Aumentan víctimas infantiles de minas terrestres; Afganistán y Colombia son los más afectados
Bogotá, Reuters
Afganistán registra el mayor número de niños muertos o heridos por minas terrestres y otros artefactos explosivos, seguido por Colombia, según un destacado grupo activista.
En su reporte anual sobre minas terrestres, la Campaña Internacional para la Prohibición de Minas Terrestres y la Coalición sobre las Municiones de Racimo (ICBL-CMC, por su sigla en inglés) dijo que el número de víctimas registradas por minas y otros explosivos cayó a su menor nivel desde 1999.
Pero las víctimas infantiles han aumentado, agregó.
En el 2013, los niños representaron casi la mitad de las 2.403 víctimas civiles identificadas en todo el mundo, un 7 por ciento más que el año anterior, según el reporte.
Afganistán registró 487 víctimas infantiles en el 2013, casi la mitad de las ocurridas en esa franja etaria el año pasado a nivel mundial. Le siguieron Colombia, con 57 víctimas, y Siria en tercer lugar, dijo la organización.
En la República Democrática del Congo, Yemen y Sudán del Sur, los niños representan al menos el 75 por ciento de los civiles muertos o heridos por minas antipersonales y dispositivos que no explotaron, halló el reporte.
"Es más probable que los niños tomen deliberadamente artefactos explosivos que los adultos, con frecuencia sin saberlo, por curiosidad, o confundiéndolos con juguetes", dijo ICBL-CMC en su último informe.
Los varones conforman la mayor parte de las víctimas infantiles, según el reporte. Los niños, que tienden a participar más en actividades en el exterior como arrear ganado, recoger leña y alimentos o recolectar pedazos de metal, son más proclives a entrar en contacto con minas y artefactos sin explotar, explicó la organización.
En Colombia, la guerrilla de las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC) colocó gran parte de las minas terrestres y aparatos explosivos en áreas rurales como parte de su guerra de 50 años contra el Gobierno.
El conflicto ha convertido al país sudamericano en una de las naciones más afectadas por las minas terrestres.
En momentos en que el Gobierno colombiano y comandantes de las FARC llevan adelante negociaciones de paz en Cuba en un intento por poner fin a la guerra, sin un cese al fuego por ninguna de las dos partes, la cifra de víctimas por minas terrestres en el país continúa en aumento.
"Todos los colombianos necesitan avanzar con la tarea de promover un acuerdo especial sobre las minas como parte de las conversaciones de paz y antes de que un eventual acuerdo de paz sea firmado", dijo Alvaro Jiménez, director de la Campaña Colombiana para la Prohibición de Minas Terrestres, parte de la red global de ICBL-CMC.
"Es la única manera en que el número de víctimas por minas terrestres se reducirá", agregó.
Anteriormente este año, el grupo colombiano instó a los negociadores de paz a considerar el despeje humanitario de minas terrestres mientras se llevaba a cabo el diálogo.
"Estamos aún esperando una respuesta a nuestra propuesta", dijo Jiménez a la Fundación Thomson Reuters en una entrevista telefónica.
Casi 11.000 colombianos han resultado heridos o muertos por minas terrestres y dispositivos sin explotar desde 1990, de los cuales 1.101 eran niños, según las últimas cifras del Gobierno.
Afganistán registra el mayor número de niños muertos o heridos por minas terrestres y otros artefactos explosivos, seguido por Colombia, según un destacado grupo activista.
En su reporte anual sobre minas terrestres, la Campaña Internacional para la Prohibición de Minas Terrestres y la Coalición sobre las Municiones de Racimo (ICBL-CMC, por su sigla en inglés) dijo que el número de víctimas registradas por minas y otros explosivos cayó a su menor nivel desde 1999.
Pero las víctimas infantiles han aumentado, agregó.
En el 2013, los niños representaron casi la mitad de las 2.403 víctimas civiles identificadas en todo el mundo, un 7 por ciento más que el año anterior, según el reporte.
Afganistán registró 487 víctimas infantiles en el 2013, casi la mitad de las ocurridas en esa franja etaria el año pasado a nivel mundial. Le siguieron Colombia, con 57 víctimas, y Siria en tercer lugar, dijo la organización.
En la República Democrática del Congo, Yemen y Sudán del Sur, los niños representan al menos el 75 por ciento de los civiles muertos o heridos por minas antipersonales y dispositivos que no explotaron, halló el reporte.
"Es más probable que los niños tomen deliberadamente artefactos explosivos que los adultos, con frecuencia sin saberlo, por curiosidad, o confundiéndolos con juguetes", dijo ICBL-CMC en su último informe.
Los varones conforman la mayor parte de las víctimas infantiles, según el reporte. Los niños, que tienden a participar más en actividades en el exterior como arrear ganado, recoger leña y alimentos o recolectar pedazos de metal, son más proclives a entrar en contacto con minas y artefactos sin explotar, explicó la organización.
En Colombia, la guerrilla de las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC) colocó gran parte de las minas terrestres y aparatos explosivos en áreas rurales como parte de su guerra de 50 años contra el Gobierno.
El conflicto ha convertido al país sudamericano en una de las naciones más afectadas por las minas terrestres.
En momentos en que el Gobierno colombiano y comandantes de las FARC llevan adelante negociaciones de paz en Cuba en un intento por poner fin a la guerra, sin un cese al fuego por ninguna de las dos partes, la cifra de víctimas por minas terrestres en el país continúa en aumento.
"Todos los colombianos necesitan avanzar con la tarea de promover un acuerdo especial sobre las minas como parte de las conversaciones de paz y antes de que un eventual acuerdo de paz sea firmado", dijo Alvaro Jiménez, director de la Campaña Colombiana para la Prohibición de Minas Terrestres, parte de la red global de ICBL-CMC.
"Es la única manera en que el número de víctimas por minas terrestres se reducirá", agregó.
Anteriormente este año, el grupo colombiano instó a los negociadores de paz a considerar el despeje humanitario de minas terrestres mientras se llevaba a cabo el diálogo.
"Estamos aún esperando una respuesta a nuestra propuesta", dijo Jiménez a la Fundación Thomson Reuters en una entrevista telefónica.
Casi 11.000 colombianos han resultado heridos o muertos por minas terrestres y dispositivos sin explotar desde 1990, de los cuales 1.101 eran niños, según las últimas cifras del Gobierno.