Al menos 20 muertos en bombardeo sobre localidad ucraniana Mariúpol
Kiev, Reuter
Al menos 20 personas han muerto el sábado en la localidad portuaria de Mariúpol, en el este de Ucrania, según informó el ministro del Interior ucraniano, en un ataque del que Kiev responsabiliza a los rebeldes separatistas y al Ejército ruso.
Un testigo describió a Reuters el bombardeo, del que dijo que había sido suficientemente fuerte como para hacer caer la pintura de su casa.
Estas muertes han tenido lugar después de que los separatistas se negaran a continuar las conversaciones de paz y la lucha con las fuerzas gubernamentales se intensificara en las últimas dos semanas, para convertirse en las más intensas en meses, con 262 muertos en los últimos nueve días, según Naciones Unidas.
Mariúpol, en el mar de Azov, se sitúa en una ruta costera desde la frontera de Rusia hasta Crimea, que fue anexionada por Rusia de Ucrania el pasado mes de marzo.
El Ayuntamiento dijo que los cohetes lanzados por los rebeldes desde sistemas GRAD de largo alcance habían alcanzado un edificio de varios pisos, donde provocaron varios incendios.
El secretario del Comité de Defensa Nacional, Oleksander Turchinov, describió en un comunicado online el incidente como "otro sangriento crimen contra la humanidad cometido por el Ejército ruso y las bandas de terroristas que están bajo su completo control".
El ataque empezó a primera hora de la mañana, según informó por teléfono Leonid Vasilenko, un pensionista de 76 años que vive en los suburbios del este de Mariúpol.
"Las paredes temblaban, los marcos de la ventana también estaban temblando y la pintura empezó a desmoronarse", dijo Vasilenko. "Me escondí en el sótano. ¿Qué otra cosa podía hacer? Me llevé al perro y al gato. En el sótano podía oír cómo temblaba la tierra", añadió.
El ministro del Interior dijo que 15 personas habían muerto y que otras 83 habían resultado heridas.
Los separatistas niegan ser responsables del ataque. "Esta es una descarada desinformación y una mentira. Las fuerzas rebeldes no abrieron ningún fuego en dirección a Mariúpol ni, especialmente, contra áreas residenciales", dijo el ministro de Defensa de la autodenominada República Popular de Donetsk, según citas recogidas por Interfax.
No obstante, un líder de los separatistas prorrusos en el este de Ucrania, Alexander Zajarchenko, habría dicho que los rebeldes están detrás del ataque lanzado contra la ciudad portuaria de Mariúpol, según publicó la agencia rusa de noticias RIA.
"Hoy se ha lanzado una ofensiva sobre Mariúpol. Este será el mejor monumento posible a todos nuestros muertos", dijo, según la agencia, en una ceremonia en la ciudad de Donetsk controlada por los rebeldes.
El primer ministro, Arseni Yatseniuk, ha condenado el incidente, que califica de ataque deliberado a los pacíficos ciudadanos por parte de los rebeldes, pero dijo que la verdadera amenaza se encuentra más allá de los territorios separatistas.
"El mundo tiene que detener al agresor ruso que amenaza Ucrania, Europa y a la seguridad global (...). El problema está en el héroe de la ciudad de Moscú, del Kremlin, Vladimir Putin", dijo en una reunión entre jefes de Seguridad y Defensa.
A pesar de los continuos llamamientos para un alto el fuego, Zajarchenko prometió el viernes que sus fuerzas seguirían adelante con una nueva ofensiva, mientras la ONU sostiene que el conflicto está ahora en "su período más mortífero" desde el acuerdo de paz que se acordó el pasado mes de septiembre.
Al menos 20 personas han muerto el sábado en la localidad portuaria de Mariúpol, en el este de Ucrania, según informó el ministro del Interior ucraniano, en un ataque del que Kiev responsabiliza a los rebeldes separatistas y al Ejército ruso.
Un testigo describió a Reuters el bombardeo, del que dijo que había sido suficientemente fuerte como para hacer caer la pintura de su casa.
Estas muertes han tenido lugar después de que los separatistas se negaran a continuar las conversaciones de paz y la lucha con las fuerzas gubernamentales se intensificara en las últimas dos semanas, para convertirse en las más intensas en meses, con 262 muertos en los últimos nueve días, según Naciones Unidas.
Mariúpol, en el mar de Azov, se sitúa en una ruta costera desde la frontera de Rusia hasta Crimea, que fue anexionada por Rusia de Ucrania el pasado mes de marzo.
El Ayuntamiento dijo que los cohetes lanzados por los rebeldes desde sistemas GRAD de largo alcance habían alcanzado un edificio de varios pisos, donde provocaron varios incendios.
El secretario del Comité de Defensa Nacional, Oleksander Turchinov, describió en un comunicado online el incidente como "otro sangriento crimen contra la humanidad cometido por el Ejército ruso y las bandas de terroristas que están bajo su completo control".
El ataque empezó a primera hora de la mañana, según informó por teléfono Leonid Vasilenko, un pensionista de 76 años que vive en los suburbios del este de Mariúpol.
"Las paredes temblaban, los marcos de la ventana también estaban temblando y la pintura empezó a desmoronarse", dijo Vasilenko. "Me escondí en el sótano. ¿Qué otra cosa podía hacer? Me llevé al perro y al gato. En el sótano podía oír cómo temblaba la tierra", añadió.
El ministro del Interior dijo que 15 personas habían muerto y que otras 83 habían resultado heridas.
Los separatistas niegan ser responsables del ataque. "Esta es una descarada desinformación y una mentira. Las fuerzas rebeldes no abrieron ningún fuego en dirección a Mariúpol ni, especialmente, contra áreas residenciales", dijo el ministro de Defensa de la autodenominada República Popular de Donetsk, según citas recogidas por Interfax.
No obstante, un líder de los separatistas prorrusos en el este de Ucrania, Alexander Zajarchenko, habría dicho que los rebeldes están detrás del ataque lanzado contra la ciudad portuaria de Mariúpol, según publicó la agencia rusa de noticias RIA.
"Hoy se ha lanzado una ofensiva sobre Mariúpol. Este será el mejor monumento posible a todos nuestros muertos", dijo, según la agencia, en una ceremonia en la ciudad de Donetsk controlada por los rebeldes.
El primer ministro, Arseni Yatseniuk, ha condenado el incidente, que califica de ataque deliberado a los pacíficos ciudadanos por parte de los rebeldes, pero dijo que la verdadera amenaza se encuentra más allá de los territorios separatistas.
"El mundo tiene que detener al agresor ruso que amenaza Ucrania, Europa y a la seguridad global (...). El problema está en el héroe de la ciudad de Moscú, del Kremlin, Vladimir Putin", dijo en una reunión entre jefes de Seguridad y Defensa.
A pesar de los continuos llamamientos para un alto el fuego, Zajarchenko prometió el viernes que sus fuerzas seguirían adelante con una nueva ofensiva, mientras la ONU sostiene que el conflicto está ahora en "su período más mortífero" desde el acuerdo de paz que se acordó el pasado mes de septiembre.