Japón promete buscar a los dos rehenes "hasta el final"
Tokio, AP
Japón prometió el sábado que no renunciará "hasta el final" a los esfuerzos por rescatar a dos prisioneros amenazados de ser decapitados por milicianos islámicos que exigieron 200 millones de dólares como rescate, después de que se cumplió el plazo sin noticias de los captores y sus víctimas.
Milicianos afiliados al grupo Estado Islámico subieron a internet una advertencia el viernes por la tarde de que "la cuenta regresiva ha comenzado", amenazando con matar a Kenji Goto, de 47 años, y Haruna Yukawa, de 42. Los extremistas le dieron al primer ministro japonés Shinzo Abe, 72 horas para pagar el rescate y el plazo expiró el viernes.
La advertencia, que apareció en un foro popular entre milicianos de Estado islámico y simpatizantes, no mostró imágenes de los rehenes, que se cree están retenidos en algún lugar de Siria.
Yasuhide Nakayama, un viceministro de relaciones exteriores enviado a Amán, Jordania, dijo que trabajaba contra el reloj para coordinar los esfuerzos de salvar a los rehenes.
"No descartaremos ninguna posibilidad y estamos verificando toda la información de forma exhaustiva", dijo. "No renunciaremos. Creo que es mi deber asegurar que definitivamente podamos llevarlos a casa y haré todo lo que pueda para lograrlo".
Sin embargo, el sábado seguía incierto el destino de ambos hombres.
El portavoz del gobierno nipón Yoshihide Suga dijo que Japón estaba analizando el mensaje del viernes.
"La situación sigue siendo grave, pero estamos haciendo todo lo que podemos para obtener la liberación de los dos rehenes japoneses", dijo Suga. El portavoz dijo que Japón está empleando todos los canales a su alcance, inclusive contactar con jefes tribales en la zona, para intentar localizar a los captores.
No ha habido contacto directo con los captores, añadió.
Abe se reunió el viernes con el Consejo Nacional de Seguridad para tratar la crisis. El vocero del gobierno Kenko Sone dijo que Japón no tenía planes de intentar una misión de rescate y agregó que su Constitución pacifista impide todo ataque preventivo, incluso bajo la nueva interpretación adoptada el año pasado que expande el papel militar de la nación.
Japón trata de salvar la vida de Goto, periodista y Yukawa, un aventurero fascinado con la guerra. Los diplomáticos japoneses salieron de Siria cuando se intensificó la guerra civil en ese país, hecho que dificulta todavía más la posibilidad de tomar contacto con los captores.
Los feligreses de la mayor mezquita de Tokio ofrecieron el viernes plegarias por los dos rehenes. "Todos los musulmanes en Japón deseamos que los rehenes japoneses se salven", afirmó Sandar Basada, un trabajador turco.
La madre de Goto hizo una emotiva exhortación a las autoridades. "El tiempo se acaba. Por favor, gobierno japonés, salva la vida de mi hijo", reclamó Junko Ishido. "Mi hijo no es un enemigo del Estado Islámico".
Ishido dijo que estaba asombrada y disgustaba al enterarse por boca de su nuera que Goto había viajado a Siria menos de dos semanas después que nació su hijo en octubre para tratar de rescatar a Yukawa.
Las autoridades japonesas no dijeron directamente si consideraban pagar un rescate. Japón se ha sumado a otras naciones industriales en el Grupo de los Siete en oponerse al pago de rescates. Funcionarios estadounidenses y británicos dijeron que le aconsejaron no pagar.
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Los periodistas de The Associated Press Ashraf Khalil en El Cairo y Kaori Hitomi y Ken Moritsugu en Tokio contribuyeron para este despacho.
Japón prometió el sábado que no renunciará "hasta el final" a los esfuerzos por rescatar a dos prisioneros amenazados de ser decapitados por milicianos islámicos que exigieron 200 millones de dólares como rescate, después de que se cumplió el plazo sin noticias de los captores y sus víctimas.
Milicianos afiliados al grupo Estado Islámico subieron a internet una advertencia el viernes por la tarde de que "la cuenta regresiva ha comenzado", amenazando con matar a Kenji Goto, de 47 años, y Haruna Yukawa, de 42. Los extremistas le dieron al primer ministro japonés Shinzo Abe, 72 horas para pagar el rescate y el plazo expiró el viernes.
La advertencia, que apareció en un foro popular entre milicianos de Estado islámico y simpatizantes, no mostró imágenes de los rehenes, que se cree están retenidos en algún lugar de Siria.
Yasuhide Nakayama, un viceministro de relaciones exteriores enviado a Amán, Jordania, dijo que trabajaba contra el reloj para coordinar los esfuerzos de salvar a los rehenes.
"No descartaremos ninguna posibilidad y estamos verificando toda la información de forma exhaustiva", dijo. "No renunciaremos. Creo que es mi deber asegurar que definitivamente podamos llevarlos a casa y haré todo lo que pueda para lograrlo".
Sin embargo, el sábado seguía incierto el destino de ambos hombres.
El portavoz del gobierno nipón Yoshihide Suga dijo que Japón estaba analizando el mensaje del viernes.
"La situación sigue siendo grave, pero estamos haciendo todo lo que podemos para obtener la liberación de los dos rehenes japoneses", dijo Suga. El portavoz dijo que Japón está empleando todos los canales a su alcance, inclusive contactar con jefes tribales en la zona, para intentar localizar a los captores.
No ha habido contacto directo con los captores, añadió.
Abe se reunió el viernes con el Consejo Nacional de Seguridad para tratar la crisis. El vocero del gobierno Kenko Sone dijo que Japón no tenía planes de intentar una misión de rescate y agregó que su Constitución pacifista impide todo ataque preventivo, incluso bajo la nueva interpretación adoptada el año pasado que expande el papel militar de la nación.
Japón trata de salvar la vida de Goto, periodista y Yukawa, un aventurero fascinado con la guerra. Los diplomáticos japoneses salieron de Siria cuando se intensificó la guerra civil en ese país, hecho que dificulta todavía más la posibilidad de tomar contacto con los captores.
Los feligreses de la mayor mezquita de Tokio ofrecieron el viernes plegarias por los dos rehenes. "Todos los musulmanes en Japón deseamos que los rehenes japoneses se salven", afirmó Sandar Basada, un trabajador turco.
La madre de Goto hizo una emotiva exhortación a las autoridades. "El tiempo se acaba. Por favor, gobierno japonés, salva la vida de mi hijo", reclamó Junko Ishido. "Mi hijo no es un enemigo del Estado Islámico".
Ishido dijo que estaba asombrada y disgustaba al enterarse por boca de su nuera que Goto había viajado a Siria menos de dos semanas después que nació su hijo en octubre para tratar de rescatar a Yukawa.
Las autoridades japonesas no dijeron directamente si consideraban pagar un rescate. Japón se ha sumado a otras naciones industriales en el Grupo de los Siete en oponerse al pago de rescates. Funcionarios estadounidenses y británicos dijeron que le aconsejaron no pagar.
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Los periodistas de The Associated Press Ashraf Khalil en El Cairo y Kaori Hitomi y Ken Moritsugu en Tokio contribuyeron para este despacho.