El control del Senado por los republicanos, un arma de doble filo para sus aspirantes a la Casa Blanca
Washington, EP
Para los congresistas republicanos con aspiraciones de llegar a la Casa Blanca, el control del Senado tras las elecciones del próximo martes podría convertirse en un arma de doble filo.
Si los republicanos se hacen con la mayoría de la Cámara Alta, las nuevas responsabilidades del partido podrían obligar a sus potenciales candidatos en 2016 como Marco Rubio, de Florida, y Ted Cruz, de Texas, a tener que realizar votos incómodos que les dejen expuestos a críticas de sus rivales fuera del Congreso.
Aunque tendrían la oportunidad de sacar adelante legislación en proyectos tales como el oleoducto Keystone XL que son importantes para los votantes ecologistas, una exigua mayoría en el Senado podría perturbar su capacidad de cumplir con grandes promesas de controlar el gasto del Gobierno y reducir la deuda federal.
Eso abriría la puerta a los rivales que son actuales o antiguos gobernadores a hacer campaña contra Washington y sus impopulares congresistas, incluidos los republicanos tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.
"Cualquiera que sea un senador que se presente para presidente está obviamente en una situación complicada por los votos que tiene que emitir. Es una ventaja que los gobernadores tienen sobre ellos", ha reconocido el estratega republicano Charlie Black, asesor del exgobernador de Massachusetts Mitt Romney y del senador por Arizona John McCain durante sus campañas presidenciales.
VENTAJA PARA LOS GOBERNADORES
Algunos gobernadores que tienen su mirada puesta en 2016 ya están viendo cómo explotar esta ventaja. "Estoy convencido de que el siguiente presidente de Estados Unidos será un gobernador", dijo el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, uno de los presidensibles en 2016, en la Cámara de Comercio en Washington la semana pasada.
"Hemos tenido el experimento de un legislador que nunca dirigió nada entrenándose al tiempo que trabaja", afirmó, en referencia al pasado como senador por Illinois del presidente Barack Obama.
El gobernador de Texas, Rick Perry, otro de los probables candidatos en 2016, no duda en resaltar los éxitos económicos de su estado y su papel al frente como autor de los mismos. Si ellos empiezan sus propias campañas, el gobernador de Florida, Jeb Bush, y el de Luisiana, Bobby Jindal, no dudarían en hacer lo mismo.
Pero Black y otros republicanos creen que el control del Senado también podría ayudar a potenciales candidatos para 2016 como Cruz, Rubio, Rob Portman, de Ohio, y Rand Paul, de Kentucky, dándoles la oportunidad de brillar con más frecuencia. "Creo que todo es positivo", ha señalado Paul a Reuters.
APROBACIÓN DE LEYES
"Creo que se controlamos el Senado (...) comenzaremos a aprobar legislación", ha defendido Paul. "Hubo 400 leyes aprobadas en la Cámara el año pasado y ninguna de ellas fue aprobada en el Senado", ha añadido en una entrevista.
Eso podría llevar a votaciones potencialmente duras sobre temas controvertidos como elevar el techo de la deuda, mantener el Gobierno federal abierto, reformar el código fiscal y confirmar el potencial gabinete presidencial o las designaciones del Tribunal Supremo.
También podría dar a los senadores del partido una oportunidad de demostrar que pueden gobernar de manera responsable cuando es necesario, ha considerado Portman. "Si los republicanos son vistos como que toman la delantera en aprobar leyes, creo que ayud", ha defendido en una entrevista.
"Si conseguimos una mayoría en el Senado, existe la oportunidad de que se pudiera sentar al presidente en la mesa, aunque los republicanos tendrían que hacer su parte para lograrlo", ha añadido.
Cruz, un héroe del movimiento conservador 'Tea Party' que el año pasado consiguió el 'cierre' del Gobierno, ha intentado responsabilizar a los demócratas de antemano si un Senado controlado por los republicanos es incapaz de sacar adelante leyes.
En un reciente artículo de opinión en el 'USA Today', dijo que los republicanos aprobarán leyes en 2015 o "expondrán a un obstruccionista" presidente. "O bien sacamos adelante una agenda seria para afrontar las prioridades reales de los americanos --proteger nuestros derechos constitucionales y sacarnos del abismo económico y fiscal-- o los demócratas demorarán o vetarán estas leyes", afirmó. "Si lo hacen, tendremos transparencia y rendición de cuentas durante las próximas elecciones", añadió.
Pero los demócratas consideran que si los republicanos controlan ambas cámaras del Congreso a sus presidenciables les resultarán difícil mantenerse al margen de los males que se atribuyen a Washington. "Los senadores en ese grupo tendrán una carga particular para intentar limpiar su propio nivel de responsabilidad por lo que está ocurriendo o no en el Congreso", ha defendido Michael Feldman, un exasesor del vicepresidente Al Gore.
