Testigos: Errores condujeron a estampida mortal en Shanghai
Shangai, AP
La noche del miércoles, cientos de miles de personas asistieron a las celebraciones de Año Nuevo en Shanghai, pero el lugar sólo estaba custodiado por 700 policías y no había control de tráfico, informaron los medios estatales. Las personas tenían la libertad de subir y bajar escaleras, y la estación de metro más cercana siguió funcionando.
La ciudad ya había cancelado el espectáculo de luces en un sitio muy conocido y atracción principal de la ciudad: el Bund —en la zona del río— y al parecer redujo el despliegue policial y las medidas de control de multitudes. Cuando las autoridades se dieron cuenta de las multitudes enormes, llamaron a otros 500 policías, pero para entonces ya era demasiado tarde.
Tres decenas de personas terminaron muertas, pisoteadas o asfixiadas, debido a una estampida en la parte inferior de una escalera de hormigón, de apenas cinco metros de ancho, sorprendiendo a una ciudad orgullosa de su gestión urbano y a un país ansioso por exhibir a su ciudad más cosmopolita.
Mientras continúan las investigaciones sobre la tragedia de vísperas de Año Nuevo, relatos de testigos e informes de los medios estatales apuntan a una secuencia de errores de cálculo por parte de los funcionarios de la ciudad, que ayudaron a crear las condiciones de pérdida de control que condujeron a la estampida.
"Fue cancelado el espectáculo de luz, ¿pero acaso notificaron debidamente a la gente?" preguntó un hombre que perdió a su hija en la estampida y que no quiso dar su nombre por temor a molestar a las autoridades. "Una vez que comenzaron a llegar cientos de miles de personas, ¿había medidas de respaldo para garantizar la seguridad? ¿Qué hicieron mientras las multitudes seguían creciendo?", agregó.
"El gobierno abandonó gravemente sus funciones", afirmó.
Un punto de referencia de este centro financiero, el Bund era prioritario para las autoridades locales, pero la falta de despliegue de policías el miércoles reveló un descuido grave por parte del gobierno de Shanghai, dijo Zhao Chu, un residente local y comentarista independiente.
"Ha sido una tradición ver las luces en el Bund en víspera de Año Nuevo. La gente de Shanghai lo sabe y todo el país lo sabe", dijo Zhao. "El gobierno debería haber previsto las multitudes en esa noche. Estos incidentes se podrían haber evitado".
Liu Tiemin, investigador de la Academia China de Ciencias y Tecnología de la Seguridad, declaró a la agencia oficial china Xinhua que la gestión de multitudes tan grandes requiere dividir a la gente en grupos más pequeños y manejables, además de asegurarse de que las multitudes se moverán en una dirección. Ninguna de esas estrategias fue aplicada en Shanghai, dijo Liu.
La noche del miércoles, cientos de miles de personas asistieron a las celebraciones de Año Nuevo en Shanghai, pero el lugar sólo estaba custodiado por 700 policías y no había control de tráfico, informaron los medios estatales. Las personas tenían la libertad de subir y bajar escaleras, y la estación de metro más cercana siguió funcionando.
La ciudad ya había cancelado el espectáculo de luces en un sitio muy conocido y atracción principal de la ciudad: el Bund —en la zona del río— y al parecer redujo el despliegue policial y las medidas de control de multitudes. Cuando las autoridades se dieron cuenta de las multitudes enormes, llamaron a otros 500 policías, pero para entonces ya era demasiado tarde.
Tres decenas de personas terminaron muertas, pisoteadas o asfixiadas, debido a una estampida en la parte inferior de una escalera de hormigón, de apenas cinco metros de ancho, sorprendiendo a una ciudad orgullosa de su gestión urbano y a un país ansioso por exhibir a su ciudad más cosmopolita.
Mientras continúan las investigaciones sobre la tragedia de vísperas de Año Nuevo, relatos de testigos e informes de los medios estatales apuntan a una secuencia de errores de cálculo por parte de los funcionarios de la ciudad, que ayudaron a crear las condiciones de pérdida de control que condujeron a la estampida.
"Fue cancelado el espectáculo de luz, ¿pero acaso notificaron debidamente a la gente?" preguntó un hombre que perdió a su hija en la estampida y que no quiso dar su nombre por temor a molestar a las autoridades. "Una vez que comenzaron a llegar cientos de miles de personas, ¿había medidas de respaldo para garantizar la seguridad? ¿Qué hicieron mientras las multitudes seguían creciendo?", agregó.
"El gobierno abandonó gravemente sus funciones", afirmó.
Un punto de referencia de este centro financiero, el Bund era prioritario para las autoridades locales, pero la falta de despliegue de policías el miércoles reveló un descuido grave por parte del gobierno de Shanghai, dijo Zhao Chu, un residente local y comentarista independiente.
"Ha sido una tradición ver las luces en el Bund en víspera de Año Nuevo. La gente de Shanghai lo sabe y todo el país lo sabe", dijo Zhao. "El gobierno debería haber previsto las multitudes en esa noche. Estos incidentes se podrían haber evitado".
Liu Tiemin, investigador de la Academia China de Ciencias y Tecnología de la Seguridad, declaró a la agencia oficial china Xinhua que la gestión de multitudes tan grandes requiere dividir a la gente en grupos más pequeños y manejables, además de asegurarse de que las multitudes se moverán en una dirección. Ninguna de esas estrategias fue aplicada en Shanghai, dijo Liu.