015 y #blizzardof2015.
Más de 4.700 vuelos fueron cancelados el martes en Estados Unidos, según FlightAware.com, resultando afectados más del 80 por ciento de los viajes previstos en los aeropuertos de Nueva York, Filadelfia y Boston.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, ordenó la reapertura de las escuelas el miércoles y los teatros de Broadway planeaban volver a abrir sus puertas en la noche del martes mientras la ciudad comenzaba a volver a la normalidad.
La Bolsa neoyorquina funcionó con normalidad.