Declaran culpables a cuatro exempleados de Blackwater por matar a 14 iraquíes desarmados en 2007
Washington, EP
Un jurado federal de Estados Unidos ha declarado culpables a cuatro antiguos empleados de la firma de seguridad privada Blackwater por su papel en la muerte de 14 iraquíes desarmados que murieron tiroteados en 2007 en Bagdad.
Los miembros del jurado han considerado a tres de los acusados --Paul Slough, Dustin Heard y Evan Liberty-- culpables de homicidio y once tentativas de homicidio, por los heridos durante el tiroteo. Por su parte, el cuarto guardia --Nicholas Slatten-- podría ser condenado a cadena perpetua por el asesinato de la primera de las víctimas.
Durante la vista de este miércoles, que pone fin a siete semanas de deliberaciones, se ha podido escuchar la palabra "culpable" en 71 ocasiones. El jurado ha tenido en cuenta casi cien preguntas para exponer su decisión, que previsiblemente terminará siendo recurrida por la defensa una vez se conozcan las penas.
El veredicto llega más de siete años después de un suceso que disparó el antiamericanismo en Irak y que puso en cuestión la amplia red de empresas privadas que suministraban servicios de seguridad a representantes extranjeros. Cuando se produjo el tiroteo, los guardias de Blacwater trataban de despejar el paso a un convoy del Departamento de Estado norteamericano.
Un miembro de la Embajada iraquí en Washington, Mohamad al Quraishy, ha acudido a la lectura del veredicto y, al término de la sesión, ha asegurado que el pueblo de Irak estaba pendiente de lo que ocurría en Washington. "Apoyarán esta decisión", ha dicho, en alusión al veredicto de culpabilidad.
RESPALDO AL GOBIERNO
Durante los más de dos meses que ha durado el juicio, el Gobierno ha tratado de hacer ver que los guardias de Blackwater --empresa ahora desaparecida-, actuaron de forma imprudente. La defensa, por su parte, ha alegado que los guardias trabajaban en zona de guerra y recurrieron a las armas en respuesta a disparos y a lo que parecía un coche bomba.
El fiscal, Anthony Asuncion, declaró que cuando los guardias actuaron el 16 de septiembre de 2007 en la plaza Nisur, "no había insurgentes ni AK-47, sólo personas intentando escapar de estos hombres".
Un jurado federal de Estados Unidos ha declarado culpables a cuatro antiguos empleados de la firma de seguridad privada Blackwater por su papel en la muerte de 14 iraquíes desarmados que murieron tiroteados en 2007 en Bagdad.
Los miembros del jurado han considerado a tres de los acusados --Paul Slough, Dustin Heard y Evan Liberty-- culpables de homicidio y once tentativas de homicidio, por los heridos durante el tiroteo. Por su parte, el cuarto guardia --Nicholas Slatten-- podría ser condenado a cadena perpetua por el asesinato de la primera de las víctimas.
Durante la vista de este miércoles, que pone fin a siete semanas de deliberaciones, se ha podido escuchar la palabra "culpable" en 71 ocasiones. El jurado ha tenido en cuenta casi cien preguntas para exponer su decisión, que previsiblemente terminará siendo recurrida por la defensa una vez se conozcan las penas.
El veredicto llega más de siete años después de un suceso que disparó el antiamericanismo en Irak y que puso en cuestión la amplia red de empresas privadas que suministraban servicios de seguridad a representantes extranjeros. Cuando se produjo el tiroteo, los guardias de Blacwater trataban de despejar el paso a un convoy del Departamento de Estado norteamericano.
Un miembro de la Embajada iraquí en Washington, Mohamad al Quraishy, ha acudido a la lectura del veredicto y, al término de la sesión, ha asegurado que el pueblo de Irak estaba pendiente de lo que ocurría en Washington. "Apoyarán esta decisión", ha dicho, en alusión al veredicto de culpabilidad.
RESPALDO AL GOBIERNO
Durante los más de dos meses que ha durado el juicio, el Gobierno ha tratado de hacer ver que los guardias de Blackwater --empresa ahora desaparecida-, actuaron de forma imprudente. La defensa, por su parte, ha alegado que los guardias trabajaban en zona de guerra y recurrieron a las armas en respuesta a disparos y a lo que parecía un coche bomba.
El fiscal, Anthony Asuncion, declaró que cuando los guardias actuaron el 16 de septiembre de 2007 en la plaza Nisur, "no había insurgentes ni AK-47, sólo personas intentando escapar de estos hombres".