Árbitros corruptos: a 2.500 la tarjeta amarilla y 5.000 la roja
Tiflis, As
Ocho árbitros y jueces de línea de Georgia han sido detenidos por la Policía de su país por aceptar sobornos a cambio de enseñar tarjetas amarillas y rojas durante los partidos de Primera del campeonato georgiano.
Las tarifas que cobraban los colegiados oscilaban entre los 2.500 y los 5.000 euros, según amonestaran o expulsaran a los futbolistas señalados en una lista previa.
Los árbitros detenidos son Otar Kh., Irakli U., Mamuka U., Teimuraz Kh., Aleksandre G. y Zviad A., y los jueces de línea Onise M., y Tornike G. este último asistente FIFA que entró en comisaría con un chándal de la UEFA. Los árbitros, que se enfrentan a penas de entre cuatro y seis años de prisión según el Código Penal de Georgia, actuaban según la conveniencia de una red mafiosa que entre otras actividades ilícitas había corrompido las apuestas. Obtenía sus beneficios tanto por el número de tarjetas mostradas en los partidos como por el resultado final, según la conveniencia de las amonestaciones o expulsiones.
La UEFA sigue desde hace años los casos de corrupción recurrente que se están dando en Georgia y en otros países del antiguo bloque soviético. Hace dos temporadas fueron detenidos los jugadores del Spartak, Goguia y Kirtadze. Los futbolistas del Spartak recibieron un soborno de 9.000 euros por perder con el Sioni.
Antes de este incidente, la UEFA puso el foco sobre el partido entre el Panionios griego y el Dínamo Tbilisi de Georgia. En ese encuentro se apostaron fuertes cantidades de dinero a dos resultados que, increíblemente, fueron los que se produjeron: 0-1 al descanso y 5-2 al final. Los acertantes cobraron a razón de 33 a 1, un beneficio enorme y concentrado que levantó las sospechas.
Ocho árbitros y jueces de línea de Georgia han sido detenidos por la Policía de su país por aceptar sobornos a cambio de enseñar tarjetas amarillas y rojas durante los partidos de Primera del campeonato georgiano.
Las tarifas que cobraban los colegiados oscilaban entre los 2.500 y los 5.000 euros, según amonestaran o expulsaran a los futbolistas señalados en una lista previa.
Los árbitros detenidos son Otar Kh., Irakli U., Mamuka U., Teimuraz Kh., Aleksandre G. y Zviad A., y los jueces de línea Onise M., y Tornike G. este último asistente FIFA que entró en comisaría con un chándal de la UEFA. Los árbitros, que se enfrentan a penas de entre cuatro y seis años de prisión según el Código Penal de Georgia, actuaban según la conveniencia de una red mafiosa que entre otras actividades ilícitas había corrompido las apuestas. Obtenía sus beneficios tanto por el número de tarjetas mostradas en los partidos como por el resultado final, según la conveniencia de las amonestaciones o expulsiones.
La UEFA sigue desde hace años los casos de corrupción recurrente que se están dando en Georgia y en otros países del antiguo bloque soviético. Hace dos temporadas fueron detenidos los jugadores del Spartak, Goguia y Kirtadze. Los futbolistas del Spartak recibieron un soborno de 9.000 euros por perder con el Sioni.
Antes de este incidente, la UEFA puso el foco sobre el partido entre el Panionios griego y el Dínamo Tbilisi de Georgia. En ese encuentro se apostaron fuertes cantidades de dinero a dos resultados que, increíblemente, fueron los que se produjeron: 0-1 al descanso y 5-2 al final. Los acertantes cobraron a razón de 33 a 1, un beneficio enorme y concentrado que levantó las sospechas.