El Gobierno iraquí reconoce que Estado Islámico tiene acceso a armas químicas de baja intensidad
Madrid, EP
El Ministerio de Defensa iraquí ha reconocido este sábado que Estado Islámico tiene acceso a gas de cloro, agente químico que podría estar relacionado con un ataque contra una base militar realizado a principios de semana que, según parlamentarios iraquíes, podría haber causado la muerte de 300 soldados.
A través de un comunicado en su página web, el Ministerio explica que los yihadistas cargan este gas nocivo en minas y otros artefactos explosivos en las carreteras del país. Las autoridades, no obstante, recalcan que su efecto es limitado y no se tiene constancia de que hayan sido empleado en ataques a gran escala.
Esta información contrasta con dos ataques perpetrados por Estado Islámico este mes, presuntamente relacionados con esta toxina.
El primero, según el canal de televisión iraquí Al Sumariyya, tuvo lugar el 15 de septiembre en la localidad de Duluiya, provincia de Saladino --a unos 80 kilómetros al norte de Bagdad--. De acuerdo con fuentes de la cadena, milicianos de Estado Islámico dispararon proyectiles con gas de cloro sobre la población. Decenas de personas sufrieron intoxicación, pero no se tiene constancia de fallecimientos.
Este ataque palidece no obstante en comparación con el que tuvo lugar una semana después en una base militar de Saqlawiya, en el norte de la provincia de Faluya.
CIENTOS DE ASFIXIADOS
Allí, más de un millar de milicianos de Estado Islámico iniciaron un asedio de cinco días antes de ejecutar un ataque con coches bomba que consiguió hacer retroceder a más de 400 soldados, que acabaron atrincherándose. El ataque fue tan abrumador que el primer ministro de Irak, Haider al Abadi, cesó fulminantemente a posteriori a dos generales del Ejército iraquí por incompetencia.
El Gobierno iraquí ha asumido que unos 300 soldados murieron o fueron capturados durante la ofensiva de Estado Islámico contra la base. Sin embargo, y según el diputado del partido Dawa Alí Al Badri, Estado Islámico fue más allá del uso de armas convencionales y procedió a asfixiar a los soldados usando gas de cloro.
El gas de cloro fue empleado asiduamente por los insurgentes iraquíes durante 2007. Sus efectos en espacios abiertos no son tan peligrosos como los de otros agentes como el Sarín o el VX dado que se difumina con facilidad. Ello, sin embargo, no impidió matanzas como la perpetrada en marzo de ese año en Diyala, cuando al menos 32 personas fallecieron y otras 50 resultaron heridas al estallar una bomba de cloro en un mercadillo de Abu Sayda.
El Ministerio de Defensa iraquí ha reconocido este sábado que Estado Islámico tiene acceso a gas de cloro, agente químico que podría estar relacionado con un ataque contra una base militar realizado a principios de semana que, según parlamentarios iraquíes, podría haber causado la muerte de 300 soldados.
A través de un comunicado en su página web, el Ministerio explica que los yihadistas cargan este gas nocivo en minas y otros artefactos explosivos en las carreteras del país. Las autoridades, no obstante, recalcan que su efecto es limitado y no se tiene constancia de que hayan sido empleado en ataques a gran escala.
Esta información contrasta con dos ataques perpetrados por Estado Islámico este mes, presuntamente relacionados con esta toxina.
El primero, según el canal de televisión iraquí Al Sumariyya, tuvo lugar el 15 de septiembre en la localidad de Duluiya, provincia de Saladino --a unos 80 kilómetros al norte de Bagdad--. De acuerdo con fuentes de la cadena, milicianos de Estado Islámico dispararon proyectiles con gas de cloro sobre la población. Decenas de personas sufrieron intoxicación, pero no se tiene constancia de fallecimientos.
Este ataque palidece no obstante en comparación con el que tuvo lugar una semana después en una base militar de Saqlawiya, en el norte de la provincia de Faluya.
CIENTOS DE ASFIXIADOS
Allí, más de un millar de milicianos de Estado Islámico iniciaron un asedio de cinco días antes de ejecutar un ataque con coches bomba que consiguió hacer retroceder a más de 400 soldados, que acabaron atrincherándose. El ataque fue tan abrumador que el primer ministro de Irak, Haider al Abadi, cesó fulminantemente a posteriori a dos generales del Ejército iraquí por incompetencia.
El Gobierno iraquí ha asumido que unos 300 soldados murieron o fueron capturados durante la ofensiva de Estado Islámico contra la base. Sin embargo, y según el diputado del partido Dawa Alí Al Badri, Estado Islámico fue más allá del uso de armas convencionales y procedió a asfixiar a los soldados usando gas de cloro.
El gas de cloro fue empleado asiduamente por los insurgentes iraquíes durante 2007. Sus efectos en espacios abiertos no son tan peligrosos como los de otros agentes como el Sarín o el VX dado que se difumina con facilidad. Ello, sin embargo, no impidió matanzas como la perpetrada en marzo de ese año en Diyala, cuando al menos 32 personas fallecieron y otras 50 resultaron heridas al estallar una bomba de cloro en un mercadillo de Abu Sayda.