Caza de submarino preocupa a naciones del Báltico
Estocolmo, AP
La mayor caza de submarino en Suecia desde las postrimerías de la Unión Soviética ha puesto en alerta a las naciones en la región del Mar Báltico.
En una escena reminiscente de la Guerra Fría, barcos, helicópteros y fuerzas de infantería inspeccionan el archipiélago de Estocolmo por cuarto día el lunes en busca de indicios de un submarino extranjero que las autoridades sospechan entró ilegalmente en aguas suecas.
Aunque Suecia no ha vinculado ningún país a la supuesta intrusión —y Moscú desmiente tener nada que ver_, el incidente preocupa a las naciones de la región, donde las fuerzas rusas han sido acusadas de una serie de violaciones fronterizas por tierra, mar y aire en los últimos meses.
Las autoridades militares suecas dicen que la elusiva nave ha sido avistada tres veces desde el viernes. El domingo difundieron una fotografía tomada a distancia de lo que dijeron podría ser el misterioso navío.
El vocero militar Jesper Tengroth afirmó que más de 200 efectivos participan en la operación, pero destacó que, al contrario de las cazas submarinas en los años 80, no estaban utilizando esta vez cargas de profundidad ni otras armas antisubmarinas.
En sus especulaciones acerca de si el submarino intruso estaba vinculado a algún buque madre, la prensa sueca resaltó la presencia de un tanquero de la compañía rusa Novoship, que había navegado en círculos cerca de las aguas suecas. En una declaración, el presidente de Novoship, Yuri Tsvetkov, se manifestó "halagado" por la atención pero afirmó que el barco había sido contratado para transportar petróleo de Rusia a Estados Unidos y que estaba aguardando las instrucciones de carga.
El periódico Svenska Dagbladet reportó que las agencias de inteligencia suecas captaron señales de peligro que sugirieron que un minisubmarino ruso había sufrido dificultades en aguas suecas y que podría estar averiado.
Para desmentirlo, un funcionario del Ministerio de Defensa ruso citado por la agencia noticiosa Tass insinuó que la búsqueda fue originada por un submarino holandés que participó en un ejercicio con la armada sueca la semana pasada. El funcionario no identificado sugirió que Suecia debería ahorrar "el dinero de los contribuyentes" y pedir una explicación a Holanda.
La armada holandesa, por su parte, dijo que el submarino salió de Suecia y jueves y que ha estado en Estonia desde el viernes temprano. En Suecia, el vocero de las fuerzas armadas Philip Simon aseguró que no fue el submarino holandés el que desató la búsqueda sueca.
La búsqueda provocó titulares en las naciones del Báltico, incluso Estonia, Letonia y Lituania, tres antiguas repúblicas soviéticas alarmadas por la intervención de Rusia en Ucrania.
Estonia intensificó la vigilancia en sus aguas territoriales, dijo el vocero Priit Parkna.
En Lituania, el incidente provocó preocupaciones por la seguridad de una terminal flotante de gas natural que es transportada por el Mar Báltico al puerto lituano de Klaipeda. La terminal será clave para los planes lituanos de reducir su dependencia de energía rusa.
Mientras tanto, la prensa rusa sugirió que la reacción sueca es desmedida. El periódico Nezavisimaya Gazeta especuló que la caza submarina podría ser un ardid de los militares suecos para aumentar el presupuesto de la defensa, que ha sido sometido a varios cortes desde el fin de la Guerra Fría.
Por su parte el periódico oficial del gobierno, Rossiiskaya Gazeta, se preguntó si había o no un submarino puesto que los suecos no habían hallado nada hasta ahora.
La mayor caza de submarino en Suecia desde las postrimerías de la Unión Soviética ha puesto en alerta a las naciones en la región del Mar Báltico.
En una escena reminiscente de la Guerra Fría, barcos, helicópteros y fuerzas de infantería inspeccionan el archipiélago de Estocolmo por cuarto día el lunes en busca de indicios de un submarino extranjero que las autoridades sospechan entró ilegalmente en aguas suecas.
Aunque Suecia no ha vinculado ningún país a la supuesta intrusión —y Moscú desmiente tener nada que ver_, el incidente preocupa a las naciones de la región, donde las fuerzas rusas han sido acusadas de una serie de violaciones fronterizas por tierra, mar y aire en los últimos meses.
Las autoridades militares suecas dicen que la elusiva nave ha sido avistada tres veces desde el viernes. El domingo difundieron una fotografía tomada a distancia de lo que dijeron podría ser el misterioso navío.
El vocero militar Jesper Tengroth afirmó que más de 200 efectivos participan en la operación, pero destacó que, al contrario de las cazas submarinas en los años 80, no estaban utilizando esta vez cargas de profundidad ni otras armas antisubmarinas.
En sus especulaciones acerca de si el submarino intruso estaba vinculado a algún buque madre, la prensa sueca resaltó la presencia de un tanquero de la compañía rusa Novoship, que había navegado en círculos cerca de las aguas suecas. En una declaración, el presidente de Novoship, Yuri Tsvetkov, se manifestó "halagado" por la atención pero afirmó que el barco había sido contratado para transportar petróleo de Rusia a Estados Unidos y que estaba aguardando las instrucciones de carga.
El periódico Svenska Dagbladet reportó que las agencias de inteligencia suecas captaron señales de peligro que sugirieron que un minisubmarino ruso había sufrido dificultades en aguas suecas y que podría estar averiado.
Para desmentirlo, un funcionario del Ministerio de Defensa ruso citado por la agencia noticiosa Tass insinuó que la búsqueda fue originada por un submarino holandés que participó en un ejercicio con la armada sueca la semana pasada. El funcionario no identificado sugirió que Suecia debería ahorrar "el dinero de los contribuyentes" y pedir una explicación a Holanda.
La armada holandesa, por su parte, dijo que el submarino salió de Suecia y jueves y que ha estado en Estonia desde el viernes temprano. En Suecia, el vocero de las fuerzas armadas Philip Simon aseguró que no fue el submarino holandés el que desató la búsqueda sueca.
La búsqueda provocó titulares en las naciones del Báltico, incluso Estonia, Letonia y Lituania, tres antiguas repúblicas soviéticas alarmadas por la intervención de Rusia en Ucrania.
Estonia intensificó la vigilancia en sus aguas territoriales, dijo el vocero Priit Parkna.
En Lituania, el incidente provocó preocupaciones por la seguridad de una terminal flotante de gas natural que es transportada por el Mar Báltico al puerto lituano de Klaipeda. La terminal será clave para los planes lituanos de reducir su dependencia de energía rusa.
Mientras tanto, la prensa rusa sugirió que la reacción sueca es desmedida. El periódico Nezavisimaya Gazeta especuló que la caza submarina podría ser un ardid de los militares suecos para aumentar el presupuesto de la defensa, que ha sido sometido a varios cortes desde el fin de la Guerra Fría.
Por su parte el periódico oficial del gobierno, Rossiiskaya Gazeta, se preguntó si había o no un submarino puesto que los suecos no habían hallado nada hasta ahora.