El Papa denuncia en Albania la violencia religiosa
Tirana, AP
El papa Francisco denunció el domingo cómo los extremistas en todo el mundo están "pervirtiendo" la religión para justificar la violencia, durante una visita del pontífice al país balcánico, donde cristianos y musulmanes sufrieron una brutal opresión religiosa bajo el comunismo pero actualmente viven y trabajan juntos en paz.
La seguridad era más alta de lo habitual durante la visita de Francisco, entre noticias de que milicianos entrenados en Irak y Siria habrían regresado al país y podrían suponer una amenaza.
El Vaticano insistió en que no se habían tomado medidas especiales, pero la interacción de Francisco con la multitud fue muy diferente a la de sus viajes anteriores. Su vehículo descubierto recorrió deprisa el principal bulevar de Tirana, sin detenerse ni una vez para que Francisco saludara a los fieles como es su costumbre.
El Papa tan sólo besó a algunos bebés al final del recorrido, camino de la plaza donde celebró una misa. Policías albaneses uniformados formaban cadenas humanas para mantener a raya a la multitud, mientras los guardaespaldas del pontífice montaban guardia subidos a la parte de atrás de su coche o corriendo a su lado. El Ministerio albano del Interior prometió una protección "máxima" con 2.500 agentes policiales y patrullas reforzadas en los pasos fronterizos.
En un discurso al comienzo de su visita, Francisco dijo al presidente, Bujar Nishani, a las autoridades albanesas y los diplomáticos que acudieron, que la armonía interreligiosa de Albania es un "ejemplo inspirador" para el mundo, demostrando que la coexistencia entre cristianos y musulmanes no sólo es posible, sino también beneficiosa para el desarrollo de un país.
"El clima de respeto y confianza mutua entre católicos, ortodoxos y musulmanes es un regalo precioso al país", dijo el pontífice. "Este es especialmente el caso en estos tiempos en los que el auténtico espíritu religioso está siendo pervertido por grupos extremistas, y donde las diferencias religiosas se ven distorsionadas e instrumentalizadas", dijo.
Se trata de la primera visita de Francisco a un país de mayoría musulmana desde las campañas de represión del grupo Estado Islámico contra los cristianos en Irak, en las que miembros de minorías religiosas están siendo asesinados o se ven obligados a abandonar sus casas. El Vaticano ha expresado una creciente preocupación por el éxodo de fieles de tierras donde las comunidades cristianas llevan 2.000 años presentes.
"¡Que nadie se considere la 'armadura' de Dios mientras planea y comete actos de violencia y opresión!", afirmó Francisco en la sala de recepción del palacio presidencial de Tirana.
La decisión de Francisco de visitar la pequeña Albania antes que una gran capital europea está en línea con su deseo de que la iglesia católica acuda a la "periferia". Albania aspira a la membresía en la Unión Europea, y su visita se produce apenas unas semanas antes de que ofrezca un discurso ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia.
El papa Francisco denunció el domingo cómo los extremistas en todo el mundo están "pervirtiendo" la religión para justificar la violencia, durante una visita del pontífice al país balcánico, donde cristianos y musulmanes sufrieron una brutal opresión religiosa bajo el comunismo pero actualmente viven y trabajan juntos en paz.
La seguridad era más alta de lo habitual durante la visita de Francisco, entre noticias de que milicianos entrenados en Irak y Siria habrían regresado al país y podrían suponer una amenaza.
El Vaticano insistió en que no se habían tomado medidas especiales, pero la interacción de Francisco con la multitud fue muy diferente a la de sus viajes anteriores. Su vehículo descubierto recorrió deprisa el principal bulevar de Tirana, sin detenerse ni una vez para que Francisco saludara a los fieles como es su costumbre.
El Papa tan sólo besó a algunos bebés al final del recorrido, camino de la plaza donde celebró una misa. Policías albaneses uniformados formaban cadenas humanas para mantener a raya a la multitud, mientras los guardaespaldas del pontífice montaban guardia subidos a la parte de atrás de su coche o corriendo a su lado. El Ministerio albano del Interior prometió una protección "máxima" con 2.500 agentes policiales y patrullas reforzadas en los pasos fronterizos.
En un discurso al comienzo de su visita, Francisco dijo al presidente, Bujar Nishani, a las autoridades albanesas y los diplomáticos que acudieron, que la armonía interreligiosa de Albania es un "ejemplo inspirador" para el mundo, demostrando que la coexistencia entre cristianos y musulmanes no sólo es posible, sino también beneficiosa para el desarrollo de un país.
"El clima de respeto y confianza mutua entre católicos, ortodoxos y musulmanes es un regalo precioso al país", dijo el pontífice. "Este es especialmente el caso en estos tiempos en los que el auténtico espíritu religioso está siendo pervertido por grupos extremistas, y donde las diferencias religiosas se ven distorsionadas e instrumentalizadas", dijo.
Se trata de la primera visita de Francisco a un país de mayoría musulmana desde las campañas de represión del grupo Estado Islámico contra los cristianos en Irak, en las que miembros de minorías religiosas están siendo asesinados o se ven obligados a abandonar sus casas. El Vaticano ha expresado una creciente preocupación por el éxodo de fieles de tierras donde las comunidades cristianas llevan 2.000 años presentes.
"¡Que nadie se considere la 'armadura' de Dios mientras planea y comete actos de violencia y opresión!", afirmó Francisco en la sala de recepción del palacio presidencial de Tirana.
La decisión de Francisco de visitar la pequeña Albania antes que una gran capital europea está en línea con su deseo de que la iglesia católica acuda a la "periferia". Albania aspira a la membresía en la Unión Europea, y su visita se produce apenas unas semanas antes de que ofrezca un discurso ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia.