Huyendo de la guerra y una economía en declive, los ucranianos se dispersan por Europa

Londres, Reuters
Andriy dejó su hogar en el oeste de Ucrania este año en un trayecto que lo llevó de manos de personas sospechosas en Polonia a uno de los mercados en auge para los inmigrantes ilegales: Londres.


Huyendo de la guerra y una economía destrozada, Andriy siguió un camino similar al tomado por miles de sus compatriotas ucranianos que han viajado hacia el este, a Rusia, o al oeste, hacia la Unión Europea.

"No quiero luchar en ninguna guerra", dijo Andriy, quien habló con la condición de que ni su apellido ni el nombre de su pueblo natal fueran publicados por temor a ser deportado.

El joven de 19 años, hablando en ruso porque su inglés es limitado, añadió: "No quiero morir, quiero vivir. Solo quiero una vida normal".

Más de 4.300 combatientes y civiles han muerto en el este de Ucrania desde que rebeldes prorrusos tomaron el control de las regiones fronterizas en abril. Casi un millón de personas huyó del área, en mayor parte en los últimos dos meses.

La mayoría huyó hacia otras parte de Ucrania, pero miles abandonaron el país, buscando una nueva vida en Rusia o, cada vez en mayor medida, en Europa.

Según varios inmigrantes legales e ilegales que hablaron con Reuters, muchos llegan a través de pandillas en Polonia, el Báltico o Ucrania que ofrecen documentos falsos o adulterados por varios miles de dólares, más la opción de transporte hacia Europa Occidental donde la inspección al azar de documentos es extremadamente inusual.

La naturaleza de la inmigración ilegal implica que hay pocos datos disponibles, pero el flujo oficial muestra que los ucranianos fueron el mayor grupo de ciudadanos de fuera de la UE a quienes se les otorgó permisos de residencia por miembros del bloque en el 2013.

Según Eurostat, el año pasado se otorgaron ese tipo de permisos a 236.700 ucranianos por estados de la UE, y 171.800 de esos permisos fueron aprobados en Polonia, una de las principales rutas de los ucranianos que viajan hacia el oeste.

Los números igualmente son modestos comparados al éxodo de 1991 tras la caída de la Unión Soviética o la emigración judía que ayudó a poblar una parte de Nueva York, pero las historias como la de Andriy dan una idea de la agitación generada por la crisis.

TRABAJADORES SILENCIOSOS

Algunos hombres dejan su país por el temor de ser llamados al Ejército ucraniano, pobremente equipado, que lucha contra los rebeldes apoyados por Rusia.

Para muchos otros inmigrantes, hallar un trabajo con paga aceptable es la principal razón para viajar.

Sus voces no se escuchan en el discurso europeo, pero los inmigrantes ilegales como Andriy son mostrados por algunos políticos como enemigos de los trabajadores europeos.

Los inmigrantes prosperan en un submundo sin impuestos lleno de demanda y efectivo: Andriy no tiene intenciones de volver a Ucrania porque la demanda por sus servicios de decoración y reparación es alta en el creciente mercado de bienes raíces de Londres.

El efectivo que puede ganar en Gran Bretaña, con frecuencia más de cientos de libras a la semana, supera por lejos lo que obtendría en Ucrania, una economía de 135.000 millones de dólares casi en bancarrota.

Para algunos ucranianos, la agitación creada por los insurgentes prorrusos fue el colmo en un desencanto mayor con la realidad diaria de elites corruptas, colapso económico y la violencia que siguió a la caída de la Unión Soviética.

Los destinos populares para los ucranianos incluyen Alemania, Italia, España y Portugal. El atractivo de Gran Bretaña no es tanto debido a controles fronterizos más exigentes que otros países de la UE.

Reuters vio uno de los documentos alterados usados como identificación por los inmigrantes, que dijeron que Polonia era la puerta hacia la libertad para muchos.

"Mucha gente va ilegalmente", dijo una mujer ucraniana viviendo legalmente en Polonia, quien no quiso ser identificada. "Muchas personas salen por Polonia (...) es donde comienza Europa", agregó.

"PADRES SKYPE"

Con la documentación correcta, un ucraniano viviendo en la Unión Europea podría buscar trabajo legalmente, pagar impuestos, abrir una cuenta bancaria y viajar a casa.

Sin la documentación correcta, los inmigrantes en Europa se ven obligados a trabajar fuera de la ley.

Como resultado, muchos pasan años alejados de sus hijos, que se benefician de sus ingresos pero no de su presencia.

"Los inmigrantes vienen por una vida mejor pero hay algunas situaciones desgarradoras: madres que han dejado a sus hijos en Ucrania y se comunican vía Skype", dijo Andy Hunder, director del Instituto Ucraniano en Londres.

"Alimentan a sus hijos pero para alimentarlos deben dejarlos", dijo.

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