Holanda defiende pesquisa de desastre de avión
Amsterdam, AP
El gobierno holandés rechazó un pedido de entregar a las Naciones Unidas la investigación sobre la caída del vuelo 17 de Malaysia Airlines en Ucrania, alegando que está haciendo lo mejor posible en circunstancias difíciles.
El aparato fue derribado e 17 de julio sobre territorio controlado por rebeldes pro rusos en el oriente de Ucrania. Las 298 personas que viajaban en el avión perecieron, en su mayoría holandeses. Varios fragmentos del avión derribado llegaron el martes a Holanda por avión.
Un bufete de abogados que representa a 20 familiares de víctimas de cuatro países ha criticado la investigación holandesa, calificándola de lenta y burocrática, y exhortó al primer ministro Mark Rutte a entregar la pesquisa a la ONU.
El principal funcionario de seguridad del gobierno holandés dijo el martes que los investigadores están haciendo su mejor esfuerzo en momentos que enfrentan una "compleja situación geopolítica en una zona de conflicto".
"Hacemos lo que podemos, todos los días", dijo Dick Schoof, coordinador de Seguridad y Contraterrorismo, en una declaración.
Equipos internacionales que tratan de recuperar restos humanos y pruebas han tenido dificultad en llegar al lugar donde se estrelló el avión debido a enfrentamientos entre fuerzas ucranianas y rebeldes. Todavía quedan por identificar seis víctimas.
Mientras tanto, fiscales holandeses coordinan una investigación penal internacional pero todavía no han identificado a ningún sospechoso ni dicho cuándo presentarán cargos.
Bob van der Goen, fundador del bufete de abogados Van Der Goen Advocaten, dijo a The Associated Press que la manera en que el gobierno holandés ha manejado el caso "ha sido terriblemente poco profesional", citando la demora de los investigadores en llegar al lugar y el hecho que no entrevistaron a posibles testigos en Ucrania en el momento adecuado.
El gobierno holandés rechazó un pedido de entregar a las Naciones Unidas la investigación sobre la caída del vuelo 17 de Malaysia Airlines en Ucrania, alegando que está haciendo lo mejor posible en circunstancias difíciles.
El aparato fue derribado e 17 de julio sobre territorio controlado por rebeldes pro rusos en el oriente de Ucrania. Las 298 personas que viajaban en el avión perecieron, en su mayoría holandeses. Varios fragmentos del avión derribado llegaron el martes a Holanda por avión.
Un bufete de abogados que representa a 20 familiares de víctimas de cuatro países ha criticado la investigación holandesa, calificándola de lenta y burocrática, y exhortó al primer ministro Mark Rutte a entregar la pesquisa a la ONU.
El principal funcionario de seguridad del gobierno holandés dijo el martes que los investigadores están haciendo su mejor esfuerzo en momentos que enfrentan una "compleja situación geopolítica en una zona de conflicto".
"Hacemos lo que podemos, todos los días", dijo Dick Schoof, coordinador de Seguridad y Contraterrorismo, en una declaración.
Equipos internacionales que tratan de recuperar restos humanos y pruebas han tenido dificultad en llegar al lugar donde se estrelló el avión debido a enfrentamientos entre fuerzas ucranianas y rebeldes. Todavía quedan por identificar seis víctimas.
Mientras tanto, fiscales holandeses coordinan una investigación penal internacional pero todavía no han identificado a ningún sospechoso ni dicho cuándo presentarán cargos.
Bob van der Goen, fundador del bufete de abogados Van Der Goen Advocaten, dijo a The Associated Press que la manera en que el gobierno holandés ha manejado el caso "ha sido terriblemente poco profesional", citando la demora de los investigadores en llegar al lugar y el hecho que no entrevistaron a posibles testigos en Ucrania en el momento adecuado.