Turquía solo dará apoyo logístico y humanitario contra el Estado Islámico
Turquía teme represalias en suelo turco, ya que los yihadistas tienen a 46 rehenes turcos en Irak
José Miguel Calatayud
Estambul, El País
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha confirmado este viernes al secretario de Estado estadounidense, John Kerry, que Turquía solo ofrecerá apoyo logístico y humanitario a la coalición internacional contra la milicia yihadista del Estado Islámico (EI).
“[Turquía y Estados Unidos] van a continuar luchando contra las organizaciones terroristas en la región tal y como hasta ahora”, ha asegurado la oficina de la Presidencia turca en un comunicado tras la reunión entre Erdogan y Kerry. El estadounidense, por su parte, rehusó detallar qué países se sumarán a la coalición —si bien descartó a Irán— y el papel que tendrá cada uno. “Es completamente prematuro, y francamente inapropiado en este momento”, especificar esos extremos dijo Kerry. Ankara seguirá compartiendo informes de inteligencia con EE UU, dando apoyo logístico y aportando ayuda humanitaria a las víctimas de la guerra en Siria.
Ankara seguirá compartiendo informes de inteligencia con Estados Unidos, dando apoyo logístico a la oposición siria y aportando ayuda humanitaria a las víctimas de la guerra en este país, según ha citado este comunicado la agencia France-Presse.
Tras llegar a Ankara, Kerry, que también se ha reunido con el ministro de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, y con el nuevo primer ministro, Ahmet Davutoglu, ha anunciado que su país iba a donar otros 500 millones de dólares (unos 385 millones de euros) para las víctimas del conflicto en Siria. De esa cantidad, 47,4 millones de dólares van a ir directamente a Turquía.
En total, y ya contando esta nueva aportación, desde que empezó el conflicto, Estados Unidos se habrá gastado 1.400 millones de dólares (unos 1.080 millones de euros) de los que 209,3 millones de dólares habrán sido para Turquía (unos 160 millones de euros). Esta ayuda va a beneficiar también a Turquía, que acoge en su territorio a cerca de un millón de refugiados sirios.
Turquía, un país miembro de la OTAN y aliado tradicional de Estados Unidos, se presentaba como un socio clave en la coalición contra el EI, ya que era el único Estado musulmán del primer grupo de 10 países miembros, y también era el único que ahora mismo comparte fronteras con el territorio ocupado por el EI en Siria e Irak.
Sin embargo, ya desde el primer momento Turquía no se había mostrado inclinada a participar activamente en la lucha contra el Estado Islámico. De hecho, Kerry ha llegado a Ankara desde Arabia Saudí, donde había conseguido que 10 países árabes acabaran firmando participar en una "campaña militar coordinada" contra el EI. Pero Turquía, que también había asistido a este encuentro, no firmó ese documento.
“Nuestras manos y nuestros brazos están atados debido a los rehenes”, había dicho el jueves un oficial del Gobierno turco anónimamente a la agencia France-Presse, en referencia a los al menos 46 ciudadanos turcos que el EI mantiene retenidos en Mosul, en el norte de Irak, entre ellos el cónsul turco en esa ciudad, personal diplomático y miembros de las fuerzas especiales, además de varios niños.
“[La base de la OTAN en] Incirlik se va a usar únicamente para operaciones logísticas y de asistencia humanitaria”, había asegurado ya este oficial, que insistió en esta idea: “Turquía no va a participar en operaciones armadas sino que se va a concentrar completamente en operaciones humanitarias”.
Precisamente la cercanía de las milicias yihadistas al otro lado de sus fronteras también hace temer a Ankara que el EI realice atentados en territorio turco como represalia por posibles ataques contra sus militantes.
Además, a Turquía le preocupa que armas destinadas a combatir el EI puedan acabar en manos de la milicia del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en kurdo), que actualmente participa en la lucha contra los yihadistas en Irak y que está considerada una organización terrorista por Ankara, la Unión Europea y Estados Unidos. Aunque ahora mismo en medio de un frágil proceso de paz, Turquía y el PKK llevan enfrentados desde 1984 en un conflicto armado que ha causado más de 40.000 muertes, la mayoría militantes kurdos.
Por último, Ankara también teme que la lucha internacional contra el EI acabe favoreciendo en Siria al régimen del presidente Bachar el Asad, actualmente enemigo declarado de Turquía, que desde el principio de la guerra ha apoyado a los rebeldes. Ankara incluso ha sido acusada de, en un primer momento, no impedir el tránsito por Turquía de yihadistas extranjeros dirigidos Siria para luchar contra El Asad.
