Ucrania: Combates en Donetsk se recrudecen
Un combate estalló el domingo en la ciudad de Donetsk, en el este de Ucrania, a pesar de una solicitud de los rebeldes pro rusos allí para un alto el fuego que evite una "catástrofe humanitaria".
Autoridades ucranianas respondieron que los insurgentes deben rendirse.
Una persona murió y 10 resultaron heridas en el cañoneo, que comenzó la madrugada del domingo y continuó durante el día, dijo a The Associated Press el portavoz del consejo de la ciudad Maxim Rovinsky.
En conferencia de prensa realizada en Kiev, capital ucraniana, Andriy Lysenko, vocero del Concejo de Defensa y Seguridad Nacional, dijo que la única forma en que los rebeldes de Donetsk pueden salvar la vida es "bajando sus armas y rindiéndose". Señaló que Ucrania no ha visto disposición real de los rebeldes para cooperar.
"Si sacan las banderas blancas y bajan sus armas nadie les va a disparar", dijo. "(Pero) no hemos visto que tomen medidas prácticas, sólo emitieron un comunicado".
Las condiciones se deterioraban claramente en Donetsk, el mayor bastión rebelde en el este de Ucrania. Los periodistas de The Associated Press escucharon 25 explosiones fuertes en otros tantos minutos alrededor del mediodía.
Más de 10 edificios de vivienda, así como un hospital y una tienda, sufrieron daños graves por los bombardeos nocturnos y varios autobuses atrapados entre dos fuegos seguían ardiendo la mañana del domingo.
Rovinsky dijo el sábado que más de 2.000 edificios residenciales han sufrido daños por los ataques de artillería.
Al menos 300.000 de un millón de residentes de Donetsk han huido a medida que aumenta la violencia entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas ucranianos pro rusos, cobrando la vida de más de 1.300 personas desde abril, según la ONU.
"Esta es una guerra de verdad. Es imposible vivir en esta ciudad. He estado durmiendo en el sótano durante una semana", dijo Inna Drobyshevskaya, una abogada de 48 años de edad, en Donetsk.
"No queremos una Novorossiya (Nueva Rusia) por este precio", agregó, en referencia a un término usado por los rebeldes para describir las partes del este de Ucrania que buscan la independencia del gobierno central, en Kiev.
El sábado, el líder rebelde Aleksandr Zakharchenko pidió un alto el fuego, pero su pedido fue recibido con recelo tanto por el gobierno de Ucrania en Kiev como por Occidente, cuyos líderes expresaron su preocupación de que la medida busque sólo aumentar la presión internacional sobre Ucrania para que permita el ingreso de una misión de ayuda rusa.
Occidente alega que la misión de ayuda rusa podría servir como pretexto para que los soldados rusos ingresen en Ucrania. Ha dicho que 20.000 de ellos se han congregado cerca de la frontera de Rusia con Ucrania.
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y los líderes occidentales han acusado reiteradamente a Rusia de suministrar armas y conocimientos militares a los rebeldes, lo que Rusia niega.
Entrevistada el domingo por la AP, la vocera de los rebeldes Elena Nikitina, dijo que el gobierno es "incapaz de negociar" y que las conversaciones con el gobierno sólo podrían iniciar si el ejército de Ucrania se retira de la región.
Esta demanda parece poco probable ya que desde hace semanas el gobierno de Ucrania ha recuperado territorio que los insurgentes dominaban, expulsándolos hacia ciudades de provincia más pequeñas y rodeando la ciudad de Donetsk.
