Grecia dice no cooperará con prestamistas ni pedirá ampliar programa de rescate
Berlín, Reuters
El nuevo Gobierno de izquierda griego inició el viernes negociaciones sobre su paquete de rescate con sus socios europeos, pero rechazó una esperada extensión del programa y la supervisión de inspectores internacionales.
El ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, se reunió en Atenas con Jeroen Dijsselbloem, jefe del Eurogrupo, en lo que ambos describieron como discusiones "constructivas" sobre los objetivos del nuevo Gobierno.
Pero la reunión de una hora de duración no pareció ayudar a acortar la brecha entre el Gobierno del primer ministro Alexis Tsipras y los países europeos, que han insistido en que Grecia debe respetar las obligaciones establecidas en el rescate de 240.000 millones de euros.
La reunión con Dijsselbloem fue la primera de una serie de encuentros para Varoufakis, quien viajará a Londres, París y Roma la semana próxima para obtener apoyo para su Gobierno.
Tsipras, quien visitará Chipre el lunes en su primera visita al exterior, también estará en Roma el martes para reunirse con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, una de las principales voces en Europa en contra de un estricto presupuesto de austeridad.
Pero Varoufakis dijo que Grecia no tenía intención de cooperar con una misión del Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea y no tratará de lograr una ampliación del plazo del 28 de febrero de su programa de rescate con prestamistas de la zona euro.
"Esta plataforma nos permitirá ganar la confianza del pueblo griego", dijo Varoufakis a periodistas tras la reunión. "Nuestra primera acción como Gobierno no será rechazar la lógica de cuestionar este programa a través de una petición para extenderlo", sostuvo.
Dijsselbloem dijo que la decisión sobre el plazo del rescate sería alcanzada antes de fines de febrero, pero rechazó la iniciativa de Grecia para que se lleve adelante una conferencia especial sobre deuda, diciendo que ya hay previsto un encuentro del Eurogrupo.
ECONOMÍA "COMPETITIVA"
Varoufakis no dio indicios de lo que Grecia haría si no puede alcanzar un acuerdo para esa fecha límite. Atenas debe mantenerse bajo un programa de rescate de la UE-FMI para asegurar que sus bancos tengan acceso continuo al financiamiento del BCE.
Atenas espera el tramo final de 7.200 millones de euros (8.130 millones de dólares) y afronta unos 10.000 millones de euros en vencimiento de deuda en este verano boreal.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, dio un mensaje repetido en Berlín desde la llegada del nuevo Gobierno griego, diciendo que la generosidad alemana ya había sido estirada hasta el límite y que no podía aceptar el chantaje.
El Gobierno de Tsipras ha asumido sus funciones sin mostrar ninguna intención de suavizar su oposición al programa de rescate, con la idea de detener las privatizaciones, devolver el empleo a cientos de trabajadores del sector público despedidos e incrementar las pensiones.
Varoufakis dijo que le aseguró a Dijsselbloem que Atenas planea aplicar reformas para hacer que la economía sea más competitiva y tener presupuestos equilibrados, pero que no aceptaría "una crisis autoalimentada" de deflación y deuda no viable.
En tanto, Dijsselbloem le comunicó al nuevo Gobierno que respete los términos del programa existente entre Grecia y la zona euro y advirtió en contra de adoptar decisiones unilaterales, diciendo que es importante no revertir el proceso realizado hasta el momento.
Dijsselbloem agregó que la continuidad del apoyo de Europa dependía de que Grecia respetara sus obligaciones y que estaba en manos de Atenas decidir su posición antes de avanzar conjuntamente con la zona euro.
El nuevo Gobierno de izquierda griego inició el viernes negociaciones sobre su paquete de rescate con sus socios europeos, pero rechazó una esperada extensión del programa y la supervisión de inspectores internacionales.
El ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, se reunió en Atenas con Jeroen Dijsselbloem, jefe del Eurogrupo, en lo que ambos describieron como discusiones "constructivas" sobre los objetivos del nuevo Gobierno.
Pero la reunión de una hora de duración no pareció ayudar a acortar la brecha entre el Gobierno del primer ministro Alexis Tsipras y los países europeos, que han insistido en que Grecia debe respetar las obligaciones establecidas en el rescate de 240.000 millones de euros.
La reunión con Dijsselbloem fue la primera de una serie de encuentros para Varoufakis, quien viajará a Londres, París y Roma la semana próxima para obtener apoyo para su Gobierno.
Tsipras, quien visitará Chipre el lunes en su primera visita al exterior, también estará en Roma el martes para reunirse con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, una de las principales voces en Europa en contra de un estricto presupuesto de austeridad.
Pero Varoufakis dijo que Grecia no tenía intención de cooperar con una misión del Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea y no tratará de lograr una ampliación del plazo del 28 de febrero de su programa de rescate con prestamistas de la zona euro.
"Esta plataforma nos permitirá ganar la confianza del pueblo griego", dijo Varoufakis a periodistas tras la reunión. "Nuestra primera acción como Gobierno no será rechazar la lógica de cuestionar este programa a través de una petición para extenderlo", sostuvo.
Dijsselbloem dijo que la decisión sobre el plazo del rescate sería alcanzada antes de fines de febrero, pero rechazó la iniciativa de Grecia para que se lleve adelante una conferencia especial sobre deuda, diciendo que ya hay previsto un encuentro del Eurogrupo.
ECONOMÍA "COMPETITIVA"
Varoufakis no dio indicios de lo que Grecia haría si no puede alcanzar un acuerdo para esa fecha límite. Atenas debe mantenerse bajo un programa de rescate de la UE-FMI para asegurar que sus bancos tengan acceso continuo al financiamiento del BCE.
Atenas espera el tramo final de 7.200 millones de euros (8.130 millones de dólares) y afronta unos 10.000 millones de euros en vencimiento de deuda en este verano boreal.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, dio un mensaje repetido en Berlín desde la llegada del nuevo Gobierno griego, diciendo que la generosidad alemana ya había sido estirada hasta el límite y que no podía aceptar el chantaje.
El Gobierno de Tsipras ha asumido sus funciones sin mostrar ninguna intención de suavizar su oposición al programa de rescate, con la idea de detener las privatizaciones, devolver el empleo a cientos de trabajadores del sector público despedidos e incrementar las pensiones.
Varoufakis dijo que le aseguró a Dijsselbloem que Atenas planea aplicar reformas para hacer que la economía sea más competitiva y tener presupuestos equilibrados, pero que no aceptaría "una crisis autoalimentada" de deflación y deuda no viable.
En tanto, Dijsselbloem le comunicó al nuevo Gobierno que respete los términos del programa existente entre Grecia y la zona euro y advirtió en contra de adoptar decisiones unilaterales, diciendo que es importante no revertir el proceso realizado hasta el momento.
Dijsselbloem agregó que la continuidad del apoyo de Europa dependía de que Grecia respetara sus obligaciones y que estaba en manos de Atenas decidir su posición antes de avanzar conjuntamente con la zona euro.