Al menos 33 muertos en atentado en Yemen
Saná, AP
Al menos 33 personas murieron el miércoles en el corazón de la capital de Yemen, Saná, cuando un atacante suicida se hizo estallar en un minibús lleno de explosivos cerca de una academia de policía, dijeron funcionarios de seguridad del país.
Nadie reclamó de inmediato la responsabilidad por el ataque. La filial de al-Qaida en Yemen, que sufre frecuentes ataques de naves estadounidenses no tripuladas en el país, ha ejecutado acciones similares en el pasado.
En el lugar del atentado, los muertos y heridos yacían en una acera contra un muro. En los charcos en el suelo, el agua con la que los bomberos habían apagado las llamas se mezclaba con la sangre de las víctimas, empapando de rojo la placa de un policía. Cerca, un taxi carbonizado humeaba cerca de los restos del minibús, apenas a unos metros (yardas) de una puerta de la academia de policía.
El atentado se produjo cuando un grupo de cadetes de policía formaba por la mañana en fila para entrar en la academia, señalaron las fuentes, indicando que era posible que la cifra de muertos siguiera subiendo.
"Lo que ocurrió es que todos nos estábamos reuniendo y ... exploto justo al lado de los compañeros de la academia", dijo el testigo Yamil al-Jaleedi a la Associated Press. "Estalló en medio de ellos, y ellos volaron por los aires".
Al menos 33 personas murieron en el atentado, señaló el jefe de policía de Saná, Abdul-Razak al-Moayed. Otra fuente de seguridad dijo que por lo menos tres civiles habían muerto en la explosión. La fuente habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada hablar con la prensa.
Yemen ha registrado un aumento de la violencia en los últimos meses, en los que milicias chiíes rebeldes tomaron el control de la capital y otras ciudades.
Los rebeldes, conocidos como hutíes, desafían el gobierno del presidente, Abed Rabbo Mansour Hadi, reclamando una cuota mayor de poder. Sus detractores consideran que los hutíes actúan a instancias de la chií Irán, una acusación que los rebeldes rechazan.
Líderes tribales y autoridades yemeníes advierten de que el creciente poder de los hutíes chiíes y el resentimiento por los ataques de drones estadounidenses han dado fuerzas a al-Qaida y les han ayudado a encontrar nuevos reclutas. La ofensiva de los hutíes en regiones suníes en el centro de Yemen enfrentó a los rebeldes contra los suníes, para beneficio de la suní al-Qaida.
Washington considera a la rama yemení de al-Qaida como la división más peligrosa de la red terrorista, ya que está vinculada con varios ataques fallidos en territorio estadounidense.
Al menos 33 personas murieron el miércoles en el corazón de la capital de Yemen, Saná, cuando un atacante suicida se hizo estallar en un minibús lleno de explosivos cerca de una academia de policía, dijeron funcionarios de seguridad del país.
Nadie reclamó de inmediato la responsabilidad por el ataque. La filial de al-Qaida en Yemen, que sufre frecuentes ataques de naves estadounidenses no tripuladas en el país, ha ejecutado acciones similares en el pasado.
En el lugar del atentado, los muertos y heridos yacían en una acera contra un muro. En los charcos en el suelo, el agua con la que los bomberos habían apagado las llamas se mezclaba con la sangre de las víctimas, empapando de rojo la placa de un policía. Cerca, un taxi carbonizado humeaba cerca de los restos del minibús, apenas a unos metros (yardas) de una puerta de la academia de policía.
El atentado se produjo cuando un grupo de cadetes de policía formaba por la mañana en fila para entrar en la academia, señalaron las fuentes, indicando que era posible que la cifra de muertos siguiera subiendo.
"Lo que ocurrió es que todos nos estábamos reuniendo y ... exploto justo al lado de los compañeros de la academia", dijo el testigo Yamil al-Jaleedi a la Associated Press. "Estalló en medio de ellos, y ellos volaron por los aires".
Al menos 33 personas murieron en el atentado, señaló el jefe de policía de Saná, Abdul-Razak al-Moayed. Otra fuente de seguridad dijo que por lo menos tres civiles habían muerto en la explosión. La fuente habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada hablar con la prensa.
Yemen ha registrado un aumento de la violencia en los últimos meses, en los que milicias chiíes rebeldes tomaron el control de la capital y otras ciudades.
Los rebeldes, conocidos como hutíes, desafían el gobierno del presidente, Abed Rabbo Mansour Hadi, reclamando una cuota mayor de poder. Sus detractores consideran que los hutíes actúan a instancias de la chií Irán, una acusación que los rebeldes rechazan.
Líderes tribales y autoridades yemeníes advierten de que el creciente poder de los hutíes chiíes y el resentimiento por los ataques de drones estadounidenses han dado fuerzas a al-Qaida y les han ayudado a encontrar nuevos reclutas. La ofensiva de los hutíes en regiones suníes en el centro de Yemen enfrentó a los rebeldes contra los suníes, para beneficio de la suní al-Qaida.
Washington considera a la rama yemení de al-Qaida como la división más peligrosa de la red terrorista, ya que está vinculada con varios ataques fallidos en territorio estadounidense.