El mundo está perdiendo la batalla contra el ébola
La organización Médicos sin Fronteras advirtió el martes que el "mundo está perdiendo la batalla contra el ébola" mientras autoridades de la ONU están pidiendo a todos los países acelerar los esfuerzos para enviar ayuda a las naciones afectadas.
La presidenta del grupo, Joanne Liu dijo que su organización está completamente abrumada porque atienden a pacientes con ébola en cuatro países de África occidental. Pidió a los países con capacidad de respuesta a desastres biológicos responder con personal médico civil y militar.
"Van seis meses de la peor epidemia de ébola en la historia, el mundo está perdiendo la batalla por contener la enfermedad", dijo Liu en un foro de Naciones Unidas sobre el brote.
"Los centros de tratamiento de ébola están reducidos a lugares donde la gente llega a morir sola, donde se ofrece poco cuidado paliativo al enfermo".
La jefa de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan dijo que la ONU está incrementando con celeridad su respuesta y pidió a todos los países contribuir al esfuerzo.
David Nabarro, coordinador de la ONU para responder al ébola, informó que la agencia internacional "está llevando tantos médicos del extranjero como puede".
También el martes, la ONU informó que los alimentos en los países afectados por el ébola son cada vez más caros y empezarán a escasear más debido a que muchos agricultores no podrán tener acceso a los campos.
El ébola ha matado a más de 1.500 personas en Guinea, Liberia, Sierra Leona y Nigeria, y las autoridades han acordonado ciudades enteras en un intento por detener la propagación del virus. Los países vecinos han cerrado las fronteras terrestres y muchas aerolíneas han suspendido los vuelos desde y hacia los países afectados. Los puertos marítimos están viendo menos actividad, restringiendo las exportaciones de alimentos hacia los países más afectados.
Varios de esos países —Guinea, Liberia y Sierra Leona— dependen de los granos importados para alimentar a su población, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Un trabajador, completamente protegido, desinfecta un cadáver después de que el hombre murió por culpa del ébola en la clase en la que estaba aislado en Liberia.
En un mercado de Monrovia, la capital liberiana, el precio de la raíz de yuca, un alimento básico en muchas dietas de África occidental, subió 150%.
"Incluso antes del brote de ébola, los hogares de algunas de las zonas afectadas ya gastaban hasta el 80% de sus ingresos en alimentos", dijo Vincent Martin, quien coordinan la respuesta de la FAO a la crisis. "Ahora estos últimos aumentos en los precios están poniendo los alimentos totalmente fuera de su alcance".
La ONU ha dicho que 1,3 millones de personas en Guinea, Liberia y Sierra Leona necesitarán ayuda para poder alimentarse en los próximos meses.
Es casi seguro que la situación empeore, agregó la FAO, debido a que las restricciones de movimiento impiden que los agricultores acudan a los campos, justo cuando la cosecha de arroz y maíz debe comenzar en unas semanas.
La OMS está pidiendo a los países vecinos que reabran las fronteras, pues ello impide que los suministros lleguen a las personas desesperadas. Costa de Marfil decidió mantener cerradas sus fronteras con Guinea y Liberia, pero dijo que abrirá un corredor humanitario para permitir que lleguen los suministros.