Policía de Hong Kong retiró nuevamente barricadas de manifestantes prodemocráticos
Hong Kong, DPA
La policía de Hong Kong volvió a retirar en la mañana de hoy algunas barricadas levantadas por los manifestantes prodemocráticos para permitir la reanudación del tráfico, pero los activistas no parecen ceder en sus demandas.
La acción policial comenzó con el desalojo de las barricadas en Causeway Bay, para abrir las calles al tráfico. Durante la operación no se produjeron incidentes y la situación se mantuvo en calma.
En la limitada intervención de la policía, se cargaron en camiones algunas tiendas de campaña de los manifestantes que ocupaban un carril de la carretera de Queensway, en Admiralty.
La policía utilizó motosierras para romper y retirar las barricadas de bambú y madera que los manifestantes habían levantado durante la noche, ante el temor de nuevos ataques tras los sufridos la jornada previa por parte de hombres enmascarados, y liberó así el carril de la carretera en dirección oeste.
Sin embargo, la principal sede de las protestas en Admiralty, donde las calles cercanas a la sede del gobierno están cortadas y ocupadas por las tiendas de campaña, no fue desalojada. “No nos retiraremos”, aseguró el líder estudiantil Alex Chow.
Sin embargo la cifra de manifestantes parece reducirse: mientras en Causeway Bay y en el barrio de negocios de Mong Kok, en la península de Kowloon, sólo acamparon algunas decenas de maniestantes esta noche, en Admiralty fueron algunos cientos.
Mientras tanto también se han movilizado los contrarios a las protestas que apoyan al gobierno de Pekín y que se quejan de los problemas que provocan las manifestaciones. Ya el lunes se produjeron enfrentamientos violentos entre hombres enmascarados contrarios a las protestas y activistas pacíficos, en las que los primeros intentaron destruir las barricadas. Hubo tres detenidos, según la policía.
Además, los activista denunciaron la detención o interrogatorio de unas 60 personas en China acusadas de simpatizar con el llamamiento a una mayor democracia en Hong Kong.
En la ola de detenciones en China con el que las autoridades pretenden evitar la difusión de las exigencias de mayor democracia se vio también afectada una colaboradora del semanario alemán “Die Zeit”, Miao Zhang, a quien desde hace diez días se le niega el acceso a un abogado, informaron conocidos.
El Ministerio de Exteriores en Pekín defendió su actuación alegando que la colaboradora de 40 años “provocó y enfadó”, dijo el portavoz Hong Lei. Además no estaba inscrita por escrito como colaboradora y las autoridades actuaron conforme a la ley en su caso, alegó.
También la corresponsal de “Die Zeit”, Angela Köckritz, fue interrogada por la policía en cuatro ocasiones durante más de tres horas y fue amenazada con una retirada de la acreditación.
Las protestas en la ex colonia británica, que desde 1997 es una región de administración especial autónoma de China, duran ya más de dos semanas. El desencadenante fue la decisión de Pekín de permitir por primera vez en 2017 la celebración de elecciones directas en Hong Kong, pero sin autorizar una libre nominación de los candidatos.
La policía de Hong Kong volvió a retirar en la mañana de hoy algunas barricadas levantadas por los manifestantes prodemocráticos para permitir la reanudación del tráfico, pero los activistas no parecen ceder en sus demandas.
La acción policial comenzó con el desalojo de las barricadas en Causeway Bay, para abrir las calles al tráfico. Durante la operación no se produjeron incidentes y la situación se mantuvo en calma.
En la limitada intervención de la policía, se cargaron en camiones algunas tiendas de campaña de los manifestantes que ocupaban un carril de la carretera de Queensway, en Admiralty.
La policía utilizó motosierras para romper y retirar las barricadas de bambú y madera que los manifestantes habían levantado durante la noche, ante el temor de nuevos ataques tras los sufridos la jornada previa por parte de hombres enmascarados, y liberó así el carril de la carretera en dirección oeste.
Sin embargo, la principal sede de las protestas en Admiralty, donde las calles cercanas a la sede del gobierno están cortadas y ocupadas por las tiendas de campaña, no fue desalojada. “No nos retiraremos”, aseguró el líder estudiantil Alex Chow.
Sin embargo la cifra de manifestantes parece reducirse: mientras en Causeway Bay y en el barrio de negocios de Mong Kok, en la península de Kowloon, sólo acamparon algunas decenas de maniestantes esta noche, en Admiralty fueron algunos cientos.
Mientras tanto también se han movilizado los contrarios a las protestas que apoyan al gobierno de Pekín y que se quejan de los problemas que provocan las manifestaciones. Ya el lunes se produjeron enfrentamientos violentos entre hombres enmascarados contrarios a las protestas y activistas pacíficos, en las que los primeros intentaron destruir las barricadas. Hubo tres detenidos, según la policía.
Además, los activista denunciaron la detención o interrogatorio de unas 60 personas en China acusadas de simpatizar con el llamamiento a una mayor democracia en Hong Kong.
En la ola de detenciones en China con el que las autoridades pretenden evitar la difusión de las exigencias de mayor democracia se vio también afectada una colaboradora del semanario alemán “Die Zeit”, Miao Zhang, a quien desde hace diez días se le niega el acceso a un abogado, informaron conocidos.
El Ministerio de Exteriores en Pekín defendió su actuación alegando que la colaboradora de 40 años “provocó y enfadó”, dijo el portavoz Hong Lei. Además no estaba inscrita por escrito como colaboradora y las autoridades actuaron conforme a la ley en su caso, alegó.
También la corresponsal de “Die Zeit”, Angela Köckritz, fue interrogada por la policía en cuatro ocasiones durante más de tres horas y fue amenazada con una retirada de la acreditación.
Las protestas en la ex colonia británica, que desde 1997 es una región de administración especial autónoma de China, duran ya más de dos semanas. El desencadenante fue la decisión de Pekín de permitir por primera vez en 2017 la celebración de elecciones directas en Hong Kong, pero sin autorizar una libre nominación de los candidatos.