Activistas con un capuchón del Ku Klux Klan y un niqab intentan entrar en el Parlamento australiano
Madrid, EP
Tres individuos encapuchados, uno de ellos con un capuchón del Ku Klux Klan, un traje islamista femenino o niqab y un casco de moto, han intentado entrar este lunes con el rostro cubierto en la sede del Parlamento australiano en Canberra para protestar así por la derogación de la ley que prohibía el uso de indumentarias que ocultan el rostro.
A los activistas, pertenecientes al grupo Faceless, sin rostro, se les requirió su identificación y que se descubrieran para entrar en el edificio y se les devolvieron estos ropajes y complementos cuando salieron.
Los tres manifestaron a la salida su "satisfacción" por los controles de seguridad realizados, pero denuncian que es injusto que si hubieran sido mujeres musulmanas se les hubiera permitido conservar el velo.
"Parece que puedes llevar la cara totalmente cubierta en el Parlamento si eres mujer, pero no hay nadie más que tenga este privilegio", ha argumentado el activista que llevaba el capuchón del Ku Klux Klan, Sergio Redegalli, en declaraciones a 'The Australian'.
El activista con el casco de moto, Victor Waterson, miembro del partido minoritario Partido Australia Primero, ha lamentado que el país está "anegado por los asiáticos" y ha defendido una "Australia blanca".
El tercero era Nick Folkes, presidente del Partido de la Libertad, una formación "conservadora patriótica" que no dudó en vestirse con un niqab para "impedir la inmigración musulmana y del Tercer Mundo y proteger así la supervivencia del pueblo australiano".
Otras voces como la de la senadora Jacqui Lambie han defendido la prohibición del burka porque lo consideran "incompatible culturalmente con nuestro modo de vida".
Tres individuos encapuchados, uno de ellos con un capuchón del Ku Klux Klan, un traje islamista femenino o niqab y un casco de moto, han intentado entrar este lunes con el rostro cubierto en la sede del Parlamento australiano en Canberra para protestar así por la derogación de la ley que prohibía el uso de indumentarias que ocultan el rostro.
A los activistas, pertenecientes al grupo Faceless, sin rostro, se les requirió su identificación y que se descubrieran para entrar en el edificio y se les devolvieron estos ropajes y complementos cuando salieron.
Los tres manifestaron a la salida su "satisfacción" por los controles de seguridad realizados, pero denuncian que es injusto que si hubieran sido mujeres musulmanas se les hubiera permitido conservar el velo.
"Parece que puedes llevar la cara totalmente cubierta en el Parlamento si eres mujer, pero no hay nadie más que tenga este privilegio", ha argumentado el activista que llevaba el capuchón del Ku Klux Klan, Sergio Redegalli, en declaraciones a 'The Australian'.
El activista con el casco de moto, Victor Waterson, miembro del partido minoritario Partido Australia Primero, ha lamentado que el país está "anegado por los asiáticos" y ha defendido una "Australia blanca".
El tercero era Nick Folkes, presidente del Partido de la Libertad, una formación "conservadora patriótica" que no dudó en vestirse con un niqab para "impedir la inmigración musulmana y del Tercer Mundo y proteger así la supervivencia del pueblo australiano".
Otras voces como la de la senadora Jacqui Lambie han defendido la prohibición del burka porque lo consideran "incompatible culturalmente con nuestro modo de vida".