El Parlamento iraquí vota a favor de la investidura del gobierno de Haider al Abadi
Madrid, EP
El Parlamento iraquí ha votado este lunes a favor de la investidura del ejecutivo de unidad presentado por el primer ministro designado, Haider al Abadi. La propuesta de Al Abadi ha logrado el apoyo de 177 de de los 328 miembros del Parlamento unicameral iraquí.
El gabinete de Al Abadi incluye a un viceprimer ministro suní, Salih al Mutlak, y a otro viceprimer ministro kurdo, Hoshyar Zebari. El cargo de ministro de Asuntos Exteriores será para el ex primer ministro Ibrahim al Jaafari y el de ministro del Petróleo, para Adel Abdul Mahdi. Quedan pendientes de nombramiento dos puestos clave: los ministros de Interior y Defensa, informa la cadena británica BBC.
Durante la sesión se ha aprobado además el nombramiento de los tres vicepresidentes iraquíes, que serán el primer ministro saliente, Nuri al Maliki (chií); el también ex primer ministro Iyad Alaui (chií laico), y el expresdiente del Parlamento Usama al Nuyaifi (suní). Las tres vicepresidencias son cargos meramente simbólicos.
La sesión de investidura ha sido un reflejo de la situación política, con agrias intervenciones de diputados, y con unos diputados kurdos que aceptaron participar en la votación bajo la condición de que se resolvieran las cuestiones pendientes entre el Gobierno central y la región del Kurdistán en un plazo de tres meses. Además, han exigido el pago de los fondos retenidos al Kurdistán desde hace nueve meses en el plazo de una semana.
Al Abadi fue elegido el pasado 11 de agosto para sustituir al primer ministro saliente, Nuri al Maliki, favorito para renovar el cargo hasta que chiíes, suníes y kurdos, y también Estados Unidos, manifestaron su disconformidad. Al Maliki lidera la coalición más votada en las elecciones legislativas del pasado mes de abril.
Al Abadi pertenece, al igual que Al Maliki, al Partido Islámico Dawa, de tendencia islamista chií. La formación de un gobierno de unidad con representación de las principales sectas y etnias iraquíes, especialmente de los suníes, era una de las condiciones planteadas por Washington para seguir apoyando la contraofensiva militar contra las milicias yihadistas del Estado Islámico.
El Parlamento iraquí ha votado este lunes a favor de la investidura del ejecutivo de unidad presentado por el primer ministro designado, Haider al Abadi. La propuesta de Al Abadi ha logrado el apoyo de 177 de de los 328 miembros del Parlamento unicameral iraquí.
El gabinete de Al Abadi incluye a un viceprimer ministro suní, Salih al Mutlak, y a otro viceprimer ministro kurdo, Hoshyar Zebari. El cargo de ministro de Asuntos Exteriores será para el ex primer ministro Ibrahim al Jaafari y el de ministro del Petróleo, para Adel Abdul Mahdi. Quedan pendientes de nombramiento dos puestos clave: los ministros de Interior y Defensa, informa la cadena británica BBC.
Durante la sesión se ha aprobado además el nombramiento de los tres vicepresidentes iraquíes, que serán el primer ministro saliente, Nuri al Maliki (chií); el también ex primer ministro Iyad Alaui (chií laico), y el expresdiente del Parlamento Usama al Nuyaifi (suní). Las tres vicepresidencias son cargos meramente simbólicos.
La sesión de investidura ha sido un reflejo de la situación política, con agrias intervenciones de diputados, y con unos diputados kurdos que aceptaron participar en la votación bajo la condición de que se resolvieran las cuestiones pendientes entre el Gobierno central y la región del Kurdistán en un plazo de tres meses. Además, han exigido el pago de los fondos retenidos al Kurdistán desde hace nueve meses en el plazo de una semana.
Al Abadi fue elegido el pasado 11 de agosto para sustituir al primer ministro saliente, Nuri al Maliki, favorito para renovar el cargo hasta que chiíes, suníes y kurdos, y también Estados Unidos, manifestaron su disconformidad. Al Maliki lidera la coalición más votada en las elecciones legislativas del pasado mes de abril.
Al Abadi pertenece, al igual que Al Maliki, al Partido Islámico Dawa, de tendencia islamista chií. La formación de un gobierno de unidad con representación de las principales sectas y etnias iraquíes, especialmente de los suníes, era una de las condiciones planteadas por Washington para seguir apoyando la contraofensiva militar contra las milicias yihadistas del Estado Islámico.