Siria revela más instalaciones de armas químicas a organismo de control
La Haya, Reuters
Siria ha dado a conocer una instalación previamente no declarada de investigación y desarrollo y un laboratorio para producir el veneno ricina al organismo global de control de armas químicas, dijeron a Reuters fuentes diplomáticas.
Siria ha detallado tres nuevas instalaciones a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) como parte de una revisión en curso del arsenal tóxico del país, dijeron tres fuentes.
Las revelaciones parecieron respaldar las afirmaciones realizadas por Gobiernos occidentales en los últimos meses con respecto a que el régimen del presidente Bashar al-Assad no ha sido completamente transparente ante la organización mundial a la hora de detallar su programa de armas químicas.
Damasco acordó el año pasado eliminar su programa completo de armas químicas tras un ataque con gas sarín el 21 de agosto del 2013, que dejó cientos de personas muertas en Ghouta, un barrio en las afueras de Damasco.
En virtud del acuerdo alcanzado con Washington y Moscú, que evitó una acción militar con la que había amenazado Estados Unidos, la OPAQ está supervisando la destrucción de 1.300 toneladas de armas químicas que Siria declaró al organismo con sede en La Haya.
Se suponía que Siria ya tenía que haber destruido todas las instalaciones de producción y almacenamiento, pero aún posee 12 hangares de cemento y búnkers subterráneos, que deberían ser destruidos en los próximos meses.
Las nuevas revelaciones de los diplomáticos tuvieron lugar como parte de una revisión en curso de "discrepancias" en la declaración inicial de Siria ante la OPAQ, que Gran Bretaña y Estados Unidos han dicho que temían que hubiera excluido a algunos químicos, particularmente al sarín.
El riesgo de que químicos perdidos caigan en manos de militantes de línea dura ha crecido con la propagación de las fuerzas del Estado Islámico, que han capturado grandes porciones de Irak y Siria desde el verano boreal.
Siria nunca declaró haber tenido sarín ni los cohetes usados para matar a más de 1.000 personas y culpó a los insurgentes del peor ataque con armas químicas en un cuarto de siglo.
Damasco reveló decenas de sitios a la OPAQ el año pasado, pero ahora ha dado a conocer unas tres instalaciones más a un equipo de inspectores.
Una es un laboratorio de ricina, altamente tóxica, localizado en un lugar que funcionarios sirios dijeron que era inaccesible a los inspectores debido a combates en curso entre insurgentes y fuerzas del Gobierno, dijeron fuentes.
Una segunda fuente diplomática, que también habló bajo condición de anonimato, dijo que la planta de ricina había sido destruida antes de que Siria se uniera a la OPAQ.
Funcionarios de la OPAQ no pudieron ser contactados de inmediato para hacer comentarios.
Damasco firmó la Convención de Armas Químicas en 1997, en virtud de la cual tiene prohibido desarrollar, almacenar o usar cualquier químico como arma y debe declarar cualquier existencia de toxinas a la OPAQ.
Siria ha dado a conocer una instalación previamente no declarada de investigación y desarrollo y un laboratorio para producir el veneno ricina al organismo global de control de armas químicas, dijeron a Reuters fuentes diplomáticas.
Siria ha detallado tres nuevas instalaciones a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) como parte de una revisión en curso del arsenal tóxico del país, dijeron tres fuentes.
Las revelaciones parecieron respaldar las afirmaciones realizadas por Gobiernos occidentales en los últimos meses con respecto a que el régimen del presidente Bashar al-Assad no ha sido completamente transparente ante la organización mundial a la hora de detallar su programa de armas químicas.
Damasco acordó el año pasado eliminar su programa completo de armas químicas tras un ataque con gas sarín el 21 de agosto del 2013, que dejó cientos de personas muertas en Ghouta, un barrio en las afueras de Damasco.
En virtud del acuerdo alcanzado con Washington y Moscú, que evitó una acción militar con la que había amenazado Estados Unidos, la OPAQ está supervisando la destrucción de 1.300 toneladas de armas químicas que Siria declaró al organismo con sede en La Haya.
Se suponía que Siria ya tenía que haber destruido todas las instalaciones de producción y almacenamiento, pero aún posee 12 hangares de cemento y búnkers subterráneos, que deberían ser destruidos en los próximos meses.
Las nuevas revelaciones de los diplomáticos tuvieron lugar como parte de una revisión en curso de "discrepancias" en la declaración inicial de Siria ante la OPAQ, que Gran Bretaña y Estados Unidos han dicho que temían que hubiera excluido a algunos químicos, particularmente al sarín.
El riesgo de que químicos perdidos caigan en manos de militantes de línea dura ha crecido con la propagación de las fuerzas del Estado Islámico, que han capturado grandes porciones de Irak y Siria desde el verano boreal.
Siria nunca declaró haber tenido sarín ni los cohetes usados para matar a más de 1.000 personas y culpó a los insurgentes del peor ataque con armas químicas en un cuarto de siglo.
Damasco reveló decenas de sitios a la OPAQ el año pasado, pero ahora ha dado a conocer unas tres instalaciones más a un equipo de inspectores.
Una es un laboratorio de ricina, altamente tóxica, localizado en un lugar que funcionarios sirios dijeron que era inaccesible a los inspectores debido a combates en curso entre insurgentes y fuerzas del Gobierno, dijeron fuentes.
Una segunda fuente diplomática, que también habló bajo condición de anonimato, dijo que la planta de ricina había sido destruida antes de que Siria se uniera a la OPAQ.
Funcionarios de la OPAQ no pudieron ser contactados de inmediato para hacer comentarios.
Damasco firmó la Convención de Armas Químicas en 1997, en virtud de la cual tiene prohibido desarrollar, almacenar o usar cualquier químico como arma y debe declarar cualquier existencia de toxinas a la OPAQ.