Los yihadistas afirman haber matado a dos periodistas de Túnez en Libia
Los informadores, tunecinos, habían sido secuestrados en septiembre
Ricard González
El Cairo, El País
La filial del Estado Islámico en Libia emitió este jueves un comunicado en el que informa del asesinato de Sofiene Chourabi y Nadhir Ktari, dos periodistas tunecinos secuestrados el pasado mes de septiembre, “en aplicación de la ley de Alá”. La noticia, que no ha podido ser verificada, llega tan solo un día después del brutal atentado en París contra el semanario satírico Charlie Hebdo, que fue acogido con satisfacción por miembros y seguidores del EI en las redes sociales.
El comunicado que informa de la decapitación de los dos reporteros está firmado por el “servicio de comunicación de la provincia de Barqa”, en referencia al antiguo nombre de la provincia oriental de Libia, en la que se cree que el EI ha instalado su base de operaciones en ese país. El documento justifica la acción por el hecho de que los dos periodistas trabajaban “para un canal por satélite que insulta la religión”. Junto al texto, reproducido en varias webs yihadistas, se incluye una foto de los dos reporteros junto a un hombre armado con la cara cubierta.
Paradero desconocido
Chourabi, un informador y bloguero que se mostró especialmente activo durante la revolución de 2011, y Ktari, un fotógrafo, desaparecieron el pasado 8 de septiembre en la región de Ajdabiya, en el este de Libia.
El incidente ocurrió poco después de que la pareja de reporteros fuese detenida durante unas horas por parte de una milicia en la ciudad de Brega. Desde entonces no se ha tenido noticia de su paradero. Libia se sumergió en el caos después de la guerra civil de 2011 que provocó la caída del régimen del dictador Muamar Gadafi, y en la que participó la OTAN. Desde entonces, el país se ha convertido en una especie de reino de taifas controlado por decenas de milicias y sin que el Estado pueda imponer su ley. Además, desde el pasado verano existen dos Parlamentos y dos Gobiernos.
La ONU, representada en Libia por el diplomático español Bernardino León, ha intentado buscar una salida negociada al conflicto. Sin embargo, sus esfuerzos han resultado hasta el momento infructuosos, pues las sesiones de diálogo entre las partes se han aplazado en diversas ocasiones. León se reunió ayer con el general Jalifa Haftar, quien la pasada primavera lanzó una cruzada contra las milicias islamistas en el este del país.
Ricard González
El Cairo, El País
La filial del Estado Islámico en Libia emitió este jueves un comunicado en el que informa del asesinato de Sofiene Chourabi y Nadhir Ktari, dos periodistas tunecinos secuestrados el pasado mes de septiembre, “en aplicación de la ley de Alá”. La noticia, que no ha podido ser verificada, llega tan solo un día después del brutal atentado en París contra el semanario satírico Charlie Hebdo, que fue acogido con satisfacción por miembros y seguidores del EI en las redes sociales.
El comunicado que informa de la decapitación de los dos reporteros está firmado por el “servicio de comunicación de la provincia de Barqa”, en referencia al antiguo nombre de la provincia oriental de Libia, en la que se cree que el EI ha instalado su base de operaciones en ese país. El documento justifica la acción por el hecho de que los dos periodistas trabajaban “para un canal por satélite que insulta la religión”. Junto al texto, reproducido en varias webs yihadistas, se incluye una foto de los dos reporteros junto a un hombre armado con la cara cubierta.
Paradero desconocido
Chourabi, un informador y bloguero que se mostró especialmente activo durante la revolución de 2011, y Ktari, un fotógrafo, desaparecieron el pasado 8 de septiembre en la región de Ajdabiya, en el este de Libia.
El incidente ocurrió poco después de que la pareja de reporteros fuese detenida durante unas horas por parte de una milicia en la ciudad de Brega. Desde entonces no se ha tenido noticia de su paradero. Libia se sumergió en el caos después de la guerra civil de 2011 que provocó la caída del régimen del dictador Muamar Gadafi, y en la que participó la OTAN. Desde entonces, el país se ha convertido en una especie de reino de taifas controlado por decenas de milicias y sin que el Estado pueda imponer su ley. Además, desde el pasado verano existen dos Parlamentos y dos Gobiernos.
La ONU, representada en Libia por el diplomático español Bernardino León, ha intentado buscar una salida negociada al conflicto. Sin embargo, sus esfuerzos han resultado hasta el momento infructuosos, pues las sesiones de diálogo entre las partes se han aplazado en diversas ocasiones. León se reunió ayer con el general Jalifa Haftar, quien la pasada primavera lanzó una cruzada contra las milicias islamistas en el este del país.