Brasil prohíbe los fondos: eso aceleró la venta de Lucas Silva
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) ha anunciado oficialmente que prohibirá la propiedad de terceros en los futbolistas a partir del próximo 1 de mayo. La CBF es la primera en poner en marcha la nueva política de la FIFA, resuelta a terminar con el negocio de los fondos de inversión en el fútbol. El acelerón en el fichaje de Lucas Silva por el Madrid responde a este nuevo escenario.
La FIFA ha animado a la CBF a iniciar el cambio porque, junto con Argentina, es la Confederación que más jugadores aporta al mercado internacional de traspasos, y también la que tiene más jugadores con propiedad repartida, especialmente con fondos de inversión. Desde 2011, Brasil ha traspasado a más de cinco mil jugadores por un importe total de casi 3.500 millones de euros.
Lucas Silva, como la mayoría de los jugadores del Cruzeiro y de los otros 19 equipos de Primera brasileños, no es sólo propiedad de su club, sino también de otras empresas, incluso fondos de inversión. Justo lo que prohíben la FIFA y la CBF. De ahí las prisas por su fichaje. Los nuevos traspasos de este tipo que se firmen entre el 1 de enero y el 1 de mayo de 2015 sólo podrán tener una vigencia de un año. Transcurrido este período, el fondo inversor deberá deshacerse de su participación, bien con la venta de sus derechos económicos al club al que ayudó a financiar la operación o mediante un traspaso a otro equipo.
A finales de 2014 había casi 1.500 jugadores en Europa que son 'propiedad de terceros'. El valor acumulado de los jugadores fichados por los fondos de inversión también superaba los mil millones de euros.
Según la circular de FIFA número 1.464 del pasado 19 de diciembre, a partir del 1 de mayo de 2015, las empresas y los fondos de inversión no podrán ser propietarios de pases de futbolistas, ni en su totalidad ni en porcentajes. Sólo se admitirán los traspasos entre clubes. Los fondos maniobran ahora para regatear la ley: en vez de comprar derechos de jugadores tratarán de comprar pequeños clubes de categorías inferiores para convertirlos en depositarios de los derechos de los mejores jugadores.
