Jet de Total casi esquivó el choque
Moscú, AP
El jet en que viajaba un ejecutivo petrolero francés y tres tripulantes estaba en el aire cuando rozó un quitanieves y estuvo a punto de evitar el choque fatal, dijeron investigadores rusos el jueves.
El accidente que costó la vida al CEO de Total SA, Christophe de Margerie, a última hora del lunes, ha sido visto no solo como una tragedia sino como una vergüenza para Rusia en un momento de relaciones tensas con Occidente.
El director general del aeropuerto Vnukovo de Moscú y su subdirector renunciaron el jueves, y los investigadores rusos anunciaron la detención de cuatro empleados además del conductor del quitanieves.
Alexei Morozov, jefe de investigaciones del Comité Estatal de Aviación con sede en Moscú, dijo a la prensa que la topadora se había introducido sin permiso en el cruce de dos pistas cuando el avión aceleraba en una de ellas para el despegue.
"La pista estaba despejada cuando el controlador dio el permiso de despegar", dijo Morozov, y añadió que no hubo comunicación entre la torre de control y el avión después de ese momento.
Catorce segundos después de iniciar el despegue en medio de una densa niebla, la tripulación del avión vio que un vehículo cruzaba la pista. Y otros 14 segundos después, los pilotos vieron el quitanueves apenas antes de la colisión, que se produjo con el avión ya en el aire, dijo Morozov.
Añadió que los sistemas del avión funcionaban bien y que obtuvo la información al estudiar los grabadores de vuelo y conversaciones en la cabina.
Las dimisiones del director general y de su segundo de a bordo son otra señal de que la responsabilidad por el accidente se está ampliando más allá del conductor de la topadora de nieve con la que impactó el jet privado mientras despegaba.
La única persona que fue detenida inmediatamente después del accidente fue el conductor de 60 años de la máquina quitanieves, Vladimir Martynenko, que los investigadores dijeron que había estado bebiendo. Su abogado insistió en que su cliente no bebe alcohol por una enfermedad de corazón.
Los investigadores presentaron el jueves el resultado del análisis de alcohol en sangre de Martynenko, que dijeron que mostraba un nivel del 0.06%. Rusia tiene una política de tolerancia cero al alcohol para todos los conductores, por no hablar de los que trabajan en aeropuertos, pero la cifra está por debajo del 0.08% del límite legal para conducir en Estados Unidos y Gran Bretaña.
También el jueves, un tribunal de Moscú ordenó que Martynenko siga bajo custodia hasta el 21 de diciembre mientras se sigue investigando el caso.
El Comité de Investigación dijo el jueves que entre los sospechosos están ahora el jefe del control de vuelos, dos controladores aéreos y el ingeniero que estaba a cargo de la retirada de nieve.
El aeropuerto de Vnukovo, que es propiedad de la ciudad de Moscú, dijo que Andrei Dyakov, que trabajó como director general desde 2005, y el subdirector renunciaron a sus puestos por el incidente, mientras que otros puestos directivos fueron suspendidos.
El jet en que viajaba un ejecutivo petrolero francés y tres tripulantes estaba en el aire cuando rozó un quitanieves y estuvo a punto de evitar el choque fatal, dijeron investigadores rusos el jueves.
El accidente que costó la vida al CEO de Total SA, Christophe de Margerie, a última hora del lunes, ha sido visto no solo como una tragedia sino como una vergüenza para Rusia en un momento de relaciones tensas con Occidente.
El director general del aeropuerto Vnukovo de Moscú y su subdirector renunciaron el jueves, y los investigadores rusos anunciaron la detención de cuatro empleados además del conductor del quitanieves.
Alexei Morozov, jefe de investigaciones del Comité Estatal de Aviación con sede en Moscú, dijo a la prensa que la topadora se había introducido sin permiso en el cruce de dos pistas cuando el avión aceleraba en una de ellas para el despegue.
"La pista estaba despejada cuando el controlador dio el permiso de despegar", dijo Morozov, y añadió que no hubo comunicación entre la torre de control y el avión después de ese momento.
Catorce segundos después de iniciar el despegue en medio de una densa niebla, la tripulación del avión vio que un vehículo cruzaba la pista. Y otros 14 segundos después, los pilotos vieron el quitanueves apenas antes de la colisión, que se produjo con el avión ya en el aire, dijo Morozov.
Añadió que los sistemas del avión funcionaban bien y que obtuvo la información al estudiar los grabadores de vuelo y conversaciones en la cabina.
Las dimisiones del director general y de su segundo de a bordo son otra señal de que la responsabilidad por el accidente se está ampliando más allá del conductor de la topadora de nieve con la que impactó el jet privado mientras despegaba.
La única persona que fue detenida inmediatamente después del accidente fue el conductor de 60 años de la máquina quitanieves, Vladimir Martynenko, que los investigadores dijeron que había estado bebiendo. Su abogado insistió en que su cliente no bebe alcohol por una enfermedad de corazón.
Los investigadores presentaron el jueves el resultado del análisis de alcohol en sangre de Martynenko, que dijeron que mostraba un nivel del 0.06%. Rusia tiene una política de tolerancia cero al alcohol para todos los conductores, por no hablar de los que trabajan en aeropuertos, pero la cifra está por debajo del 0.08% del límite legal para conducir en Estados Unidos y Gran Bretaña.
También el jueves, un tribunal de Moscú ordenó que Martynenko siga bajo custodia hasta el 21 de diciembre mientras se sigue investigando el caso.
El Comité de Investigación dijo el jueves que entre los sospechosos están ahora el jefe del control de vuelos, dos controladores aéreos y el ingeniero que estaba a cargo de la retirada de nieve.
El aeropuerto de Vnukovo, que es propiedad de la ciudad de Moscú, dijo que Andrei Dyakov, que trabajó como director general desde 2005, y el subdirector renunciaron a sus puestos por el incidente, mientras que otros puestos directivos fueron suspendidos.