Plan Patujú es símbolo de presencia fuerte e inclusiva del Estado en territorios afectados por desastres:Quintana
La Paz, ABI
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, afirmó el domingo que el Plan Patujú, pergeñado para impulsar la reconstrucción de las regiones afectadas por las lluvias y las inundaciones de principios de año en Beni, Pando y el norte de La Paz, se ha convertido en un símbolo de la presencia fuerte e inclusiva del Estado, en comparación con el Estado republicano que lucraba con la tragedia.
Mostrando fotografías y datos de las tareas que se cumplieron en ese plan de recuperación y prevención en favor de las víctimas de los desastres por inundaciones, con una inversión de 476 millones de dólares que se erogarán a través de nueve decretos y dos resoluciones, Quintana dijo que ante la magnitud de la tragedia era necesario dotar a los pobladores de esas regiones, un símbolo con fuerza espiritual.
"El Plan Patujú es como el símbolo de la presencia estatal, de la respuesta del Estado a una situación de desastre que se ha enfrentado. Cuando la gente habla de patujú habla de muchas cosas: empleo, construcción de viviendas, protección ciudadana, está pensando en las políticas sociales y en la rehabilitación económica", fundamentó.
A su juicio, es una respuesta efectiva en comparación a lo que hacía el Estado republicano cuando se presentaban emergencias de esta naturaleza y cuando se producía una "danza de millones de dólares" por la cooperación internacional, que finalmente no llegaba a los pobladores de las regiones afectadas.
El Ministro de la Presidencia, que encara personalmente muchas tareas del Plan Patujú, afirmo que particularmente los benianos tienen la idea que fueron engañados en el pasado porque los recursos millonarios de la cooperación internacional fueron desviados y las poblaciones continuaron vulnerables a los desastres naturales.
"En realidad los desastres naturales se convirtieron en un negocio redondo de las autoridades locales, era un negocio jugosísimo", sustentó Quintana al afirmar que el Estado republicano era un Estado cruel, que no cooperaba, no reconstruía.
A reglón seguido dijo que el Gobierno modificó radicalmente la respuesta del Estado ante los desastres, encarando las tareas inmediatas de la reconstrucción, pero consolidando también tareas que impulsen el desarrollo sostenido de la región amazónica en múltiples escenarios, tomando en cuenta que al menos medio gabinete de ministros trabaja en esa estrategia de desarrollo productivo.
"El Estado no se ha replegado después de la tragedia, está latente, está asistiendo a la gente. Es un Estado permanente de asistencia, de cooperación, de apoyo a la gente más necesitada. Está generando posibilidades de empleo y de desarrollo económico", respaldó al afirmar que el Plan Patujú tiene que convertirse de un plan de reconstrucción en una política de Estado.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, afirmó el domingo que el Plan Patujú, pergeñado para impulsar la reconstrucción de las regiones afectadas por las lluvias y las inundaciones de principios de año en Beni, Pando y el norte de La Paz, se ha convertido en un símbolo de la presencia fuerte e inclusiva del Estado, en comparación con el Estado republicano que lucraba con la tragedia.
Mostrando fotografías y datos de las tareas que se cumplieron en ese plan de recuperación y prevención en favor de las víctimas de los desastres por inundaciones, con una inversión de 476 millones de dólares que se erogarán a través de nueve decretos y dos resoluciones, Quintana dijo que ante la magnitud de la tragedia era necesario dotar a los pobladores de esas regiones, un símbolo con fuerza espiritual.
"El Plan Patujú es como el símbolo de la presencia estatal, de la respuesta del Estado a una situación de desastre que se ha enfrentado. Cuando la gente habla de patujú habla de muchas cosas: empleo, construcción de viviendas, protección ciudadana, está pensando en las políticas sociales y en la rehabilitación económica", fundamentó.
A su juicio, es una respuesta efectiva en comparación a lo que hacía el Estado republicano cuando se presentaban emergencias de esta naturaleza y cuando se producía una "danza de millones de dólares" por la cooperación internacional, que finalmente no llegaba a los pobladores de las regiones afectadas.
El Ministro de la Presidencia, que encara personalmente muchas tareas del Plan Patujú, afirmo que particularmente los benianos tienen la idea que fueron engañados en el pasado porque los recursos millonarios de la cooperación internacional fueron desviados y las poblaciones continuaron vulnerables a los desastres naturales.
"En realidad los desastres naturales se convirtieron en un negocio redondo de las autoridades locales, era un negocio jugosísimo", sustentó Quintana al afirmar que el Estado republicano era un Estado cruel, que no cooperaba, no reconstruía.
A reglón seguido dijo que el Gobierno modificó radicalmente la respuesta del Estado ante los desastres, encarando las tareas inmediatas de la reconstrucción, pero consolidando también tareas que impulsen el desarrollo sostenido de la región amazónica en múltiples escenarios, tomando en cuenta que al menos medio gabinete de ministros trabaja en esa estrategia de desarrollo productivo.
"El Estado no se ha replegado después de la tragedia, está latente, está asistiendo a la gente. Es un Estado permanente de asistencia, de cooperación, de apoyo a la gente más necesitada. Está generando posibilidades de empleo y de desarrollo económico", respaldó al afirmar que el Plan Patujú tiene que convertirse de un plan de reconstrucción en una política de Estado.