Para los congresistas republicanos con aspiraciones de llegar a la Casa Blanca, el control del Senado tras las elecciones del próximo martes podría convertirse en un arma de doble filo.
Si los republicanos se hacen con la mayoría de la Cámara Alta, las nuevas responsabilidades del partido podrían obligar a sus potenciales candidatos en 2016 como Marco Rubio, de Florida, y Ted Cruz, de Texas, a tener que realizar votos incómodos que les dejen expuestos a críticas de sus rivales fuera del Congreso.
Aunque tendrían la oportunidad de sacar adelante legislación en proyectos tales como el oleoducto Keystone XL que son importantes para los votantes ecologistas, una exigua mayoría en el Senado podría perturbar su capacidad de cumplir con grandes promesas de controlar el gasto del Gobierno y reducir la deuda federal.
Eso abriría la puerta a los rivales que son actuales o antiguos gobernadores a hacer campaña contra Washington y sus impopulares congresistas, incluidos los republicanos tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.
"Cualquiera que sea un senador que se presente para presidente está obviamente en una situación complicada por los votos que tiene que emitir. Es una ventaja que los gobernadores tienen sobre ellos", ha reconocido el estratega republicano Charlie Black, asesor del exgobernador de Massachusetts Mitt Romney y del senador por Arizona John McCain durante sus campañas presidenciales.
VENTAJA PARA LOS GOBERNADORES
Algunos gobernadores que tienen su mirada puesta en 2016 ya están viendo cómo explotar esta ventaja. "Estoy convencido de que el siguiente presidente de Estados Unidos será un gobernador", dijo el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, uno de los presidensibles en 2016, en la Cámara de Comercio en Washington la semana pasada.
"Hemos tenido el experimento de un legislador que nunca dirigió nada entrenándose al tiempo que trabaja", afirmó, en referencia al pasado como senador por Illinois del presidente Barack Obama.
El gobernador de Texas, Rick Perry, otro de los probables candidatos en 2016, no duda en resaltar los éxitos económicos de su estado y su papel al frente como autor de los mismos. Si ellos empiezan sus propias campañas, el gobernador de Florida, Jeb Bush, y el de Luisiana, Bobby Jindal, no dudarían en hacer lo mismo.
Pero Black y otros republicanos creen que el control del Senado también podría ayudar a potenciales candidatos para 2016 como Cruz, Rubio, Rob Portman, de Ohio, y Rand Paul, de Kentucky, dándoles la oportunidad de brillar con más frecuencia. "Creo que todo es positivo", ha señalado Paul a Reuters.
APROBACIÓN DE LEYES
"Creo que se controlamos el Senado (...) comenzaremos a aprobar legislación", ha defendido Paul. "Hubo 400 leyes aprobadas en la Cámara el año pasado y ninguna de ellas fue aprobada en el Senado", ha añadido en una entrevista.
Eso podría llevar a votaciones potencialmente duras sobre temas controvertidos como elevar el techo de la deuda, mantener el Gobierno federal abierto, reformar el código fiscal y confirmar el potencial gabinete presidencial o las designaciones del Tribunal Supremo.
También podría dar a los senadores del partido una oportunidad de demostrar que pueden gobernar de manera responsable cuando es necesario, ha considerado Portman. "Si los republicanos son vistos como que toman la delantera en aprobar leyes, creo que ayud", ha defendido en una entrevista.
"Si conseguimos una mayoría en el Senado, existe la oportunidad de que se pudiera sentar al presidente en la mesa, aunque los republicanos tendrían que hacer su parte para lograrlo", ha añadido.
Cruz, un héroe del movimiento conservador 'Tea Party' que el año pasado consiguió el 'cierre' del Gobierno, ha intentado responsabilizar a los demócratas de antemano si un Senado controlado por los republicanos es incapaz de sacar adelante leyes.
En un reciente artículo de opinión en el 'USA Today', dijo que los republicanos aprobarán leyes en 2015 o "expondrán a un obstruccionista" presidente. "O bien sacamos adelante una agenda seria para afrontar las prioridades reales de los americanos --proteger nuestros derechos constitucionales y sacarnos del abismo económico y fiscal-- o los demócratas demorarán o vetarán estas leyes", afirmó. "Si lo hacen, tendremos transparencia y rendición de cuentas durante las próximas elecciones", añadió.
Pero los demócratas consideran que si los republicanos controlan ambas cámaras del Congreso a sus presidenciables les resultarán difícil mantenerse al margen de los males que se atribuyen a Washington. "Los senadores en ese grupo tendrán una carga particular para intentar limpiar su propio nivel de responsabilidad por lo que está ocurriendo o no en el Congreso", ha defendido Michael Feldman, un exasesor del vicepresidente Al Gore.