José Miguel Calatayud
Estambul, El País
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha confirmado este viernes al secretario de Estado estadounidense, John Kerry, que Turquía solo ofrecerá apoyo logístico y humanitario a la coalición internacional contra la milicia yihadista del Estado Islámico (EI).
“[Turquía y Estados Unidos] van a continuar luchando contra las organizaciones terroristas en la región tal y como hasta ahora”, ha asegurado la oficina de la Presidencia turca en un comunicado tras la reunión entre Erdogan y Kerry. El estadounidense, por su parte, rehusó detallar qué países se sumarán a la coalición —si bien descartó a Irán— y el papel que tendrá cada uno. “Es completamente prematuro, y francamente inapropiado en este momento”, especificar esos extremos dijo Kerry. Ankara seguirá compartiendo informes de inteligencia con EE UU, dando apoyo logístico y aportando ayuda humanitaria a las víctimas de la guerra en Siria.
Ankara seguirá compartiendo informes de inteligencia con Estados Unidos, dando apoyo logístico a la oposición siria y aportando ayuda humanitaria a las víctimas de la guerra en este país, según ha citado este comunicado la agencia France-Presse.
Tras llegar a Ankara, Kerry, que también se ha reunido con el ministro de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, y con el nuevo primer ministro, Ahmet Davutoglu, ha anunciado que su país iba a donar otros 500 millones de dólares (unos 385 millones de euros) para las víctimas del conflicto en Siria. De esa cantidad, 47,4 millones de dólares van a ir directamente a Turquía.
En total, y ya contando esta nueva aportación, desde que empezó el conflicto, Estados Unidos se habrá gastado 1.400 millones de dólares (unos 1.080 millones de euros) de los que 209,3 millones de dólares habrán sido para Turquía (unos 160 millones de euros). Esta ayuda va a beneficiar también a Turquía, que acoge en su territorio a cerca de un millón de refugiados sirios.
Turquía, un país miembro de la OTAN y aliado tradicional de Estados Unidos, se presentaba como un socio clave en la coalición contra el EI, ya que era el único Estado musulmán del primer grupo de 10 países miembros, y también era el único que ahora mismo comparte fronteras con el territorio ocupado por el EI en Siria e Irak.
Sin embargo, ya desde el primer momento Turquía no se había mostrado inclinada a participar activamente en la lucha contra el Estado Islámico. De hecho, Kerry ha llegado a Ankara desde Arabia Saudí, donde había conseguido que 10 países árabes acabaran firmando participar en una "campaña militar coordinada" contra el EI. Pero Turquía, que también había asistido a este encuentro, no firmó ese documento.
“Nuestras manos y nuestros brazos están atados debido a los rehenes”, había dicho el jueves un oficial del Gobierno turco anónimamente a la agencia France-Presse, en referencia a los al menos 46 ciudadanos turcos que el EI mantiene retenidos en Mosul, en el norte de Irak, entre ellos el cónsul turco en esa ciudad, personal diplomático y miembros de las fuerzas especiales, además de varios niños.
“[La base de la OTAN en] Incirlik se va a usar únicamente para operaciones logísticas y de asistencia humanitaria”, había asegurado ya este oficial, que insistió en esta idea: “Turquía no va a participar en operaciones armadas sino que se va a concentrar completamente en operaciones humanitarias”.
Precisamente la cercanía de las milicias yihadistas al otro lado de sus fronteras también hace temer a Ankara que el EI realice atentados en territorio turco como represalia por posibles ataques contra sus militantes.
Además, a Turquía le preocupa que armas destinadas a combatir el EI puedan acabar en manos de la milicia del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en kurdo), que actualmente participa en la lucha contra los yihadistas en Irak y que está considerada una organización terrorista por Ankara, la Unión Europea y Estados Unidos. Aunque ahora mismo en medio de un frágil proceso de paz, Turquía y el PKK llevan enfrentados desde 1984 en un conflicto armado que ha causado más de 40.000 muertes, la mayoría militantes kurdos.
Por último, Ankara también teme que la lucha internacional contra el EI acabe favoreciendo en Siria al régimen del presidente Bachar el Asad, actualmente enemigo declarado de Turquía, que desde el principio de la guerra ha apoyado a los rebeldes. Ankara incluso ha sido acusada de, en un primer momento, no impedir el tránsito por Turquía de yihadistas extranjeros dirigidos Siria para luchar contra El Asad.