El Estado Islámico lanza una ofensiva a las afueras de Kirkuk
En el ataque ha muerto un general kurdo
La acción se interpreta como un intento de reducir la presión de los 'peshmergas' en Mosul
Ángeles Espinosa
Dubái, El País
El Estado Islámico (EI) ha pasado este viernes a la ofensiva contra las fuerzas kurdas en la provincia iraquí de Kirkuk, después de haber perdido la localidad de Kobane (en Siria) el pasado miércoles y ante la creciente presión sobre Mosul. Los yihadistas han atacado posiciones de los peshmergas al suroeste de Kirkuk capital, lo que dejó al menos ocho muertos entre los soldados, incluido un conocido general, según fuentes de la milicia citadas por los medios locales. Los enfrentamientos proseguían entrada la noche.
El ataque se inició al amanecer en varios puntos al sur y al oeste de Kirkuk, una ciudad petrolera que se disputan el Gobierno central de Bagdad y el de la región autónoma kurda, pero bajo control de ésta desde que el EI avanzó sobre el norte de Irak el pasado verano. Los insurgentes bombardearon con morteros varias comarcas colindantes con la capital provincial. En uno de esos combates murió el general de brigada Sherko Shwani, un oficial muy conocido en Kurdistán por sus frecuentes apariciones en televisión para comentar las operaciones militares.
Más tarde, cuatro suicidas intentaron tomar un hotel abandonado en el centro de Kirkuk; uno de ellos se hizo estallar y otros tres murieron en el enfrentamiento con la policía. El comité de seguridad puso la ciudad bajo toque de queda hasta nuevo aviso.
Desde que los peshmergas ocuparon las posiciones dejadas por el Ejército iraquí los choques con el EI en esta zona han sido raros. Normalmente, los yihadistas se enfrentan con los soldados y las milicias chiíes que les apoyan un poco más al sur. En agosto, avanzaron por el oeste, en dirección a Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, pero la rápida movilización kurda y el apoyo aéreo de EE UU lograron frenar su avance y arrebatarles la presa de Mosul. Desde entonces, los milicianos kurdos también han recuperado Sinjar y numerosas aldeas al norte y al este de Mosul, la joya de la corona de la conquista de los insurgentes.
De ahí que algunos analistas interpreten que el EI intenta atacar Kirkuk para alejar a las tropas kurdas de su feudo. Saben que Mosul, la tercera ciudad de Irak, sigue siendo la batalla pendiente. Por un lado, el Gobierno de Bagdad necesita recuperarla para reforzar su credibilidad. Por otro, los responsables kurdos, aunque han dejado claro que no pretenden anexionarla a su región, también han asegurado que Kurdistán no estará seguro mientras siga en poder de los yihadistas.
Además, tras el golpe propagandístico sufrido en Kobane, el EI precisa pasar a la acción. De hecho, sus huestes también han atacado este viernes Khazer, a apenas medio centenar de kilómetros de Erbil, y Makhmur, un poco más al sur.
La acción se interpreta como un intento de reducir la presión de los 'peshmergas' en Mosul
Ángeles Espinosa
Dubái, El País
El Estado Islámico (EI) ha pasado este viernes a la ofensiva contra las fuerzas kurdas en la provincia iraquí de Kirkuk, después de haber perdido la localidad de Kobane (en Siria) el pasado miércoles y ante la creciente presión sobre Mosul. Los yihadistas han atacado posiciones de los peshmergas al suroeste de Kirkuk capital, lo que dejó al menos ocho muertos entre los soldados, incluido un conocido general, según fuentes de la milicia citadas por los medios locales. Los enfrentamientos proseguían entrada la noche.
El ataque se inició al amanecer en varios puntos al sur y al oeste de Kirkuk, una ciudad petrolera que se disputan el Gobierno central de Bagdad y el de la región autónoma kurda, pero bajo control de ésta desde que el EI avanzó sobre el norte de Irak el pasado verano. Los insurgentes bombardearon con morteros varias comarcas colindantes con la capital provincial. En uno de esos combates murió el general de brigada Sherko Shwani, un oficial muy conocido en Kurdistán por sus frecuentes apariciones en televisión para comentar las operaciones militares.
Más tarde, cuatro suicidas intentaron tomar un hotel abandonado en el centro de Kirkuk; uno de ellos se hizo estallar y otros tres murieron en el enfrentamiento con la policía. El comité de seguridad puso la ciudad bajo toque de queda hasta nuevo aviso.
Desde que los peshmergas ocuparon las posiciones dejadas por el Ejército iraquí los choques con el EI en esta zona han sido raros. Normalmente, los yihadistas se enfrentan con los soldados y las milicias chiíes que les apoyan un poco más al sur. En agosto, avanzaron por el oeste, en dirección a Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, pero la rápida movilización kurda y el apoyo aéreo de EE UU lograron frenar su avance y arrebatarles la presa de Mosul. Desde entonces, los milicianos kurdos también han recuperado Sinjar y numerosas aldeas al norte y al este de Mosul, la joya de la corona de la conquista de los insurgentes.
De ahí que algunos analistas interpreten que el EI intenta atacar Kirkuk para alejar a las tropas kurdas de su feudo. Saben que Mosul, la tercera ciudad de Irak, sigue siendo la batalla pendiente. Por un lado, el Gobierno de Bagdad necesita recuperarla para reforzar su credibilidad. Por otro, los responsables kurdos, aunque han dejado claro que no pretenden anexionarla a su región, también han asegurado que Kurdistán no estará seguro mientras siga en poder de los yihadistas.
Además, tras el golpe propagandístico sufrido en Kobane, el EI precisa pasar a la acción. De hecho, sus huestes también han atacado este viernes Khazer, a apenas medio centenar de kilómetros de Erbil, y Makhmur, un poco más al sur.