Súplicas curdas por armas podrían ser atendidas
Washington, AP
Durante años, los funcionarios curdos han suplicado al gobierno de Barack Obama que les permita comprar armas estadounidenses. Todo ese tiempo, el gobierno rechazó los pedidos de los curdos, los aliados más estrechos de Estados Unidos en Irak.
Las autoridades estadounidenses insistían en que sólo podían vender armas al gobierno en Bagdad, incluso después que el primer ministro Nuri al-Maliki rompió una promesa escrita para entregar algunas de ellas a los curdos, cuya pacífica región semiautónoma en el norte de Irak ha sido la única historia de éxito que haya resultado de la invasión encabezada por Estados Unidos en 2003.
Ahora, el gobierno estadounidense enfrenta las consecuencias de esa política. El grupo Estado Islámico, que algunos funcionarios estadounidenses califican como "un ejército terrorista", apabulló a las mal armadas unidades curdas en una guerra relámpago que amenaza a la región curda y al personal estadounidense destacado allí.
En junio, el Pentágono despachó 300 asesores militares a Irak. Decenas de ellos operan en las afueras de Irbil, la capital de la región curda, que ahora se ve amenazada por Estado Islámico.
En una amarga ironía, los extremistas utilizaron armas y vehículos artillados estadounidenses que le arrebataron al desdichado ejército iraquí para derrotar a los combatientes curdos, los mismos que habían sido vetados para adquirir precisamente ese tipo de equipos, dijeron funcionarios curdos y norteamericanos.
Estados Unidos intentó detener el avance de los extremistas al iniciar ataques aéreos el viernes, pero los funcionarios curdos también dijeron que Washington se ha comprometido a comenzar a enviarles armas. Funcionarios del Pentágono, sin embargo, aseguran que su política no ha cambiado y que únicamente piensan vender armas a Bagdad.
Esto plantea la cuestión de si la CIA ha comenzado a proporcionar secretamente armas a los curdos, algo que los funcionarios estadounidenses no podrán confirmar ni desmentir. La agencia de inteligencia se negó a confirmar si estaba enviando armas.
Ya sea que haya un programa secreto o no, un número creciente de voces están pidiendo a Washington que comience a armar abierta y rápidamente a los curdos.
"Si Bagdad no le suministra a los curdos las armas que necesitan, debemos dárselas directamente a los curdos", dijo el representante Adam Schiff, demócrata por California, quien es miembro de la Comisión de Inteligencia del Congreso.
"La única manera de hacer frente a esta amenaza es armar a las fuerzas de seguridad iraquíes y a las fuerzas curdas, y sin embargo no estamos haciendo nada para apoyar a cualquiera de ellos", dijo el general retirado Michael Barbero, quien dirigía la misión de entrenamiento al ejército iraquí. "Simplemente no tiene sentido para mí. Es una amenaza existencial ¿Por qué no estamos ahí por lo menos para equiparlos y armarlos?".
El portavoz de la Casa Blanca, John Earnest, dijo el viernes que Estados Unidos comenzó a intensificar su ayuda a los militares iraquíes y a los curdos.
"Tenemos una fuerte relación de militar a militar con las fuerzas de seguridad iraquíes. Las fuerzas de seguridad iraquíes han compartido algunos de esos activos con las fuerzas de seguridad curdas", dijo Earnest. "También hemos demostrado voluntad de aumentar el flujo de suministros, armas incluidas, a las fuerzas de seguridad curdas cuando enfrenten la amenaza que plantea el Estado Islámico", agregó.
Durante años, los funcionarios curdos han suplicado al gobierno de Barack Obama que les permita comprar armas estadounidenses. Todo ese tiempo, el gobierno rechazó los pedidos de los curdos, los aliados más estrechos de Estados Unidos en Irak.
Las autoridades estadounidenses insistían en que sólo podían vender armas al gobierno en Bagdad, incluso después que el primer ministro Nuri al-Maliki rompió una promesa escrita para entregar algunas de ellas a los curdos, cuya pacífica región semiautónoma en el norte de Irak ha sido la única historia de éxito que haya resultado de la invasión encabezada por Estados Unidos en 2003.
Ahora, el gobierno estadounidense enfrenta las consecuencias de esa política. El grupo Estado Islámico, que algunos funcionarios estadounidenses califican como "un ejército terrorista", apabulló a las mal armadas unidades curdas en una guerra relámpago que amenaza a la región curda y al personal estadounidense destacado allí.
En junio, el Pentágono despachó 300 asesores militares a Irak. Decenas de ellos operan en las afueras de Irbil, la capital de la región curda, que ahora se ve amenazada por Estado Islámico.
En una amarga ironía, los extremistas utilizaron armas y vehículos artillados estadounidenses que le arrebataron al desdichado ejército iraquí para derrotar a los combatientes curdos, los mismos que habían sido vetados para adquirir precisamente ese tipo de equipos, dijeron funcionarios curdos y norteamericanos.
Estados Unidos intentó detener el avance de los extremistas al iniciar ataques aéreos el viernes, pero los funcionarios curdos también dijeron que Washington se ha comprometido a comenzar a enviarles armas. Funcionarios del Pentágono, sin embargo, aseguran que su política no ha cambiado y que únicamente piensan vender armas a Bagdad.
Esto plantea la cuestión de si la CIA ha comenzado a proporcionar secretamente armas a los curdos, algo que los funcionarios estadounidenses no podrán confirmar ni desmentir. La agencia de inteligencia se negó a confirmar si estaba enviando armas.
Ya sea que haya un programa secreto o no, un número creciente de voces están pidiendo a Washington que comience a armar abierta y rápidamente a los curdos.
"Si Bagdad no le suministra a los curdos las armas que necesitan, debemos dárselas directamente a los curdos", dijo el representante Adam Schiff, demócrata por California, quien es miembro de la Comisión de Inteligencia del Congreso.
"La única manera de hacer frente a esta amenaza es armar a las fuerzas de seguridad iraquíes y a las fuerzas curdas, y sin embargo no estamos haciendo nada para apoyar a cualquiera de ellos", dijo el general retirado Michael Barbero, quien dirigía la misión de entrenamiento al ejército iraquí. "Simplemente no tiene sentido para mí. Es una amenaza existencial ¿Por qué no estamos ahí por lo menos para equiparlos y armarlos?".
El portavoz de la Casa Blanca, John Earnest, dijo el viernes que Estados Unidos comenzó a intensificar su ayuda a los militares iraquíes y a los curdos.
"Tenemos una fuerte relación de militar a militar con las fuerzas de seguridad iraquíes. Las fuerzas de seguridad iraquíes han compartido algunos de esos activos con las fuerzas de seguridad curdas", dijo Earnest. "También hemos demostrado voluntad de aumentar el flujo de suministros, armas incluidas, a las fuerzas de seguridad curdas cuando enfrenten la amenaza que plantea el Estado Islámico", agregó.