Últimas horas del Muro de Berlín: protocolo de una noche histórica
Berlín, dpa
Miles de berlineses se fundieron en un abrazo la noche del 9 de noviembre de 1989 al ver caer el Muro que había dividido la ciudad y el mundo durante más de 28 años. Un protocolo de las horas que precipitaron hace 25 años un acontecimiento que cambió la historia:
9 de Noviembre
18:53 horas: La caída del Muro parece una posibilidad aún lejana cuando Günter Schabowski, miembro del Politbüro de la Alemania comunista (RDA), anuncia en una rueda de prensa que el gobierno permitirá viajes privados al extranjero.
La medida busca descomprimir la demanda social de reformas. Pero un periodista pregunta cuándo entran en vigor los nuevos permisos y Schabowski responde titubeando: “Según entiendo, de inmediato”. La norma estaba prevista en realidad a partir del día siguiente.
19:04 horas: La agencia dpa envía un cable urgente anunciando: “Los ciudadanos de la RDA pueden emigrar por todos los pasos fronterizos de forma directa y desde este momento”.
20:00 horas: El informativo de la cadena pública ARD comienza con el titular: “La RDA abre sus fronteras”. El Parlamento de la Alemania occidental interrumpe su sesión. En la RDA, el comité central del partido único SED termina una reunión sin percatarse de lo ocurrido en la rueda de prensa de Schabowski.
21:20 horas: Miles de personas que fueron saliendo a la calle ya desde la conferencia de Schabowski se reúnen ante el paso fronterizo de la calle Bornholmer. Sin órdenes claras y sorprendida por la situación, la guardia fronteriza permite a algunos pasar al oeste invalidando su pasaporte, una “expatriación” de facto. Los primeros berlineses del este cruzan el Muro y son recibidos en el oeste con lágrimas y abrazos.
21:34 horas: El presidente de Estados Unidos, George Bush, reacciona con prudencia a las noticias que llegan de Berlín. En una rueda de prensa se muestra “encantado”, pero responde meditativo y cauto.
23:00 horas: Aumenta la presión en el cruce de la calle Bornholmer, donde miles de personas gritan: “¡Abajo el Muro!”. Sin disparar un tiro, los oficiales del cruce abren las barreras y suspenden los controles. En los 45 minutos siguientes cruzan al oeste alrededor de 20.000 ciudadanos de la RDA.
23:50 horas: El canciller alemán, Helmut Kohl, ofrece una rueda de prensa durante su visita a Varsovia y anuncia que interrumpe su viaje a Polonia. Al día siguiente vuela a Berlín.
10 de Noviembre
00:02 horas: El informe de situación de la policía de la RDA señala que los ocho pasos fronterizos de Berlín están abiertos.
Desde la 1:00: Miles de berlineses del este y el oeste se unen ante la emblemática Puerta de Brandeburgo y trepan al Muro. Otros bailan y celebran en las cercanías. La policía de los dos Berlines vuelve a cerrar el acceso hacia las 3:30 horas.
8:00 horas: La RDA comienza a emitir permisos o visados para los viajes al oeste. Hasta el 11 de noviembre a las 13:00 horas se entregan 2,7 millones de visados.
9:30 horas: El alcalde de Berlín, Walter Momper, pronuncia un discurso en Bonn, capital de la Alemania occidental, en el que resume la sensación que recorre todo el país: “Anoche el pueblo alemán fue el pueblo más feliz del mundo”.
Miles de berlineses se fundieron en un abrazo la noche del 9 de noviembre de 1989 al ver caer el Muro que había dividido la ciudad y el mundo durante más de 28 años. Un protocolo de las horas que precipitaron hace 25 años un acontecimiento que cambió la historia:
9 de Noviembre
18:53 horas: La caída del Muro parece una posibilidad aún lejana cuando Günter Schabowski, miembro del Politbüro de la Alemania comunista (RDA), anuncia en una rueda de prensa que el gobierno permitirá viajes privados al extranjero.
La medida busca descomprimir la demanda social de reformas. Pero un periodista pregunta cuándo entran en vigor los nuevos permisos y Schabowski responde titubeando: “Según entiendo, de inmediato”. La norma estaba prevista en realidad a partir del día siguiente.
19:04 horas: La agencia dpa envía un cable urgente anunciando: “Los ciudadanos de la RDA pueden emigrar por todos los pasos fronterizos de forma directa y desde este momento”.
20:00 horas: El informativo de la cadena pública ARD comienza con el titular: “La RDA abre sus fronteras”. El Parlamento de la Alemania occidental interrumpe su sesión. En la RDA, el comité central del partido único SED termina una reunión sin percatarse de lo ocurrido en la rueda de prensa de Schabowski.
21:20 horas: Miles de personas que fueron saliendo a la calle ya desde la conferencia de Schabowski se reúnen ante el paso fronterizo de la calle Bornholmer. Sin órdenes claras y sorprendida por la situación, la guardia fronteriza permite a algunos pasar al oeste invalidando su pasaporte, una “expatriación” de facto. Los primeros berlineses del este cruzan el Muro y son recibidos en el oeste con lágrimas y abrazos.
21:34 horas: El presidente de Estados Unidos, George Bush, reacciona con prudencia a las noticias que llegan de Berlín. En una rueda de prensa se muestra “encantado”, pero responde meditativo y cauto.
23:00 horas: Aumenta la presión en el cruce de la calle Bornholmer, donde miles de personas gritan: “¡Abajo el Muro!”. Sin disparar un tiro, los oficiales del cruce abren las barreras y suspenden los controles. En los 45 minutos siguientes cruzan al oeste alrededor de 20.000 ciudadanos de la RDA.
23:50 horas: El canciller alemán, Helmut Kohl, ofrece una rueda de prensa durante su visita a Varsovia y anuncia que interrumpe su viaje a Polonia. Al día siguiente vuela a Berlín.
10 de Noviembre
00:02 horas: El informe de situación de la policía de la RDA señala que los ocho pasos fronterizos de Berlín están abiertos.
Desde la 1:00: Miles de berlineses del este y el oeste se unen ante la emblemática Puerta de Brandeburgo y trepan al Muro. Otros bailan y celebran en las cercanías. La policía de los dos Berlines vuelve a cerrar el acceso hacia las 3:30 horas.
8:00 horas: La RDA comienza a emitir permisos o visados para los viajes al oeste. Hasta el 11 de noviembre a las 13:00 horas se entregan 2,7 millones de visados.
9:30 horas: El alcalde de Berlín, Walter Momper, pronuncia un discurso en Bonn, capital de la Alemania occidental, en el que resume la sensación que recorre todo el país: “Anoche el pueblo alemán fue el pueblo más feliz del mundo”.