Tres muertos por cañoneo en ciudad de Ucrania
Donetsk, AP
Bombardeos nocturnos de la aviación ucraniana sobre el principal bastión de rebeldes en el este del país dejaron al menos tres civiles muertos y 10 heridos, informaron funcionarios locales el viernes.
El ayuntamiento de Donetsk dijo en un comunicado publicado en su sitio web que cuatro edificios de apartamentos en el sur de la ciudad fueron dañados por artillería. Los habitantes se reunieron por la mañana y algunos dejaron flores en el pavimento para honrar a las víctimas.
"Mi madrina Nina quedó hecha pedazos justo enfrente del apartamento. Sólo pudieron identificarla por su ropa", dijo Yevgeny Isayev, de 55 años. Señaló un cráter dejado por un proyectil que cayó cerca de la entrada del edificio.
Otra habitante, Marina Barsuk, de 53 años, dijo que el cañoneo se dio pocos días después que los rebeldes reubicaron un lanzacohetes múltiple tipo Grad cerca del edificio de apartamentos y disparó contra posiciones ucranianas. Ella y otros pobladores creen que el cañoneo fue una respuesta del lado ucraniano.
Las autoridades ucranianas han negado vehementemente que las fuerzas oficiales estén disparando artillería contra zonas pobladas, y culparon de las bajas civiles a los insurgentes, pero los testimonios de testigos apuntan a lo contrario.
"No estamos atacando Donetsk, la estamos liberando", dijo el viernes Andriy Lysenko, portavoz del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania. "Las áreas residenciales son blanco de los terroristas desde sus posiciones".
En una ominosa señal de que podrían recrudecerse los combates, Alexander Zajarchenko, un alto líder rebelde recién nombrado primer ministro de la autodenominada República Popular de Donetsk, se jactó el viernes de la captura de 18 sistemas Grad y de un gran número de tanques ucranianos. Su afirmación no pudo ser verificada independientemente.
Las fuerzas del gobierno y los rebeldes usan los mismos lanzadores Grad (de fabricación soviética), los cuales disparan cohetes no guiados con alcance de hasta 20 kilómetros (12 millas). Son poco precisos, por lo que es inevitable el daño involuntario al atacar zonas pobladas.
La designación de Zajarchenko, natural del este de Ucrania, parece ser parte de los esfuerzos de Moscú para refutar las acusaciones de Occidente de que está dirigiendo la insurgencia.
Zajarchenko sustituye a Alexander Borodai, un asesor político de Moscú que presumiblemente tuvo un papel en la reciente anexión rusa de Crimea antes de trasladarse al este de Ucrania. Borodai ha trabajado para un magnate nacionalista con presuntas conexiones con el Kremlin.
Zajarchenko prometió continuar con la lucha, pero se ha abstenido de pedir a Moscú que envíe tropas a ayudar, un llamado que han hecho líderes rebeldes. "Sólo apoyo moral", respondió cuando se le preguntó qué ayuda esperaban los rebeldes del gobierno ruso.
Bombardeos nocturnos de la aviación ucraniana sobre el principal bastión de rebeldes en el este del país dejaron al menos tres civiles muertos y 10 heridos, informaron funcionarios locales el viernes.
El ayuntamiento de Donetsk dijo en un comunicado publicado en su sitio web que cuatro edificios de apartamentos en el sur de la ciudad fueron dañados por artillería. Los habitantes se reunieron por la mañana y algunos dejaron flores en el pavimento para honrar a las víctimas.
"Mi madrina Nina quedó hecha pedazos justo enfrente del apartamento. Sólo pudieron identificarla por su ropa", dijo Yevgeny Isayev, de 55 años. Señaló un cráter dejado por un proyectil que cayó cerca de la entrada del edificio.
Otra habitante, Marina Barsuk, de 53 años, dijo que el cañoneo se dio pocos días después que los rebeldes reubicaron un lanzacohetes múltiple tipo Grad cerca del edificio de apartamentos y disparó contra posiciones ucranianas. Ella y otros pobladores creen que el cañoneo fue una respuesta del lado ucraniano.
Las autoridades ucranianas han negado vehementemente que las fuerzas oficiales estén disparando artillería contra zonas pobladas, y culparon de las bajas civiles a los insurgentes, pero los testimonios de testigos apuntan a lo contrario.
"No estamos atacando Donetsk, la estamos liberando", dijo el viernes Andriy Lysenko, portavoz del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania. "Las áreas residenciales son blanco de los terroristas desde sus posiciones".
En una ominosa señal de que podrían recrudecerse los combates, Alexander Zajarchenko, un alto líder rebelde recién nombrado primer ministro de la autodenominada República Popular de Donetsk, se jactó el viernes de la captura de 18 sistemas Grad y de un gran número de tanques ucranianos. Su afirmación no pudo ser verificada independientemente.
Las fuerzas del gobierno y los rebeldes usan los mismos lanzadores Grad (de fabricación soviética), los cuales disparan cohetes no guiados con alcance de hasta 20 kilómetros (12 millas). Son poco precisos, por lo que es inevitable el daño involuntario al atacar zonas pobladas.
La designación de Zajarchenko, natural del este de Ucrania, parece ser parte de los esfuerzos de Moscú para refutar las acusaciones de Occidente de que está dirigiendo la insurgencia.
Zajarchenko sustituye a Alexander Borodai, un asesor político de Moscú que presumiblemente tuvo un papel en la reciente anexión rusa de Crimea antes de trasladarse al este de Ucrania. Borodai ha trabajado para un magnate nacionalista con presuntas conexiones con el Kremlin.
Zajarchenko prometió continuar con la lucha, pero se ha abstenido de pedir a Moscú que envíe tropas a ayudar, un llamado que han hecho líderes rebeldes. "Sólo apoyo moral", respondió cuando se le preguntó qué ayuda esperaban los rebeldes del gobierno ruso.