Brasil reabre las heridas de su dictadura militar
Sao Paulo, Notimex
Brasil reabrió hoy las heridas causadas por su dictadura militar (1964-1985) al presentar un informe de la Comisión de la Verdad en el que cifra en 434 las víctimas mortales por el régimen castrense y responsabiliza a 377 funcionarios de las violaciones y los abusos.
En una emotiva ceremonia, en la que la presidenta Dilma Rousseff, ella misma víctima de las torturas por su activismo de izquierda, rompió en lágrimas, la Comisión de la Verdad entregó hoy –Día de la Declaración Universal de los Derechos Humanos- el informe final sobre lo ocurrido durante 21 años de dictadura.
El documento –elaborado durante más de dos años de trabajos- asegura que los “crímenes contra la humanidad” fueron sistemáticos durante el régimen, a quien culpa de practicar muertes, torturas, desapariciones forzadas, ocultación de cadáveres y creación de prisiones arbitrarias.
“En la dictadura militar la represión y la eliminación de opositores políticos se convirtió en política de Estado, concebida e implementada a partir de decisiones emanadas de la presidencia de la República y los ministerios militares”, señala el documento.
“Esa política de Estado movilizó a agentes públicos para la práctica sistemática de detenciones ilegales y arbitrarias, y tortura, que se abatió sobre millares de brasileños, y para cometer desapariciones forzadas, ejecuciones y ocultación de cadáveres”, agrega el texto, de cuatro mil 400 páginas.
En virtud de una Ley de Amnistía en vigor desde 1979, Brasil es el único país de América del Sur que no juzgó los crímenes de la dictadura, al entender que el país necesitaba pasar página y avanzar hacia la reconciliación.
Sin embargo, la Comisión de la Verdad recomienda ahora que se revise la ley, mientras el texto del informe puede ser usado por el Ministerio Público para emprender eventualmente acciones contra acusados de crímenes en la dictadura que no sean considerados “políticos”, sino crímenes comunes.
“La búsqueda de la verdad factual, el respeto a la memoria histórica y el estímulo a la reconciliación del país se consigue por medio de la información y el conocimiento”, dijo por su parte Rousseff, emocionada, quien señaló que “nosotros creemos en la verdad, esperamos que este informe contribuya para que fantasmas del pasado doloroso y triste no puedan protegerse más en las sombras del silencio y de la omisión”.
La presidenta Rousseff creó en 2011 una Comisión de la Verdad para arrojar luz sobre este período doloroso de la historia de Brasil, que junto a Chile (más de tres mil cien desaparecidos o muertos) y Argentina (más de 30 mil) sufrieron duros regímenes castrenses en la época de la Guerra Fría.
En total, más de mil 100 personas fueron entrevistadas para elaborar este informe en el que se detallan los acontecimientos sucedidos, pero sin atribuir responsabilidades con nombres y apellidos, a causa de la falta de un proceso judicial.
Brasil reabrió hoy las heridas causadas por su dictadura militar (1964-1985) al presentar un informe de la Comisión de la Verdad en el que cifra en 434 las víctimas mortales por el régimen castrense y responsabiliza a 377 funcionarios de las violaciones y los abusos.
En una emotiva ceremonia, en la que la presidenta Dilma Rousseff, ella misma víctima de las torturas por su activismo de izquierda, rompió en lágrimas, la Comisión de la Verdad entregó hoy –Día de la Declaración Universal de los Derechos Humanos- el informe final sobre lo ocurrido durante 21 años de dictadura.
El documento –elaborado durante más de dos años de trabajos- asegura que los “crímenes contra la humanidad” fueron sistemáticos durante el régimen, a quien culpa de practicar muertes, torturas, desapariciones forzadas, ocultación de cadáveres y creación de prisiones arbitrarias.
“En la dictadura militar la represión y la eliminación de opositores políticos se convirtió en política de Estado, concebida e implementada a partir de decisiones emanadas de la presidencia de la República y los ministerios militares”, señala el documento.
“Esa política de Estado movilizó a agentes públicos para la práctica sistemática de detenciones ilegales y arbitrarias, y tortura, que se abatió sobre millares de brasileños, y para cometer desapariciones forzadas, ejecuciones y ocultación de cadáveres”, agrega el texto, de cuatro mil 400 páginas.
En virtud de una Ley de Amnistía en vigor desde 1979, Brasil es el único país de América del Sur que no juzgó los crímenes de la dictadura, al entender que el país necesitaba pasar página y avanzar hacia la reconciliación.
Sin embargo, la Comisión de la Verdad recomienda ahora que se revise la ley, mientras el texto del informe puede ser usado por el Ministerio Público para emprender eventualmente acciones contra acusados de crímenes en la dictadura que no sean considerados “políticos”, sino crímenes comunes.
“La búsqueda de la verdad factual, el respeto a la memoria histórica y el estímulo a la reconciliación del país se consigue por medio de la información y el conocimiento”, dijo por su parte Rousseff, emocionada, quien señaló que “nosotros creemos en la verdad, esperamos que este informe contribuya para que fantasmas del pasado doloroso y triste no puedan protegerse más en las sombras del silencio y de la omisión”.
La presidenta Rousseff creó en 2011 una Comisión de la Verdad para arrojar luz sobre este período doloroso de la historia de Brasil, que junto a Chile (más de tres mil cien desaparecidos o muertos) y Argentina (más de 30 mil) sufrieron duros regímenes castrenses en la época de la Guerra Fría.
En total, más de mil 100 personas fueron entrevistadas para elaborar este informe en el que se detallan los acontecimientos sucedidos, pero sin atribuir responsabilidades con nombres y apellidos, a causa de la falta de un proceso judicial.